Viernes 5 de abril de 2019

Investigadores pioneros en la Quinua

Más de 100 iniciativas entre,publicaciones, artículos, participaciones en libros y tesis en torno a la Chenopodium quinoa Wild, más conocida como Quinua, han desarrollado durante más de tres décadas investigadores de la Universidad Arturo Prat,

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Bajo el lema de hacer florecer el desierto, desde hace varias décadas la Universidad Arturo Prat está trabajando con diversos cultivos. Uno de ellos es la Quinua, hoy denominada un superalimento no solamente para la región sino para el mundo, debido a su capacidad de adaptación a las zonas áridas;  su alto nivel de proteínas; riqueza en aminoácidos y en Omega 6; presencia de minerales como el calcio, hierro y magnesio, además de vitaminas y fósforo, así lo señala uno de los referentes en esta temática en la región, el Dr. José Delatorre.

Durante 34 años junto a investigadores como el Dr. Jorge Olave, la Dra. María Isabel Oliva, el Dr. Jorge Arenas y el Dr. Victor Tello, entre otros, a los que se ha sumado la Dra. Karina Ruz como refuerzo del capital humano existente, la UNAP ha aportado transfiriendo sus nuevos conocimientos  a la comunidad, para que los agricultores aprovechen al máximo este recurso alimenticio.

"Uno de los precursores de la labor que realizamos desde 1985, fue en esa época el Ingeniero Agrónomo Ítalo Lanino Rozas, que de manera visionaria efectuó la  primera colecta de germoplasma nativo y una publicación respecto al tema. Nosotros estábamos recién ingresando a la Universidad y enganchamos rápidamente, realizando una publicación de caracterización de ecotipos de la quinua, comenzando  así un trabajo de investigación que todavía seguimos", señaló el Dr. Delatorre.

De acuerdo al investigador esta tarea se inició de manera silenciosa y con fondos de la UNAP, cultivando primero en la Pampa del Tamarugal  y luego en el altiplano. "Plantamos quinua en el Centro Experimental de Canchones, y vimos cómo se adaptó fácilmente, llegando a producir 10 mil kilos por hectáreas de manera experimental. Era una especie nueva, desconocida incluso para la fauna, por lo que el primer año las aves no se comieron las semillas porque eran amargas, al año siguiente ya eran de su gusto". Aclara que hicieron ensayos de densidad, siembra, fertilización, riego, y eficiencia del agua, dando origen a numerosas publicaciones en revistas de corte investigativo que sirvieron de base para estudios a nivel nacional e internacional.

En cuanto a las autoridades nacionales y regionales de esa época, precisa que al ser la quinua desconocida y asociada al mundo indígena, no era considerada al momento de entregar recursos, ya que se veía como un cultivo básico. Frente a ello, y conociendo sus potencialidades, la Universidad asumió por muchos años el financiamiento de estas investigaciones.

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PROYECTOS

Precisa el Dr. Delatorre que el año 2005 se ganó un proyecto del Fondo de Innovación Agraria, FIA, denominado "Innovación Tecnológica y Creación de Negocios para la Producción Mejorada de la Quinua en la comunidad de Ancovinto" que duró 3 años y  a partir de entonces comenzaron a obtener más fondos externos para la realización de distintos estudios.

"Este proyecto se convirtió en un hito dentro de lo que han efectuado en investigación de la quinua, ya que la comunidad de Ancovinto los acogió pudiendo realizar estudios respecto al riego, ya que si bien los cultivos se adaptaban y crecían con la lluvia del altiplano, las precipitaciones variaban y a veces eran insuficientes, provocando que la planta no tuviera el crecimiento o rendimiento adecuado. Esto motivó la construcción de un pozo para realizar riego tecnificado estilo californiano; se estudió la aplicación de fertilizantes;  el manejo de plagas y de suelos, entre otros,  siendo  el logro más importante la colaboración prestada a los agricultores para conformar la Cooperativa Agrícola Aymará de Ancovinto, Quinuacoop que hasta hoy existe".

Asimismo, afirmó que otra actividad relevante para los agricultores fue la gira de 10 días junto al equipo de investigadores de la UNAP a Ecuador, Perú y Bolivia, donde recorrieron los principales centros de producción de este cultivo.

