Page 9 - CONEXUS - Mayo 2011

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Resumen: El legado de Arturo Prat de Bernardo Guerreo Jiménez
A
¿Quién fue ese hombre que se sacrificó en las
aguas iquiqueñas ese lejano 21 de mayo de 1879?
gustín Arturo Prat Chacón, nace el 2 de marzo de 1849 en Ninhue en el sur de Chile.
Su vida como la de todo hombre marcado por la historia, se construye sobre la base del tesón
y el sacrificio. Hombre de mar y abogado, Prat sintetiza mejor que nadie el ideal del héroe
que toda nación desea.
Arturo Prat nos hizo chilenos. Su heroica acción que le costó la muerte, nos señaló el inicio de la
soberanía nacional sobre Iquique. A pesar de la derrota de esa batalla, ésta tiene el valor
paradigmático de señalar el acto heroico como el modelo a imitar tanto en la guerra como en la paz.
No importa el resultado de la batalla, lo que importa es el acto. La rendición es un valor no aceptado,
no tolerado. La arenga de Prat es decidora:
El combate es desigual. Nunca se ha arriado la bandera
frente al enemigo. Espero esta no sea la ocasión de hacerla. Si yo muero mis oficiales sabrán cumplir
con su deber. ¡Viva Chile!
Y se lanza Arturo Prat a la inmortalidad, y con ello nos arrastra con su ejemplo. Más allá, en la muerte,
el Prat ofrendado, el Prat sacrificado nos sigue penando - en el buen sentido de la palabra - con su
ejemplo.
La Universidad Arturo Prat,
inserta en el corazón del
norte grande, mira más allá
de sus fronteras y trata de
insertarse, activa y
críticamente, al mundo que
cada día se abre más y más.
No en vano, la idea de que
vivimos en una aldea global,
nos impone el desafío de
pensar globalmente, pero de
actuar localmente. Y en este
accionar, la mirada al pasado,
reverente e inspiradora, nos
debe señalar el rumbo en
este nuevo siglo que ya
comenzó, cargado de
promesas, pero también de
temores.
En esta ocasión en que
recordamos a Arturo Prat, la
Universidad que se honra en
llevar su nombre, se
compromete con el ejemplo
del héroe y del abogado, a
proyectarse en el futuro, no
olvidando al hombre, al padre
de familia, al esposo.
El legado de Prat en esas
vertientes, nos debe iluminar
en el camino de la ciencia, de
la ética y sobre todo del
compromiso. Entender que la
vida, vale la pena vivirla, y que
ofrendarla por ideales, hacen
al hombre o a la mujer, más
humanos, y en consecuencia
más cercanos a nosotros.