La hipótesis de la ontogenia no es un tema reciente. Las primeras impresiones del asunto afirmaban una relación directa de la ontogénesis y la edad adulta del ser humano. Otros autores señalan que los individuos adultos repetían formas de sus organismos inferiores. Por el contrario, Von Baer argumentaba que dicho desarrollo no era posible y que éste se efectuaba desde un nivel general a uno específico (Gould, 2010). En rigor desde una homogeneidad a una heterogeneidad diferenciada. Estudios posteriores, específicamente a través de la teoría de la recapitulación, terminaron con los argumentos de Baer.

Los planteamientos de los recapitulacionistas estuvieron basados en dos leyes principales (Gould,2010,p.3), “primera, “adición terminal”: el cambio evolutivo funciona añadiendo estadios al final de la ontogenia ancestral: segunda, “condensación”: el desarrollo se acelera a medida que los rasgos ancestrales son relegados a estadios más tempranos de los embriones descendientes”.

Estudios posteriores concluyeron, a través de la Ley Biogenética, que los postulados de los recapitulacionistas no eran acertados. “El desarrollo de partes individuales podía acelerase o retardarse en relación al de otras partes” (Gould,2013.p3).

Los resultados finales llevaron al planteamiento de una nueva forma de abordar la ontogenia y la filogenia, es decir a través de la recapitulación y pedomorfis, dejando de lado la aceleración y el retardo) (Gould, 2013).

A la luz de la información surge una nueva forma de abordar el asunto, esta vez mediante sencillas clasificaciones de procesos, concluyendo que éstos son más decidores que los resultados. En este sentido, sería más sencillo determinar criterios de comparación de antepasados y descendientes que sólo evaluarlos a través de resultados finales.

Gould, (2013), resalta el hecho de la pedomorfosis, para reflejar una estrategia de vida de las especies, toda vez que un individuo, aún estando en una instancia adulta, refleja aspectos fenotípicos (a veces genotípico) de un ser más joven. Este concepto lo contrasta con la neotenia, representada aquí por un retardo de órganos y partes. Más distinto aún es la relación que el autor realiza con el concepto de la progénesis, la cual refiera a la madurez sexual que puede alcanzar una especie producto de una aceleración en su aparato reproductor, todavía estando éste en una etapa de juventud.

Parafraseando a Gould, pareciera que el punto óptimo es la prolongación del proceso de maduración de un individuo (papel relevante de la neotenia) el cual otorga mayores beneficios biológicos y sociales, pues privilegia su crecimiento a nivel cerebral y cognitivo, logrando de esta forma una mejor adaptación al entorno. Esto es más relevante que cualquier consecuencia morfológica.

Irving Cadamuro Inostroza

Ph.D in Business Administration

Magíster en Finanzas

Magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos

Magister en Docencia en Educación Superior

Referencias bibliográficas

Gould, S. (2010) Ontogenia y Filogenia. Barcelona, España: Ed. Crítica. Págs. 17-20. 

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