Page 20 - CONEXUS - Mayo 2014

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Desde el año 1996, en colaboración con el IPGP (Instituto
de Física del Globo de París), la Universidad Arturo Prat, ha
contribuido constantemente en el mantenimiento y logística
en energía de la totalidad de las estaciones localizadas en
nuestra región de Tarapacá.
En la actualidad, la Facultad de Ingeniería y Arquitectura
(FIA) está incorporada al proyecto IPOC (Programa
Científico Integrated Plate Boundary Observatory Chili) la
cual abarca el Instituto de Física del Globo de París y la
Universidad de Montpellier de Francia, sino también
Alemania con el GFZ (Geo Forschungs Zentrum
GFZ,Posdam y la Universidad de Kiel. Por la parte chilena
participa el DGF de la Universidad de Chile y la UNAP.
Este centro, está iniciando el procesamiento de señales
sísmicas para mejorar y robustecer los aspectos operativos
de redes sismológicas en Chile que funcionan en tiempo
real. Las estaciones multiparamétricas, instaladas en toda la
región se componen de muchos sensores como,
sismómetros,
acelerómetros,
GPS
geodésicos,
digitalizadores, radios spread spectrum ethernet, WiFi,
radios UHF, inclinómetros, paneles solares, osciloscopios, y
voltímetros, entre otros. La magnitud del proyecto es tal que
no es posible que ninguna universidad nacional pueda
financiarla.
Acorde a los científicos que investigan en este proyecto,
principalmente los sismólogos extranjeros y nacionales,
consideran que al parecer la placa continental se segmentó
en tres partes de casi 600 km donde se esperaba el mega
sismo de magnitud 9. Según expertos, con este evento
reciente de magnitud 8,2, existe una liberación de energía,
sin embargo las réplicas generan sismos menos violentos
en los sectores afectados. Lo positivo es que al momento
no se ha producido lo que se predecía para el Norte
Grande, un gran terremoto de 8,8 a 9 grados a lo largo de
la laguna sísmica de Iquique, una extensión desde Arica
hasta Mejillones y donde no se registraba un terremoto de
gran intensidad desde 1877.
En las investigaciones realizadas por los científicos del
IPOC, la península de Mejillones ha sido considerada como
una barrera entre la primera y segunda región. Los dos
eventos sísmicos produjeron al parecer una ruptura en esta
zona en tres partes, que rompió cerca de un tercio de su
extensión, aunque aún hay mucho por explicar acorde a los
datos que se envían a los centros europeos.
Es posible, que los segmentos al norte de Pisagua y al Sur
de Patache no se hayan deslizado completamente, pero
acorde a publicaciones recientes internacionales, podría
tener un alto potencial de hacerlo en un futuro. Hay que
estar mejor preparados para nuevos sismos. Si bien no es
posible predecir cómo será la liberación de la energía
acumulada en esas áreas, el escenario más auspicioso sería
que la zona continúe rompiéndose por partes. Lo que es
una muy buena noticia sería para los habitantes de
Tarapacá.
A lo mencionado, anteriormente, debemos agregar que la
falla tectónica se desplazó del orden de 5 a 7 metros,
acorde a los registros del GPS medidos por instrumentos de
la Universidad de Chile, y no los 10 m que se anticipaban.
Fotografía: Hernán Pereira P.