Lunes 25 de octubre de 2021

UNAP reorganiza y fortalece Facultades para proyectar futuro con mayor excelencia y pertinencia territorial

La Universidad Arturo Prat avanza en un autoexigente proceso para robustecer y actualizar sus áreas de pre y postgrado, producción científica, innovación, transferencia tecnológica, gestión de calidad y vinculación con el medio. Las mejoras son parte del trabajo participativo con la comunidad académica, administrativa y estudiantil.

 

 

 

 
Para proyectar su futuro como una Institución aún más desarrollada, eficiente, moderna, con nuevas carreras, mayor producción científica y un incremento en su constante vinculación con el territorio donde está inserta, la Universidad Arturo Prat (UNAP) está impulsando un proceso de reordenamiento y fortalecimiento de sus Facultades.
 
El trabajo comenzó con una propuesta inicial elaborada por la Rectoría y posteriormente fue socializada entre todos los gremios y Facultades, para que sea enriquecida producto de una discusión triestamental.

    

El rector de la Universidad Arturo Prat, Alberto Martínez Quezada, enfatizó que el reordenamiento de Facultades, ayudará a la Institución a avanzar hacia una mayor complejidad. 
 
“Esta es una gran oportunidad para construir Facultades más robustas y fortalecer las bases de nuestro Camino de transformarnos en una Universidad de mayor complejidad, generando instancias de sinergias y crecimientos multidisciplinarios enriquecedores permanentes”, explicó la máxima autoridad académica de la Casa de Estudios.
 
Los detalles sobre participación de la comunidad universitaria y la grabación de sesiones con las Facultades, están disponibles en la plataforma intranet de Campus UNAP, sección UNAP Socializa, en la categoría “Reordenamiento de Facultades”. 
 
“Se avanza una propuesta de nueva estructura orgánica para la Universidad. Se han tenido conversatorios con los gremios (académico, administrativo y estudiantil) y se han visitado la totalidad de las Facultades. En la actualidad, en algunas de ellas se han organizado comisiones que trabajan en propuestas de reordenamiento discutidas por el conjunto de la comunidad universitaria, y que serán sometidas a votación vía un plebiscito”, explicó el Dr. Pedro Buc Calderón, vicerrector de Investigación, Innovación y Postgrado.   

 

Vicerrector, ¿en qué fase de su proyección está la UNAP?
  
Por el momento nuestra Universidad viene saliendo de un proceso que incluyó una reorganización administrativa (nuevo organigrama) en los estamentos académico y administrativo. De modo concomitante se había iniciado un proceso de reflexión en cuanto a las actuales Facultades, proceso que fue interrumpido y que se ha reactualizado a partir del mes de julio del año en curso. Con la ayuda de diferentes personas perteneciendo a Facultades e Institutos, el grupo rectoral preparó un documento de base en el cual se explican las bases de un reordenamiento de las actuales Facultades.
 
¿Cuáles son algunas expectativas futuras? 
 
Un reordenamiento de Facultades aparece como algo imperativo que reviste carácter de urgencia por la acreditación en curso. Las expectativas son de alcanzar altos niveles de excelencia que permitan ir aumentando los años de acreditación y para el horizonte 2024-2025, poder acreditar el área de investigación. Asociado a estas expectativas pensamos que los objetivos misionales que se han definido en el nuevo Plan Estratégico Institucional (PEI) puedan ser alcanzados. Hablamos de nuestra inserción en las regiones de Tarapacá y la Provincia de Malleco, en las cuales, según lo expresa nuestro rector: “queremos ser un actor relevante”. Es decir, nos interesa generar conocimiento en ambas regiones y ser portavoz de los sueños y esperanzas de las comunidades que las habitan. 
 
¿Qué potencialidades de la Universidad es posible destacar? 
 
No hay que olvidar que la UNAP es la heredera de la sede Regional que la Universidad de Chile creó en Iquique hace más de medio siglo. A la experiencia acumulada se han ido desarrollando saberes y conocimientos en distintas áreas tales como Relaciones Internacionales y Migraciones Transfronterizas, Fisiología de la Medicina de Altura, Agricultura en condiciones extremas, etc. En tiempos recientes se han ido creando conocimientos en Física Teórica, Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Procesos Biotecnológicos; Desarrollo Territorial y Biodiversidad, entre otros. 
 
