Page 6 - CONEXUS - Mayo 2011

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PAZ PARA JAPÓN
ajo el eslogan “Paz para Japón”, la
Escuela de Arquitectura de la UNAP realizó el
pasado 7 de abril un evento solidario con el
pueblo de Japón tras la catástrofe natural ocurrida
el pasado mes de marzo. En el Parque Balmaceda
se colgaron mil grullas de papel, símbolo de larga
vida y curación, utilizando la legendaria técnica
del
origami
o papiroflexia, las que fueron colgadas
frente al mar.
Según cuenta la tradición japonesa, a la persona
que doble mil grullas de papel con la técnica
origami
, se le concederá cualquier deseo que pida.
"Como escuela, lo que nos motivó a realizar esta
iniciativa fue entregar un mensaje de esperanza y
unidad al pueblo japonés, recuperando todo el
simbolismo que traen consigo las grullas, lo que
nos permite exteriorizar nuestros sentimientos y
meditar respecto a la importancia que tiene hoy la
solidaridad. De esta manera, estamos diciendo
que sin importar las diferencias y las distancias
todos pertenecemos a una gran comunidad donde
lo que le pasa al otro nos afecta y nos importa”,
señalaron.
HISTORIA
Las grullas de
origami
se hicieron famosas a nivel
mundial con la historia de la niña Sadako Sasaki,
víctima de la explosión atómica de Hiroshima
durante la II Guerra Mundial. Superviviente de la
explosión, a los nueve años cayó enferma de
leucemia. Una amiga le recordó la tradición de los
origami
y se propuso completar las mil grullas para
pedir como deseo la curación de los afectados y la
paz, pero Sadako murió antes de realizar su sueño.
Sus compañeros de clase completaron las figuras de
papel que faltaban y años después Hiroshima
levantó un monumento en su recuerdo en el
Parque de la Paz, epicentro de la explosión, donde
un edificio en ruinas recuerda esta tragedia.
Su emotiva historia se hizo famosa en Japón y
occidente. Hoy, miles de grullas de papel reposan
bajo el monumento como una continuación del
sueño de Sadako.