Reflexión Académica

2021

“Los procesos de individuación y socialización son las dos caras, indisociables, de la construcción de un ser humano ” (Molina, 2006,p.89). La cita planteada tiene sentido toda vez que se tome conciencia que lo relevante a analizar es cómo transita el ser humano en la sociedad (desde niño a adulto ) y las múltiples experiencias que éste va adquiriendo en sus relaciones sociales e ideales con otros. El individuo, a medida que avanza en su crecimiento personal (cognitivo, biológico, sicológico, familiar, profesional, etc ), cumplirá sus expectativas y deseos e irá fabricando su personalidad y singularidad, ajustando de paso su individuación a través de “pruebas” desafiantes que deberá enfrentar por parte de la sociedad, por cierto, sin tener claridad si las cumplirá. Al respecto  ((Simmel, (1986 ) y Berman (2006), citados en Araujo, K. y Martuccelli, 2010), señalan:  “ es propia a la modernidad y por ella la vida se vive como una aventura permanente”.

Paralelamente la sociedad, cambiante en todo momento, planteará sus lineamientos y requerimientos que espera que los sujetos  lleven a cabo en su proceso de socialización, en  consideración a los instrumentos semióticos y productos culturales que ha engendrado a la misma. Éstos podrán ser sugeridos o impuestos por la sociedad (Caso Corea del Norte, el régimen dictatorial de Kim Jong-un es quien decide sobre los sueños de las personas )  en su ruta de declaración, provocando en este último caso fisiones entre unos y otros,  las cuales llevarán a  una aceptación o no de la realidad que les tocó vivir. Al respecto señala (Pierre Bourdieu,1997,citado en Araujo, K. y Martuccelli, 2010): “La cultura engendra deseos que, inscribiéndose como expectativas en los individuos, instaura una distancia social y una frustración a veces generalizada en situaciones sociales incapaces de satisfacerlas”.

El fenómeno anterior se observa en muchas situaciones y sociedades producto de las distintas subculturas, disimilitudes de generaciones, sexos, entre otros elementos. Lamentablemente y en palabras de Sánchez (2001), los agentes sociales que actúan como socializadores están en conflicto, pues los distintos grupos inesperadamente se han potenciado en términos de poder. La televisión, la calle y otros han influido en aquello. Al parecer hoy existe una pérdida de valores y estructuras culturales, generando una deficiencia en la socialización que es casi imposible cubrir con las bases que en el pasado lo hacían la escuela y la familia. Actualmente se ha dado el paso a agentes que no poseen la experiencia moral, política y cultural para desarrollar la tarea. El Neoliberalismo mal pensado ha llevado a una pérdida de identidad cultural, que ni la educación, ni los políticos, ni los grandes pensadores se habrían imaginado.

Qué duda cabe que vivimos una sociedad inquieta, disruptiva, lejos del reduccionismo y de la lógica del siglo pasado. Una sociedad tecnológica, empoderada y exigente a todo momento, una sociedad sin paciencia que todo lo desea al instante. Es lamentable decirlo, pero las generaciones más antiguas somos los responsables de los valores, la moral y la historia que hemos tejido para los más jóvenes. Somos responsables de enseñar a no leer, a no saber leer, a no escribir, a no saber escribir con respeto, a no aprender, a no saber aprender, a no plantear ideas, a no argumentar las mismas, a pensar en las discordias entre países y el mundo (guerra comercial entre China y EE.UU), a no preocuparse por el otro ( niños que deben trabajar desde pequeños en Brasil ), a perder el interés por el medio ambiente                 ( cambio climático que aún sigue negando Donald Trump y escasez de agua en Chile ), a propiciar el individualismo (estamos 8 horas frente a un computador o pendientes de un celular sin mirar a otros cuando nos subimos al metro, a no conversar en un almuerzo), a buscar siempre un culpable sin asumir la misma, etc (la lista es interminable).

En rigor, ¡somos parte de los engendros que hemos creado!, ¡de los procesos culturales y del submundo que hemos pensado y llevado a la práctica!. ¿De qué nos quejamos entonces como sociedad?¿Quién asume la responsabilidad, usted, yo, todos juntos?.

Parafraseando  a  Araujo, K. y Martuccelli, (2010),  sólo queda esperar que el individuo se autorregule y se adapte (si es factible en su desarrollo sicológico y social),“Desde abajo”, a las pruebas que la sociedad le manifieste.

También se espera que la sociedad, “Desde arriba”, comprenda y apoye de una vez por todas al ser humano en su proceso de individuación a través de sus productos culturales (por momentos erráticos). 

Sólo mediante esta sinergía será posible avanzar frente a un mundo dinámico y continuar con esta convergencia indisoluble entre sujeto y sociedad. “El despliegue de la rica vida subjetiva dentro de los procesos de socialización es al mismo tiempo un proceso de individuación. La socialización del ser humano presupone simultáneamente el desenvolvimiento y la construcción de lo individual, de lo singular” (Sánchez, 2001, p.4).

Irving Cadamuro Inostroza
Ph.D in Business Administration
Magíster en Finanzas
Magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos

Referencias bibliográficas

Araujo, K. y Martuccelli, D. (2010). La individuación y el trabajo de los individuos. Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010.

Berman, M. Todo lo sólido se desvanece en el aire. México: Siglo XXI. 2006.

Molina, V. (2006).  Educación, evolución e individuación, en Revista PRELAC Nº2, Febrero 2006, UNESCO. 

Sánchez, Y. (2001). Vigotsky, Piaget y Freud: a propósito de la socialización. Revista Enunciación. Vol. 6, Núm. 1.

Simmel,G. (1986).El individuo y la sociedad.Barcelona:Península.


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