El acceso a la educación superior y la formación permanente: Las herramientas para hacer más competitivo el país
En la actualidad no basta con obtener un titulo profesional y ejercer el trabajo aplicando la misma técnica durante toda la vida. La actualización de los conocimientos, y el interés por aprovechar las nuevas oportunidades educativas, es un factor de primera importancia considerando la nueva dinámica social y económica
En la actualidad se puede asumir que estamos asistiendo a una nueva revolución educacional, la cual tiene que ver con el continúo proceso formativo y especialización profesional, que está experimentando nuestro sistema social.
Durante mucho tiempo en nuestra historia, la educación fue vista como un periodo inicial de formación, para luego pasar a una vida de trabajo. Ahora ese proceso es para toda la vida. Tal vez no sea descabellado plantear que por primera vez lo que estudia una persona, al inicio de una carrera técnico o profesional, quedará prontamente obsoleto si no es capaz de adquirir nuevas habilidades y competencias.
Por lo mismo, en artículos anteriores hemos hecho referencia, y destacado la importancia de mantener una continua formación y perfeccionamiento profesional, como consecuencia de las nuevas exigencias laborales. Pero este análisis involucra aspectos que van más allá del ámbito laboral, ya que el crecimiento profesional del país es un tema transversal.
Necesidad para elevar los índices de competitividad del país
El diseñar estrategias para la formación y capacitación permanente para los agentes involucrados en los procesos productivos de las empresas o industrias - vale decir su equipo humano - es mucho más necesario que la modernización y tecnologización de los procesos productivos - vale decir recursos técnicos. Ya que lo primero permite el aprendizaje a lo largo de toda la vida, y contribuye a mejorar de manera permanente las competencias y habilidades laborales de las personas. En cambio, las máquinas son reemplazadas una vez acabada su vida útil.
Según lo señala el Centro de Estudios para América Latina y el Caribe (CEPAL), la auténtica competitividad de un país, supone contar con recursos humanos pertinentes y capacitados para su trabajo, y con capacidad para agregar progresivamente valor intelectual y progreso técnico a su base de recursos naturales, resguardándolos y enriqueciéndolos. Esto significa generar posibilidades de acceso cercanas y concretas para trabajadores y profesionales, en pos de ésta nueva lógica educacional.
Otros factores involucrados
De igual forma, uno de los factores que ha incidido fuertemente en la amplia oferta académica orientada a profesionales y trabajadores, dice relación con la baja natalidad que ha experimentado nuestro país los últimos diez años. En el año 2003, según la Sociedad Chilena de Fertilidad, por primera vez el índice de fertilidad de las mujeres entre 15 y 49 años está por debajo de la cifra de reemplazo de la población. De igual forma el último censo realizado en nuestro país, el año 2002, indica que la tasa de natalidad bajó de 22.3 en 1990 a 16.8 el 2001, por cada mil habitantes. Esto está haciendo de nuestro país una nación más adulta, por lo que los espacios educacionales deben estar orientados sobre aquella realidad.
En el mismo sentido, los estudios han indicado que el control de la natalidad para los quintiles más pobres de nuestra nación, es mucho más difícil, por lo mismo, se desprende que Chile está creciendo con los más pobres. Al respecto, el doctor Juan Antonio Vera, ex presidente de la Sociedad Chilena de Fertilidad indica "El único grupo que registra holgadamente índices positivos de natalidad son las mujeres menores de 20 años y de ellas se sabe que, de un 40% a un 50%, son solteras y pertenecen en un 60% al quintil más pobre". Por lo tanto favorecer, espacios formativos y académicos a dicha población, es una obligación de país.
Otro factor importante que posibilita el acceso a la Educación Superior a un número mayor de personas, está relacionado con lo que se denomina la Sociedad del Conocimiento, el cual está ligado con el uso masivo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs). Estas tecnologías han permitido, entre otras cosas, los procesos de formación a distancia, y han demostrado ser una herramienta útil y que ha dado mayor dinamismo a este nuevo proceso.
La importancia de la Educación en éste contexto
En virtud de lo anterior, asumir la importancia de una formación permanente, o acceder por primera vez a la Educación Superior, aprovechando las nuevas posibilidades de ingreso, involucra una responsabilidad de todos los actores afectados. Tanto de la Universidad, ofreciendo y garantizando dichos espacios de alta calidad, como de las personas que deben asimilar la importancia de la educación, como la herramienta más efectiva para avanzar sobre nuevos horizontes sociales.
Esta lógica se aplica porque serán las empresas, las que estarán atentas en contratar a las personas que sean capaces de desarrollar su trabajo en el mercado laboral atendiendo los nuevos niveles y exigencias. Aquello les garantiza un mayor dominio del trabajo, por lo tanto una mayor productividad y competitividad, y por ende, mayores grados de satisfacción, tanto del empleador como del empleado.
En tal sentido, el despliegue de la Universidad Arturo Prat a lo largo de nuestro país ofreciendo nuevos espacios educativos, apunta a lograr mayores grados de equidad en la población, des-elitizando el acceso, ya que la existencia de una sociedad más equitativa, con mayor igualdad de oportunidades y con mayor capacidad de integración, resulta absolutamente necesaria, además de contribuir a que nuestro país logre mayores niveles de competitividad. Así, se hace Universidad.