Miércoles 24 de abril de 2019

Unapinos conociendo el espacio

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Las posibilidades de que nuestro país se integre a la carrera espacial, se ven para muchos como algo casi imposible, no obstante pocos saben que con mayor o menor éxito los chilenos nos lanzamos a esta aventura desde hace ya varias décadas. Es así como en nuestra historia tenemos ya un astronauta, la construcción y lanzamiento de  satélites, observatorios en los cielos más famosos por su visibilidad e investigadoras que han descubierto un exoplaneta y  una estrella enana,  entre otros  hitos, logros  a los que  ahora se sumarán los alcanzados por dos jóvenes de la Universidad Arturo Prat, Eduardo Peña Ingeniero en Biotecnología, estudiante de postgrado e investigador de la Universidad Arturo Prat y Felipe Suazo, estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de esta Casa de Estudios Superiores.

Estos avezados jóvenes, producto de su deseo por saber más del espacio, investigar y desarrollarse en esta área, realizaron hace algunas semanas un curso de capacitación en Estados Unidos, a cargo de  Embry-Riddle Aeronautical University en Florida en el marco del Proyecto PoSSUM, Polar Suborbital Science in the Upper Mesosphere, que consiste en un programa de investigación y educación astronáutica que estudia nuestra atmósfera y su papel en el cambio climático.

Este programa patrocinado por la NASA, es certificado por Space Educational Product, entre otros organismos, y mediante la  investigación y educación, pretende ampliar los conocimientos del universo para quienes deseen investigar  sus maravillas o convertirse en futuros candidatos a astronautas científicos.

 

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Eduardo y Felipe probando un traje espacial

 

VIAJE

Conocer sus límites a nivel mental y físico fueron algunos de los objetivos de estos cursos preparatorios  que los jóvenes debieron afrontar,  es así como Eduardo Peña,  realizó el curso de PoSSUM Scientist-Astronaut Qualification Program y Felipe el Advanced PoSSUM Academy. De esta manera, midieron sus capacidades a través de varias pruebas que no muchos podrían pasar. "La verdad que todo este período fue muy intenso con clases online desde Chile, aprendiendo distintas  materias  como mesosfera, fisiología espacial e hipoxia, entre otros. Una vez que viajamos teníamos un horario ajustado, donde además de contenidos  habían  sesiones  de  submarinismo, piloteo,  simulación intravehicular con el traje de astronauta,  ingreso a una cámara de hipoxia para conocer como nuestro cuerpo reaccionaba a distintos niveles de oxígeno, viviendo también la simulación de presiones, entre otras actividades y, finalmente,  fuimos evaluados mediante una prueba para aprobar los cursos", afirmó Eduardo Peña.

 

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Probar sus capacidades en ambientes extremos y actividades como el buceo.

 

Aclaró que vivieron momentos únicos como un vuelo de fuerza +/-G, que equivale a una velocidad de 600 kilómetros por minuto," Supimos lo que era la fuerza  positiva, negativa y la gravedad 0, además compartir con otros estudiantes y profesionales de gran trayectoria. En mi caso una de mis compañeras  participaba en este curso porque estaba haciendo un postdoctorado en la Nasa y  el estudiar aquí  le permitía obtener  créditos".

En tanto, Felipe afirmó que fue una experiencia inolvidable "Ha sido una gran oportunidad que nos permitió ampliar nuestros contactos con especialistas, conocer, por ejemplo, a un astronauta  como Winston Scott, ingeniero de la Nasa y experto en fisiología espacial, quien estuvo más de 24 días en el espacio y realizó tres caminatas  espaciales. Esta vivencia, además nos abrió nuevos horizontes en lo que respecta a lo que podemos hacer a futuro en el área".

 

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Otra  experiencia  inolvidable, conocer al astronauta Wiston Scott.

