Miércoles 4 de enero de 2023
Con aplicación para neurodivergentes

Daniela Venegas Araya, Ingeniera Civil Industrial de la UNAP ganó Premio Her Global Impact

La aplicación que está hoy en prototipo, entre otras cosas, mediante el reconocimiento facial posibilita entender las emociones de las y los otros.

Daniela Venegas Araya es la tercera entre 4 hijos, iquiqueña y orgullosa liceana del A-7, que guiada por su hermano Marco, que era Ingeniero en Minas, decidió estudiar la carrera de Ingeniería Civil Industrial, en esta misma Casa de Estudios Superiores.  

Esta alternativa académica que para el año 2006 era considerada como “para hombres”, poco a poco comenzó a vivir la época de cambios, donde el tema de género inició su tarea de propugnar la igualdad y la inclusión de acuerdo con las capacidades.“La verdad es que mi objetivo no era estudiar minería, pero estaba en el plan matemático en el liceo, mi familia no contaba con los recursos para enviarme a otra región, mi hermano que ya era ingeniero me hablaba de su experiencia y me pareció lo más lógico escoger esa carrera”.

Así esta joven estudiosa, pero retraída comenzó su vida universitaria pensando que tal vez no lo iba a pasar tan bien, recordando su enseñanza básica, sin embargo, confiesa que durante esos años conoció a grandes amigos que la acompañaron durante toda su vida universitaria. De esta manera, sus ganas de estudiar, su deseo de superarse y el apoyo de su familia, compañeras y compañeros, fue el impulso que necesitó para concretar este sueño “En la básica no tuve amigos, por lo que cuando entré a la Universidad, comencé una etapa inolvidable donde viví grandes experiencias, conocí a excelentes profesores y tengo los mejores recuerdos de esa época.  Tenía como jefe de carrera y académico en ese tiempo, Alberto Martínez hoy Rector, y mi profesora de tesis fue, Purísima Neira, grandes formadores y personas que sacaron lo mejor de mí”.  

Señala la profesional que en ese tiempo todos se conocían al ser una Institución pequeña y se hacía vida en comunidad, “Allí aprendí a trabajar en equipo y a valorar el aporte de los otros, por lo cual a quienes están en la Universidad les digo que se motiven, porque nada es imposible y con trabajo podrán lograr todo lo que  se proponga”.

Añade que una vez que terminó su tesis en enero de 2013, se trasladó a Santiago y en marzo de ese mismo año encontró trabajo. “Me quedé acá y he seguido estudiando otras cosas como diplomado en BI, Transformación digital, visualización de datos, también en paralelo estudie artes y gestión cultural. En el segundo semestre del 2022 fui becada y entré a la Academia de Innovación que organiza Her Global Impact, porque quería hacer un proyecto el cual dejé de lado para ayudar a niñas y niños que como mi sobrino tienen problemas en la escuela.  Aprendí de esta manera a formular iniciativas y la presenté en el “Challenge” donde competí con 70 iniciativas que se presentaron de toda Latinoamérica”.

Destaca que, si bien no pensaba ganar, porque había muchos proyectos geniales, “cuando di mi pitch y me atreví a contar el por qué esta problemática era tan cercana, narrando mis vivencias y las de mi sobrino, creo que toqué la emocionalidad del jurado y vieron el gran aporte que podría ser esta aplicación para las futuras generaciones “.

APLICACIÓN

Esta aplicación para personas neurodivergentes que permite entre otras cosas el reconocimiento facial, detectando las emociones, es decir, si estás alegre, triste o enojado.

Asimismo, este proyecto considera otras funcionalidades, como mapas, estadísticas y foros, para que las personas que la utilicen puedan interactuar.

De acuerdo con esta ingeniera de la UNAP “Los últimos años, por diversas dificultades comencé a tratarme con un psicólogo, coincidiendo el 2021 con el hecho de que mi sobrino también fuera diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA)”.  Así desde que ambos recibimos el mismo diagnóstico, toda mi conducta me hizo sentido, tratando de alguna manera de buscar formas que pudiesen contribuir para que él pudiese entender el proceso de aprendizaje que constituye vivir en comunidad.

Porque Daniela no solo está comprometida con ser la mejor, sino que además hoy la inspira trabajar por ayudar a otras y otros, es que en paralelo a su trabajo como Jefe de Departamento de Sistemas Satélites en Nexus S.A., realiza desde hace años un voluntariado en la Fundación Inspiring Girls, dando charlas a niñas de escasos recursos, contando su vida y su experiencia al ser ingeniera y autista.

Agrega la profesional que prontamente espera que el prototipo que elaboró y presentó pueda ser una realidad, tanto con el premio obtenido como además la postulación al fondo Semilla Inicia de Corfo que realizará. “En la actualidad siento una gran responsabilidad con este proyecto porque muchas personas esperan que mi experiencia y aplicación puedan marcar una diferencia y ayudar a sus seres queridos”.

 

Eugenia Guzmán Vera