¿De qué manera este proceso impactará en la Institución y el territorio? 
 
Aparte de los resultados esperados en la calidad de las actividades que definen el rol de la academia —es decir docencia, investigación, y vinculación—, pensamos que las interacciones virtuosas resultantes del reordenamiento de las unidades académicas, van a generar un mejor clima laboral pues la Universidad será un proyecto de un trabajo mancomunado de todas y todos quienes constituyen la comunidad universitaria. Dada la naturaleza transversal de las actividades de vinculación, la Universidad tendrá una relación más óptima con su comunidad regional, donde la mayor calidad de la docencia e investigación podrán beneficiar al mundo social, educativo y productivo.
    

 

REFERENTE 
 
En tanto, el director general de Vinculación con el Medio y Relaciones Internacionales de la UNAP, Dr. Cristian Jamett Pizarro, explicó que uno de los objetivos de la actual fase de reorganización, es generar productividad de excelencia y procesos de máxima calidad como Institución Pública del Estado, en términos de vincular la docencia y la investigación con el territorio. Todo esto a partir de tres o cuatro Facultades que puedan articular y potenciar diversas áreas del conocimiento.
 
¿Cuáles son los objetivos o expectativas de la Universidad en el mediano y largo plazo?  
      
Nuestras expectativas son que la UNAP en el mediano y largo plazo pueda constituirse en un referente nacional e internacional en términos de Universidad orientada al territorio, pues al ser una Institución Regional, tenemos una serie de oportunidades respecto a potenciar el aporte que ya realizamos al territorio, como se ha reflejado por ejemplo en el hecho de ser la primera institución de educación superior de Chile en ser parte de una Red de Universidades de América Latina y Europa, denominada SUSTER, que es financiada por la Unión Europea.
 
Esta red busca compartir experiencias internacionales entre ambos continentes, en términos de cómo contribuir a generar desarrollos locales con identidad. Como por ejemplo es el caso de la zona cafetera en Colombia, a partir de la capacitación y apoyo a cooperativas, turismo e identidad. Y nuestros territorios tienen bastante que aprender para aprovechar sus productos locales, patrimonios, historia, prácticas socio-culturales propias y únicas en el mundo, donde una docencia e investigación pertinentes territorialmente resultan fundamentales.  

 


«Uno de los objetivos de la actual fase de reorganización, es generar productividad de excelencia y procesos de máxima calidad como Institución Pública del Estado, en términos de vincular la docencia y la investigación con el territorio. Todo esto a partir de tres o cuatro Facultades que puedan articular y potenciar diversas áreas del conocimiento».


 


¿Cuáles son las fortalezas de la UNAP considerando la experiencia como Institución y su permanente labor en una zona extrema del norte de Chile? 
 
Algunos desafíos son por ejemplo el caso del calentamiento global y su efecto en las zonas costeras, la necesidad de repensar nuestra relación con el medio ambiente, así como entre Estado y sociedad hoy fracturada. Todo esto con el objetivo de que puedan derivar en una estrategia de desarrollo local después de la serie de crisis que hemos estado viviendo como región y país.
 
¿Cómo favorece a la Institución y a toda su comunidad universitaria la actual proyección, actualización y reordenamiento institucional y de Facultades?    
 
El reordenamiento es parte de una Institución que tiene una oportunidad única de reinventarse para enfrentar los nuevos estándares de calidad en materia de docencia, investigación y vinculación. Y en ese sentido, necesitamos Facultades aún más robustas, que permitan una docencia aún más integral, donde cada estudiante pueda tener mayores oportunidades de formarse en variadas áreas del conocimiento. Y con la posibilidad de realizar un aprendizaje a partir de experiencias prácticas en unidades de vinculación con el medio más integradas.
 
Por ejemplo, mediante el futuro centro comunitario, donde se van a articular las distintas áreas del conocimiento a partir de los servicios sociales que realiza la Universidad. Es el caso del centro ondontológico, psicológico, jurídico y social, entre otros.
 
