Todos los chilenos sabemos que nuestro país es uno de los más sísmicos del mundo, es más, tenemos en nuestros anales el terremoto más grande del que haya registro en la historia de la humanidad, Valdivia, 1960. Si a esto le sumamos el hecho de que  Chile se sitúa justo sobre el límite entre las placas de Nazca y Sudamericanas, las que cada cierto tiempo liberan energía al reacomodarse, sin duda este tema es de preocupación para todos quienes habitamos esta angosta faja de tierra .

Es en este marco que  Carlos Tassara, Profesor de matemática y física, dedicado al estudio de la geofísica e investigador de la Facultad de Arquitectura e Ingeniería de la  Universidad Arturo Prat,  hoy se encuentra investigando las señales sísmicas ante un terremoto, lo que ha dado origen a una novedosa publicación científica que hace alusión al último terremoto que se produjo en Iquique.

"Esta publicación es producto de la participación en  un curso de entrenamiento y perfeccionamiento  en análisis de señales sísmicas, impartidas  Instituto Alemán GFZ en Colombia, donde  el compromiso era realizar una publicación en relación al tema. De esta manera se conformó un equipo con profesionales  del GFZ y estudiantes del doctorado de este curso, donde mi tarea fue la instalación, manejo técnico de los instrumentos y software al igual que la lectura de la información, luego el equipo realizó la interpretación y comparación de los mismos", manifestó el académico.

En  la publicación se indica que hay sismos que pueden haber sido  señales precursoras del terremoto  del 1 de abril 2014, llegando a relacionar la sismicidad de Pisagua y Patache, como una forma previa para que la corteza se preparara  y  luego tener una ruptura más violenta, que  la ocurrida durante el terremoto.

Tassara, destacó que si bien esto no ha ocurrido siempre en los terremotos,  al revisar algunos textos  se puede encontrar que en el año 1600 un historiador habla en su relato de un terremoto de temblores acaecido en esa época en el norte de Chile, lo que podría ser entendido hoy como un gran terremoto.

No obstante, el especialista recalcó que para tranquilidad de nosotros  eso podría  significar que el ciclo sísmico es mucho más más largo de lo que se cree, alrededor de unos 300 años en los terremotos subducción en nuestra zona, pero para determinar esto se requiere de más estudios. Agregó además que la región  también se puede ver afectada por terremotos que ocurren en la corteza y al interior los que hasta hoy son los menos estudiados.