Una cordial invitación de Nora Cuevas, alcaldesa de San Bernardo (Región Metropolitana), y presidenta de la Comisión Organizadora del Festival Nacional del Folklore de dicha comuna, colmó de satisfacción la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat (UNAP), con la primera invitación al académico Iván Guerra, a participar como jurado evaluador en este evento de 44 años de trayectoria, que se realizará entre el 25 de enero y el 2 de febrero.

La iniciativa artística busca contribuir al rescate, mantención y difusión de la cultura tradicional en sus diferentes manifestaciones, en particular, la música, el canto, y la danza tradicional del folklore latinoamericano.

En esa línea, Guerra destacó que "desde los años '70 muchos grupos musicales emergentes del folklor, como Los de la Costa, Chintahuay, Magisterio, el grupo folklórico del Comercial, y los Historiadores de la Pampa iban a este festival, porque se le considera como uno de los más importantes de raíz tradicional de América, y que ha protegido mucho la puesta en escena. Para mí es un honor ser considerado jurado, porque jamás se había invitado a alguien del norte a participar en la comisión evaluadora".

Añadió que "el rol de jurado es una responsabilidad muy grande, y al mismo tiempo avala mi trayectoria de más de 30 años en la danza y música folclórica tradicional, las cuales me han dado la oportunidad de ir abriendo redes de contacto. Es tremendamente importante participar, porque estaré al lado de Osvaldo Cádiz, el esposo de Margot Loyola; de Leticia Lizama, directora del Bafona; de Antonio Rivas, profesor de la Universidad de Concepción, gente valiosa y de mucho conocimiento. Hoy la UNAP puede decir que está desarrollando expertise en muchas áreas, y no solamente en el conocimiento de la tecnología, sino también en la cultura, como una manera de valorar también a los docentes de la universidad".

Asimismo, Guerra indicó que también asiste el conjunto folklórico de la Universidad de Tarapacá (UTA) que dirige Manuel Mamani, y el grupo Kirki Huayra; "en general va más de una veintena de grupos nacionales y otros internacionales".

INTERVENCIÓN

Apuntó también el académico que en su tarea "la evaluación será desde el punto de vista de la mejora, diciendo si línea artística está bien, si se tienen que concentrar en el vestuario, si a la puesta en escena le falta algo, si tienen algún contexto antropológico social, tecnológico, el espacio y tiempo en el escenario. Cuando uno llega a jurado es cuando uno adquiere la madurez para lograr eso, y estoy orgulloso".

Guerra recordó que "antes se han hecho homenajes a personajes del norte, y han participado grupos locales, pero como jurado es la primera vez. Represento a todos los artistas que en forma anónima hacen su esfuerzo para lograr su puesta en escena".

-Además es el tercer seminario que hacemos en el Festival de San Bernardo, la UNAP tiene un espacio, porque no sólo es la presentación artística, sino que también la formación. El año pasado llegaron 300 personas, y sentimos que nuestro proyecto para insertar la capacitación de los folkloristas es una propuesta importante en este evento. Y esto nace también porque tenemos una gran alianza con la Academia Nacional de Cultura Tradicional Margot Loyola, quien es premio nacional de arte-, se explayó.

LABOR
INTERNACIONAL

Como bagaje particular, Guerra compartió también su experiencia internacional: "El año pasado estuve trabajando con un grupo folclórico de Rumania, también en España, en México. He hecho clases en la Universidad San Marcos de Lima, donde dicté un curso como expositor invitado chileno. Además estuve en Colombia y en Ecuador haciendo talleres. Fui embajador de Iquique exponiendo en la semana folklórica de Frutillar; he desarrollado talleres en las universidades Católica, de Chile y Concepción. La UNAP me ha dado el espacio para desarrollarme como profesional, y además soy consejero de la cultura del Gobierno Regional".

Rescató, además, su experiencia en Rumania, en febrero de 2014. "Fui invitado por el departamento de Educación de la ciudad de Deva y revisamos la influencia afro en las danzas folklóricas latinoamericanas. Tomé, por ejemplo, la cumbia colombiana, el valls peruano y la cultura afro peruana en los festejos, las tendencias afrodescendientes de Bolivia, y en general cómo surge el movimiento criollo, muy genuino con movimientos de caderas y pies. Fue fantástico conocer Rumania y gente con mucha cultura interesada en tender otro puente. Nuestra América Morena conserva estas tradiciones", culminó el académico.