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sueldo, lo que involucró una pasantía entre
enero y febrero del año 2008 en el Instituto
Nacional de Antropología e Historia, INAH,
donde efectué un estudio bibliográfico de la
Muerte en México. El 8 de abril de este año
defendí mi tesis en el Instituto de
Investigaciones Antropológicas de San Pedro, la
cual fue aprobada “.
POSTDOCTORADO
Si bien muchos hubiesen quedado satisfechos
con los logros alcanzados, su deseo y capacidad
por aprender, lo llevó a postular a través de una
beca financiada por Fondecyt a un
Postdoctorado en Pentecostalismo y
Protestanismo Aymara. “Para mí es un honor el
ser el primer estudiante de la UNAP en ganar un
proyecto Fondecyt de post doctorado en mi
área, y me atreví más que nada a formularlo a
través de la UNAP por tres motivos: Uno es que
la Universidad posee un investigador de alto
nivel y de excelencia como el Dr. Sergio González
Miranda, referente nacional y regional, además
la Institución cuenta con el Instituto de Estudios
Internacionales, INTE, reconocido también a
nivel nacional e internacional por su trabajo.
Finalmente, postulé porque el Dr. González
confió en mí y me brindó un espacio para
insertarme como investigador, algo que no se
me dio en otros espacios de la Universidad “.
De esta manera, el joven investigador y Director
en la Revista de Cultura y Religión, desarrollará
durante 3 años trabajo de investigación,
financiada totalmente por Conicyt con estancias
en Perú, Bolivia, Ecuador y algunos Centros de
Investigación Europea.
“Hay que entender, además, que al entrar a
Conicyt estoy ingresando a una red de
excelencia investigativa en donde se abren un
abanico de oportunidades, posibilidades de
investigación y publicaciones de excelencia,
además, de reconocimiento internacional”.
UNA FALACIA DESMITIFICADA
En relación a lo que muchos señalan con
respecto a que la función principal y única de la
Universidad Arturo Prat, es sólo la docencia,
Mansilla sostiene con gran fervor que esto no es
tan así “Es un mito, una falacia que nuestro
propósito sea sólo dictar clases, especialmente
quienes tenemos el grado de Doctor, debemos
asumir la obligación ética de producir
conocimiento y no sólo reproducir lo que otros
han investigado. Esta producción hay que
enseñarla a nuestro estudiantes y transmitirle
ese espíritu de creación de nuevos saberes”.
Agregó, además, que “Investigar, no es para
iluminados o ilustrados, por lo cual quienes
deseen seguir aprendiendo, alumnos y
académicos, deben luchar por la calidad y la
excelencia en sus respectivos niveles”.