 

Ambos, jóvenes agradecieron a la Universidad, a través del Rector, Gustavo Soto Bringas; la Directora General de Relaciones Internacionales, Dra. Marcela Quintana Lara;  la Directora del Instituto de Estudios de  la Salud, Dra. Patricia Siqués y a su familia, por el gran apoyo brindado. "Gracias a todos ellos hemos alcanzado algo que algunos consideran imposible, lo que nos motiva a continuar investigando en esta área. Muchos  dirán que esto es una locura, pero el desarrollo muchas veces es el resultado de grandes locuras ".

 

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Eduardo en Cámara de Hipoxia

 

VOCACIÓN POR INVESTIGAR

Desde ser piloto comercial en el espacio hasta conocer los efectos del cambio climático, entre otros temas son algunos de las áreas que a estos jóvenes les interesaría explorar y continuar ampliando." Ver  todo lo que se puede hacer en el espacio y los retos que implica,  sin duda, es un gran aliciente. Regresamos con muchas ideas que queremos concretar con la ayuda de la Universidad, lo cual implica el desarrollo de investigaciones y quizás una de las  tareas más difícil y a la vez enriquecedora será difundir en las nuevas generaciones lo que aprendimos. La idea es que  tanto de estudiantes universitarios, como también de enseñanza media y básica de la región vean que todo es posible si se esfuerzan, fomentar en ellos una vocación por investigar", precisa Eduardo Peña.

 

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Felipe Suazo, junto a sus compañeros de curso.

 

Por otra parte,  Felipe, manifestó que hoy al mundo científico se suman los requerimientos de lo que será una nueva área a explorar, como es el turismo espacial. "Además de estudios respecto a situaciones que afectan a la Tierra, como contaminación, cambio climático y otros, se generarán en el espacio también grandes requerimientos en el  área turística que deberán ser satisfechos. Aquí  tendrá un papel fundamental el contar con especialistas preparados, por ejemplo, en realizar viajes turísticos netamente comerciales y para ello se deberá investigar cómo solucionar las problemáticas que esto acarreará":

Respecto a lo que les espera a futuro, los jóvenes señalan que desean seguir aprendiendo y complementando con otros cursos lo que hasta ahora saben.

 

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Felipe e y Eduardo en aeroplano de vuelo

 

APOYO

"El sueño por llegar más allá de nuestro planeta y beneficiarse con los conocimientos que se obtengan en bien de la humanidad, ha estado siempre en la historia del hombre y en la actualidad gracias a la motivación y esfuerzo de estos jóvenes, apoyados por el Instituto de Estudios de la Salud y la Dirección General de Relaciones Internacionales de la Universidad, estamos viendo que se puede", precisa el Rector de la UNAP, Gustavo Soto Bringas.

La máxima autoridad universitaria destacó que ha sido fundamental en todo este proceso el empuje y convicción que han demostrado. "Ellos nos han confirmado que  es necesario reforzar y estimular la vocación por las ciencias, y es eso lo que nos ha movido como Institución a apoyarlos. Siendo ellos los principales gestores de esta viaje y de lo que continuarán aportando a los miles de estudiantes  que hoy ven en ellos un referente a seguir, como también a su Universidad, la región y el país".

 

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Los jóvenes tras su grandiosa experiencia agradecieron el apoyo recibido por la UNAP.

 

Al respecto la Directora de Relaciones Internacionales, Dra. Marcela Quintana, precisó, "Eduardo y Felipe vivieron una experiencia increíble y única,  que los ha motivado a continuar por este camino y seguir estudiando para concretar más adelante nuevos desafíos personales como sería el ir al espacio" .

Asimismo, la Dra. Patricia Siqués, investigadora del Instituto de Estudios de la Salud, manifestó que lo que han logrado es inédito a nivel nacional. "Esto es producto del trabajo en investigación realizado por el Instituto  y que en este momento está abocado a una nueva iniciativa del Fondo de Innovación a la Competitividad, FIC, en ambientes extremos como es el proyecto Hábitat, que se originó debido a la estrecha relación que tenemos entre la UNAP y diversos organismos que trabajan en estos temas. Estos jóvenes demuestran que en regiones se puede soñar con el espacio y más allá".

 

Eugenia Guzmán V.
euguzman@unap.cl