Por otra parte, en lo que respecta al trabajo realizado en relación a las plagas en Ancovinto, el Dr. Víctor Tello, afirmó que se hizo un estudio taxonómico a las principales plagas, para evitar daños en la quinua, estudiando los pesticidas más convenientes.

En tanto, la Ingeniera en Alimentos, María Isabel Oliva, destacó que se trabajaron variadas temáticas para optimizar la post cosecha, entre ellas  la disminución de las pérdidas provocadas por el viento que corresponden a un 35%, para lo que se utilizó  un secador solar; además se  escarificó de manera diferente utilizando  una máquina que le da un sabor especial a la quinua; se mejoró el proceso de trilla; se midieron sus  propiedades funcionales y aportes nutricionales para después  transformarla en un alimento saludable, dando origen así a un recetario cuyo lema era  "Un compromiso con los sabores ancestrales y con la salud de la población". Cabe destacar también que en el Centro Experimental de Canchones se implementó una planta para limpiar quinua.

Otro de los estudios realizados, de acuerdo al Dr. Jorge Arenas, tuvo como propósito  aumentar los rendimientos en la producción, para lo cual  la UNAP en conjunto con el Ministerio de Agricultura, investigó  las necesidades de agua para el cultivo de la quinua en el altiplano, desarrollando un  sistema de riego para ciertos sectores. Estudio que requiere continuarse dada los efectos del cambio climático.

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MÁS INVESTIGACION

Con el correr del tiempo, las iniciativas respecto a la quinua que en una primera etapa fueron financiadas por la Universidad, contarían más tarde con recursos de organismos e instituciones nacionales e internacionales (FIA, FAO, ODEPA, CONICYT, la Unión Europea, NRA Francia e ICGEB_TWAS Join plant Biotechnologiry Programme), entre otros que comprendieron que este superalimento podría palear los problemas de hambruna a futuro.

Cabe destacar además que los diversos estudios en lo que respecta a densidad, siembra, fertilización, riego y eficiencia del agua, por nombrar solo algunos, han dado origen a numerosas publicaciones en revistas de corte científico, y a la participación en congresos y simposios, donde se han compartido estos nuevos saberes.

En la actualidad la Institución continúa trabajando en el tema, es así como el director del Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos de la UNAP, Dr. Jorge Olave, precisa que están evaluando el efecto del riego por goteo en el cultivo de quinua de manera suplementaria, iniciativa que se inició en  el 2017 y  terminará el próximo mes.

Por otra parte, el Dr. Delatorre, director además del Doctorado en Agricultura para Ambientes  Áridos y Desérticos, que dicta la UNAP, señaló que se están llevando  a cabo tres tesis doctorales, una de ella respecto a cómo afecta el cambio climático este tipo de cultivo, otra en relación al uso de barreras vivas para evitar la degradación de la zonas cultivadas y la tercera sobre el balance del nitrógeno en quinua.

En relación al futuro en estas investigaciones la Dra. Karina Ruz, afirmó que "Siempre aparecen nuevos temas, preguntas y aplicaciones, por lo que es necesario continuar avanzando y ver qué tópicos cobran relevancia como, por ejemplo, la sostenibilidad y los agro sistemas del desierto. "Creo que es importante abocarnos a realizar estudios a largo plazo con un acompañamiento  continuo al  agricultor, como se realiza en países que han logrado grandes avances. Chile tiene numerosas ventajas en lo que respecta a la Quinua, pero es fundamental saber cómo aprovecharlas, de tal manera que este cultivo, los suelos y el agua, no se agoten por un mal uso de los recursos".

Finalmente, el Dr. Delatorre precisó que existe una renovación de los investigadores que trabajan el tema en la Universidad y además, se está preparando a otros para continuar aportando, es así como hoy en el programa doctoral en Agricultura para Ambiente Áridos - Desértico existen ya dos tesis que, serán una gran contribución

"Ayer la quinua era desconocida e incluso ignorada por su origen, hoy es considerada gourmet gracias a nuestros investigadores, que apoyando a los agricultores han dado presencia en el mundo a este superalimento".


Eugenia Guzman V
euguzman@unap.cl