Así como en el reciente proyecto “Centro Exploratorio del Conocimiento Canchones", en la Provincia del Tamarugal, donde se conformaran varios faros del conocimiento para vincular la investigación con el territorio en torno a la astronomía, medicina en altura, historia de la agricultura en el desierto, y la producción vitivinícola. Esto a partir de un circuito que estará a disposición de la comunidad escolar y en general, entre otras múltiples iniciativas. 

    

      

MOMENTO DECISIVO
 
El director general de Calidad de la UNAP, Ezequiel Martínez Rojas, también explicó el momento actual que vive la Corporación.

       

¿Cómo describe la fase en la que está hoy la Casa de Estudios?

    

La Universidad se encuentra en un momento decisivo, tensionado por nuevas normativas universitarias que nos impulsan hacia mayor calidad, excelencia y desarrollo. En este sentido, la Universidad inició a finales del año 2020 un proceso de reordenamiento administrativo, sustentado en las propias disposiciones del Plan Estratégico, cuyo objetivo fue viabilizar el proyecto institucional. Del mismo modo, y derivado de dicho Plan, la Institución determinó dar comienzo a un proceso amplio de reflexión en torno a su configuración académica, cuya primera aproximación se encuentra en un documento de base construido con aportes de personas pertenecientes a las Unidades Académica y la Rectoría, el cual durante el mes de septiembre y octubre ha sido socializado y discutido con la Comunidad.

   

¿Por qué es tan importante esta etapa en la proyección de la Institución?
 
La necesidad de reordenar la actual composición académica deriva de lo expresado en el punto anterior. Es decir, el medio y el Sistema de Educación Superior nos exigen transitar hacia la complejidad y excelencia. A este respecto, es preciso hacer mención que la Universidad se encuentra en pleno proceso de acreditación, instancia que nos ha permitido constatar asimetrías en la calidad y el desarrollo de las funciones académicas inherentes en estructuras de igual denominación, Facultades todas, hallazgo que no solo resulta pernicioso en el marco del actual proceso de acreditación, sino que además, no asegura un desarrollo sostenible en el marco de los propósitos y fines declarado en el actual Plan Estratégico y las expectativas contenidas en las leyes de educación superior y universidades estatales.
 
En efecto, con este proceso se espera alcanzar estructuras académicas fortalecidas, que impulsen la inter y transdisciplinariedad, promueva sinergias y transferencias de las mejores prácticas en un ambiente de colaboración académica, junto a una combinación de capacidades, recursos y resultados que nos presente como una Universidad reforzada para enfrentar los desafíos plasmado en nuestros postulados estratégicos, los cuales versan sobre más calidad, complejidad, vinculación y aporte efectivo al desarrollo territorial.
 
¿Qué logros relevantes puede mencionar de la UNAP a lo largo de la historia institucional?  
 
La Universidad posee una experiencia acumulada, representada por un recorrido que principia desde la fundación del Centro Universitario Regional de la Universidad de Chile hace más de medio siglo y la instalación formal de la Universidad Arturo Prat, hace 37 años. De ahí en más, la Universidad ha debido sortear un camino de obstáculos, marcado por el abandono del Estado y las altas expectativas de los territorios y actores que interactúan con ella.
 
En este contexto de vicisitudes, la UNAP ha sido capaz de cumplir con su misión de institución de educación superior estatal, desarrollando saberes, instalando grupos consolidados y pertinentes programas formativos, los que le han permitido actuar como un agente activo de movilidad social, promoviendo el acceso a al educación superior de más de 71.000 jóvenes y adultos, muchos de ellos de ambientes socioeducativos vulnerables, quienes han aportado y están aportando al desarrollo territorial y del país.
 
De este modo, la Comunidad Universitaria ha demostrado a lo largo de su historia su capacidad de sobreponerse ante las adversidades y adaptarse a entornos dinámicos, cuyo compromiso, una vez más constituye un componente decisivo para abordar este cometido.
 
¿Cuáles serían otros resultados inmediatos que se esperan del reordenamiento de Facultades?
 
Agregado a los resultados académicos, creemos que las relaciones entre las disciplinas resultantes del reordenamiento, permitirían alcanzar mayor autonomía e identidad de las áreas, reforzar los programas formativos e intensificar el aporte territorial desde una perspectiva integral, reforzada con la complementariedad de saberes.
 

 
 

F.A.V.