LA ANDRAGOGÍA, EL ARTE DE EDUCAR ADULTOS

(Una visión general)

Documento académico

2021

 

La Sociedad del Conocimiento y la información están desafiando los paradigmas de cómo aprenden los adultos. A su vez como aplican lo aprendido a su mundo laboral. La Andragogía, el arte de educar adultos, hoy es la protagonista en muchas Casas de Estudios de Educación Superior del siglo XXI. Los distintos programas formativos, sean éstos presenciales, e-learning, on line, en formato sincrónico o asincrónico, son abordados en base a la perspectiva de quién es un adulto, cómo aprende, cuál es su experiencia, cuál es su desarrollo fisiológico, social y cognitivo. También cómo se relacionan con otros, su visión del mundo, entre otros aspectos. En resumidas cuentas, lo que se pretende es lograr el más alto aprendizaje significativo de este grupo de individuos.

Malcolm Knwoles es considerado el padre de la Andragogía. Fue él quien planteó los pilares fundamentales de la disciplina en el siglo XX, a pesar que el profesor Alexander Kapp ya había acuñado el término el año 1833 refiriéndose a la escuela de Platón. No obstante, Knwoles (1970), en su libro “La práctica moderna de Educación de Adulto: Andragogía contra Pedagogía”, también señaló la diferencia entre el aprendizaje de un niño (pedagogía) y de un adulto. En el primero, se evidencia un proceso guiado, no así en el segundo, pues es el adulto quien decide su acto educativo en base a sus expectativas, frustraciones, realidad laboral, familiar, sus recursos, etc.

Un primer acercamiento a la Andragogía de Knwoles es comprender cuáles son los Principios que sustentan dicha disciplina. El primero de ellos dice relación con el autoconcepto. En este sentido, un adulto es un individuo que posee la capacidad de autodirigirse. El segundo postulado se orienta al cúmulo de experiencias que tiene a su haber. Luego, la disposición que manifiesta para aprender lo motiva y le permite relacionar lo nuevo con lo que posee en su estructura cognitiva en concordancia con el mundo que le rodea. El último principio se relaciona con la capacidad que tiene para aplicar lo aprendido a las múltiples situaciones que se enfrenta día a día. Los puntos señalados pueden resumirse en dos grandes perspectivas. La horizontalidad y la participación. La horizontalidad se manifiesta en la experiencia y adultez que poseen tanto facilitador como el que aprende (Adam, 1987). La participación se da en el contexto de una mayor interrelación entre los sujetos que participan del acto andragógico, sean éstos sus compañeros y el docente.  Este principio permite al adulto despojarse de las frustraciones y fracasos que pueda tener acumulado a lo largo de su vida. En este contexto, el trabajo grupal y el diálogo con sus pares pasa a ser relevante en su proceso de enseñanza aprendizaje, creciendo y asumiendo responsabilidades de mayor peso en las actividades educativas. A la horizontalidad y la participación se suma el principio de la flexibilidad, el cual siempre debe estar presente al momento de adaptar el currículum a la realidad del adulto (Cárdenas, 200).

¿Qué características tiene el Adulto que se educa?. Es un individuo que posee mucha experiencia la cual le ha permitido avanzar por la vida y superar las vicisitudes de la misma, de una manera responsable y con plena conciencia de su actuar, tomando sus propias decisiones y asumiendo responsablemente su trabajo. También busca en todo momento la autorrealización y su transcendencia. Como estudiante asume su responsabilidad y gestiona su propio aprendizaje, está consciente de sus limitaciones, respeta y espera ser respetado, posee conocimientos de sí mismo, es crítico, formula sus propios planes y metas. A su vez es capaz de adaptarse al cambio y cualquier innovación que se le presente. Es capaz de  autoevaluarse y aceptar la coevaluación y heteroevaluación de otros, entendiendo ésta como un espacio de crecimiento y retroalimentación (Mc Clusky, 1970). Al margen de lo señalado, el adulto también es una persona con miedo a lo extraño, a hacer el ridículo, por momentos manifiesta sentimientos de inferioridad social y disgusto frente al estudio. En muchos casos, sus problemas físicos y carencia cognitiva lo complican al estar en línea con el resto de sus compañeros y la exigencia del docente. Sin embargo, el estudiante adulto debe enfrentar otras situaciones externas que le causan mucha preocupación. El destinar tiempo al estudio en desmedro de su hogar y familia le provocan conflictos emocionales y sentimientos de culpa. El cansancio de una ardua jornada de trabajo, la mala alimentación, el desplazarse de un lugar a otro y los cambios de horarios que implican estudiar cuando debiera estar descansando van alterando el ritmo de vida del educando y la sintonía con su grupo familiar.

