Page 7 - CONEXUS - Mayo 2014

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Rosalino Fuenzalida F.
Dr. en Oceanografía Física
Decano
Facultad de Recursos Naturales
Renovables
Hace muchos años que en Tarapacá los abuelos y agoreros
anunciaban un movimiento sísmico de gran consideración,
por lo que el terremoto de 8.2 grados que sacudió la costa
norte de Chile, el 1 de abril de 2014 a las 20:46 horas local,
si bien sorprendió a todos parecía ser el tan anunciado
mega terremoto.
No obstante, este sismo para nuestra tranquilidad generó
un tsunami de 1.8 m de altura, siendo su epicentro a 95
kilómetros al noroeste de Iquique, con una profundidad de
20 km (Latitud 19.64°S, Longitud 70.82°W), ocurriendo en
la zona de subducción (fosa Chile-Perú), donde la Placa de
Nazca penetra por debajo de la Placa Sudamericana.
Cabe destacar que en la ubicación del terremoto, las dos
placas están convergiendo a una velocidad de alrededor de
6.5 cm/año, y prueba de ello es que previo a este evento,
una secuencia de sismos de diferentes magnitudes
comenzaron a alarmar a la población.
Luego ocurrió un segundo terremoto al sur de Iquique, en el
borde continental, Frente a Playa Quintero; Latitud 20.52°S,
Longitud 70.50°W, el 2 de abril a las 23:43 horas local, de
7.8 grados de magnitud, a una profundidad de 31 km,
generando una alerta preventiva de tsunami, sin olas
significativas.
Estas situaciones han dado cuenta de un hecho interesante
ocurrido en la Zona norte de Chile, donde el margen
continental está hoy segmentado, entre 180 a 360 km, por
lo tanto, el desarrollo de los eventos ocurridos entre
Pisagua y el sur de Iquique, generó un desacoplo de la
macro estructura de la zona norte, sin provocar el tan
anunciado mega terremoto de 9.2 grados de magnitud.
Cabe destacar que los dos terremotos en la zona de Iquique
han liberado la suficiente energía, por lo tanto, se espera
que los próximos sismos que se registren en la región sean
de menor magnitud. Sin embargo, existen expectativas que
ocurra un evento de similares características al acontecido
en la zona de Iquique en el sector de Arica y de
Antofagasta, para completar la liberación total de energía
requerida en la zona de silencio sísmico. Por otra parte, es
importante señalar que dada la magnitud de los eventos
podría generar un Tsunami, pero con similares
características al ocurrido en la zona de Iquique.
Asimismo, se ha especulado respecto a la situación de
Pisagua, aduciendo que una mayor sismicidad en la zona se
debería a la existencia de volcanes submarinos en el sector.
Esta situación no es real, dada las características del Piso
Oceánico, próximo a sus costas, sin embargo hay
pequeños volcanes inactivos que se ubican muy alejados,
hacia el sector de la cuenca oceánica.