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La Universidad de Chile en Iquique
La Universidad de Chile, durante la década de 1960, realizó un Contexto Provincial -XDQ*µPH]0LOODV
importante proyecto de descentralización, ampliando su quehacer Por entonces, los departamentos de Iquique y Pisagua como Rector de la Universidad de Chile
académico hacia distintas zonas del país mediante la creación de producto del cierre de las oficinas salitreras, con excepción de
los centros regionales. Este plan, gestado bajo la rectoría de Juan Oficina Victoria, atravesaban una muy difícil y compleja situación
Gómez Millas, tuvo el objetivo de impartir educación superior, económico - social, en que la surgente industria pesquera no
preferentemente, para la formación de profesionales necesarios lograba tampoco estabilizar con sus altibajos, generando pobreza (XJHQLR*RQ]£OH]5RMDV
para el desarrollo de las zonas respectivas. e incertidumbre en gran parte de su población, que llegaba en Rector de la Universidad de Chile
Las primeras sedes regionales fueron creadas en Temuco y La Iquique a los 55.185 habitantes (Censo de 1960).
Serena en el año 1961, bajo el nombre de Colegios Regionales. El departamento de Arica se hallaba con la muy beneficiosa Junta
Posteriormente surgieron las sedes de Antofagasta (1963), de Adelanto la cual incidió, en su búsqueda del desarrollo personal
Iquique (1965), Talca (1965), Osorno (1965) y Ñuble (Chillán, - educacional de sus habitante, en la formación de la Oficina 19
1966), las cuales vieron cambiar su denominación a Centros Regional de la Universidad de Chile (marzo de 1961, dependiente
Regionales desde 1966. del Centro Universitario de Antofagasta), que contaba con las
escuelas de Administración de Empresas y de Personal, Artes
Flota Pesquera. Esta Teatrales y Artes Aplicadas, y que en 1965 se transforma en el
industria, con sus Subcentro Universitario de Arica, sin pasar por la fase de “Colegio
YDLYHQHVIXHXQDGHODV Universitario Regional”.
EDVHHFRQµPLFDGHODV Así, los jóvenes tarapaqueños que aspiraban a realizar estudios
G«FDGDVGHO superiores debían viajar, en las condiciones de la época -con
El Longino, microbuses y los onerosos pasajes aéreos-, a
Antofagasta, La Serena, Santiago u otras universidades de la
zona centro - sur del país. El traslado significaba costos que no
todos podían asumir y, por lo demás, muchos de quienes partían,
terminaban finalmente emigrando, al radicarse y formar familia
en otras ciudades, sin llegar a ejercer en la provincia que requería
urgentemente de profesionales que impulsaran su desarrollo.