¿Cómo debe ser el Contexto de Aprendizaje en el cual se desarrolla el estudiante andragogo?. El éxito del aprendizaje del adulto está condicionado a un espacio de equilibrio y horizontalidad entre sus pares y el facilitador, además de una atmósfera de cordialidad, empatía y de afectividad. Se sentirá tranquilo en la medida que internalice que todos al interior del salón de clases están en igualdad de condiciones, madurez, experiencia y en la búsqueda de un objetivo común.

¿Cómo Aprenden los adultos según la Andragogía?. Esta mirada se puede analizar desde lo que plantea la sicología y las diferentes teorías de aprendizaje. La sicología señala una serie de teorías que transitan desde lo social (Lev Vigostky), el aprendizaje significativo (David Ausubel), por descubrimiento (Jerome Bruner) y lo reflexivo (Donald Schön), entre otros autores. La neurobiología también aporta al tema y propone elementos de cómo un adulto aprende y memoriza bajo diversos enfoques como la repetición, la recompensa, la visualización, el estrés, el sueño y las multitareas. Todas las anteriores, bajo un escenario apropiado, excepto la última, logran un adecuado aprendizaje y memoria en los adultos.

¿Qué características debe tener un Profesor de acuerdo a la Andragogía?. Es un docente facilitador que orienta su aprendizaje desde un liderazgo democrático y participativo, motivando la autorrealización del estudiante en concordancia con sus necesidades. Una característica que destaca a un profesor andragogo es la posición que adopta frente al proceso de enseñanza aprendizaje. En este sentido, no se muestra como el dueño del conocimiento y aquel que posee las soluciones a los problemas. Al contrario, propicia el desarrollo de competencias cognitivas (saber), procedimentales (saber hacer) y actitudinales (saber ser y convivir) mediante distintas estrategias didácticas y canales de comunicación entre él y los educandos. El objetivo final es que los estudiantes alcancen independencia en la apropiación de sus aprendizajes, altos niveles de metacogniciones y procesos cognitivos superiores como el pensamiento, toma de decisiones, resolución de problemas, inferencias, entre otros elementos (Castillo, 2018).

¿Qué Metodología utiliza la Andragogía para lograr aprendizajes significativos en sus estudiantes?. El propósito de ésta es permitir que el estudiante participe activamente de su aprendizaje y alcance las competencias pertinentes de una manera sencilla y lúdica. En este sentido, el docente, actuando como un facilitador del aprendizaje y con una mirada constructivista (el estudiante es el gestor de su propio aprendizaje), debe entregar aquellas que serán apropiadas según el contexto y las características propias de los adultos que está formando.

Pimienta (2012), en su libro Estrategias de Enseñanza Aprendizaje (docencia universitaria basada en competencias ), nos muestra una serie de estrategias activo participativas aplicables a la Educación Superior. Las mismas son clasificadas según aquellas que permiten la comprensión a través de la organización de la información, por ejemplo el cuadro sinóptico, cuadro comparativo, matriz de clasificación,  matriz de inducción, diagrama radial, diagrama de árbol, mapa conceptual, mapa mental, etc. También señala estrategias grupales como el debate, simposio, mesa redonda y foro. Por último, están las de problematización como la simulación, proyectos, estudio de casos, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje in situ e investigación con tutoría por mencionar algunas.

¿Cómo debe ser un proceso de Evaluación en un contexto Andragógico?. El docente andragogo debe tener en consideración, al momento de confeccionar los distintos instrumentos evaluativos, las experiencias previas del estudiante, pues todas ellas se integrarán a los nuevos conocimientos. En rigor, lo que se integrará sólo será aquello relevante e intrínseco a las necesidades del adulto. También se deben tomar en cuenta los contenidos que más se han profundizado en clase y su relación directa con los resultados de aprendizaje esperados. Se sugiere realizar pruebas formativas para evaluar en todo momento el estado de aprendizaje de los adultos.

Es importante que el docente erradique el miedo que el estudiante adulto tiene ante el proceso evaluativo. Este último sólo debe transformarse en una herramienta que permita mejorar su formación profesional y personal, de ninguna manera un arma en su contra. En este contexto, el proceso evaluativo se planificará, diseñará y desarrollará en atención

al cumplimiento de su perfil de egreso, todo desde un ambiente andragógico de comunicación y un enfoque constructivista (Lukas,2016).

¿Qué instituciones de Educación Superior desarrollan sus procesos de enseñanza aprendizaje bajo el alero de la Andragogía?. ¿Qué podemos aprender al respecto?. La invitación es revisar la tarea que lleva a cabo la UNESR (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez) en Venezuela, la cual es pionera en Latinoamérica en la aplicación de los principios de la Andragogía en las carreras de Educación, Administración e Ingeniería de Alimentos (Caraballo, 2007). Lo mismo ocurre con la Universidad del Valle de México. Esta institución basa todo su modelo en línea con una perspectiva Andragógica, considerando al adulto como el eje rector de su proceso de enseñanza aprendizaje. Esta lógica se manifiesta en las cuatro ideas fuerza que sustentan su modelo educativo.

Por último, la Universidad Arturo Prat, en Chile, también concuerda con los principios de la Andragogía a través de sus programas de continuidad de estudios. Por más de 30 años la Facultad de Ciencias Empresariales (FACE) ha liderado y desarrollado programas de estudios orientados a adultos trabajadores en sus carreras de Ingeniería de Ejecución en Administración de Empresas, Ingeniería Comercial, Ingeniería en Control de Gestión, Ingeniería en Logística e  Ingeniería en Comercio Internacional, entre otras. Lo anterior se fundamenta bajo un modelo educativo centrado en el estudiante y en sintonía con un paradigma constructivista.

Irving Cadamuro Inostroza
Ph.D in Business Administration
Magíster en Finanzas
Magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos

 

Referencias bibliográficas

Adam, F. y Asociados. (1987). Andragogía y docencia universitaria. Caracas: Andragogic.

Caraballo Colmenares, Rosana. (2007). La andragogía en la educación superior. Investigación y Postgrado, 22(2), 187-206. Recuperado en 02 de mayo de 2021, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872007000200008&lng=es&tlng=es.

Cárdenas, D. O. E. (2020). La andragogía y su carácter interdisciplinario en la educación universitaria. Revista Digital de Investigación y Postgrado, (1), pp. 77-88. Disponible en https://redip.iesip.edu.ve/wpcontent/uploads/2020/01/La-andragogía-y-su-carácter-interdisciplinario-en-laeducación-universitaria.pdf

Castillo Silva, F. (2018). Andragogía, andragogos y sus aportaciones. Voces De La Educación, 3(6), 64-76.

Knowles (1970) - Obra La Práctica Moderna de Educación de Adultos: Andragogía contra Pedagogía, presentó su Modelo Andragógico. - Didáctica general4.webnode.es/Grupo andragogia.doc. – Disponible.

Lowe, J. (1978). La educación de adultos. Perspectivas mundiales. Trd. Pedro Fernández Falagán y Alfonso Ortiz García. España: Sígueme.

Lukas, J. (2014). Evaluación educativa Recuperado de http://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliouiasp/detail.action?docID=3228140.

Mc Clusky, H. Y. (1970). “An approach of differential psychology of the adult potencial”. En: S. M. Grabowski (ed.) Adult learning and instruction. Syracuse, N. Y. Eric Clearinhouse on adult education.

Pimienta Prieto, J. (2012). Estrategias de enseñanza-aprendizaje. Docencia universitaria basada en competencias. PEARSON EDUCACIÓN, México. ISBN: 978-607-32-0752-2. Consultar páginas 22 a 107

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