Ante una audiencia de casi un centenar de estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Arturo Prat (UNAP), esta casa de estudios inició el 27 de abril pasado la apertura del Año Académico 2015, en el marco de la buena noticia del comienzo del proceso de Autoevaluación para ingresar a la Acreditación, y la contingente clase magistral "A propósito de la Reforma Procesal Civil ¿reformatio in peius?", del doctor Diego Palomo Vélez, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Talca, y miembro de la Comisión Asesora de la Reforma Procesal Civil del ex Mandatario Sebastián Piñera y del primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, como invitado especial (Al centro en la imagen).

La ceremonia en el Aula Magna estuvo presidida por el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Damián Todorovic (a la izquierda en la imagen), junto al director de la carrera, Hans Mundaca (a la derecha en la foto), quienes dieron la bienvenida a los nuevos estudiantes en un escenario de inquieto desafío institucional y la pronta incorporación de la Reforma Procesal Civil en el país.

NUEVAS
COORDENADAS

En la eximia exposición de la charla central, Diego Palomo Vélez se abocó a dos cuestiones en relación con las bases de los cambios que se recogen en el proyecto de Reforma Procesal Civil.

"Se apuesta por un sistema en que se asume que todo proceso civil, además del interés privado, también existe un interés público comprometido con la resolución rápida y eficaz de la justicia, fundada en derecho, del conflicto. A quienes estimularon estas nuevas coordenadas del proyecto procesal civil, les pareció que ya no es suficiente con el típico discurso de que el conflicto es entre partes y, por tanto, el Estado tiene poco que hacer, poco que decir, y que el juez tiene que mantener un rol fundamentalmente pasivo. Esa lógica o paradigma decimonónico está siendo superado por la propuesta de reforma del proceso, donde los derechos son individuales y los intereses privados, pero el Estado tiene un interés público en la resolución justa y eficaz del conflicto", argumentó en su alocución.

Añadió el académico que "también se acuerda materializar el tránsito del modelo escriturado a un procedimiento exclusivamente oral, bajo el formato del modelo procesal de la audiencia. Esto implica necesariamente mayores poderes y protagonismo para los jueces civiles, porque la justicia civil ya no es un asunto que interese solamente a los privados, sino que también hay un interés público, la eficiencia de la justicia, y la justicia de la justicia".

EL PROCESO
COMO CREACIÓN

En su distinción esencial de su clase, Palomo Vélez aportó al auditorio que "el proceso es una creación del legislador, quien tiene el desafío, deber y responsabilidad de disponer de las distintas piezas para lograr un instrumento que se acerque lo más posible a la eficiencia y a la justicia. Esa construcción, que se llama proceso, es responsabilidad del legislador que dispondrá de las piezas".

Enfatizó y advirtió: "El segundo paso es necesario en saber reconocer que en esa construcción hay mínimos consustanciales e indispensables que deben estar sí o sí -no si se quiere o no se quiere-, si se quiere diseñar un proceso y no cualquier otra cosa. Esos mínimos indispensables tienen relación con lo que dice la doctrina es el principio jurídico natural: principios de audiencia, contradicción, igualdad de armas, imparcialidad de armas, y derecho de defensa. Son indiscutibles e indispensables a la hora de despejar la paja del trigo".

-Luego está la categoría que no es esencial, la de los principios jurídico - técnicos, que están en la idea misma del proceso y dependen de los intereses público - privados; están a disposición de la eficacia del proceso, porque los intereses en juego son eminentemente privados y se reflejan en la carga de la prueba. Se entrega el protagonismo a las partes o sus abogados en vez del juez-, añadió Palomo Vélez en la explicación.

"Y al final, están las reglas procesales, que son eminentemente contingentes, basadas en los principios de posibilidad y utilidad; a disposición absoluta del legislador, quien verá si las utiliza y cómo las utiliza para definir un mejor modelo procesal civil; pero no hay un mínimo indispensable que cumplir. Entonces, cuando nos encontramos a instituciones que ponen en pugna los verdaderos principios procesales necesarios consustanciales versus los mínimos indispensables, ¿por cuál tiene que decantar el legislador o el juez? ¡Evidentemente, por los verdaderos principios procesales, no hay que mezclar peras con manzanas!", afirmó con vehemencia a sus interlocutores.

AUTOEVALUACIÓN
Y ACREDITACIÓN

Desde el otro aspecto angular de la ceremonia, Damián Todorovic, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UNAP (a la izquierda en la foto), destacó que "el desafío más importante para la carrera de derecho en 2015 es la Autoevaluación para ingresar a la acreditación. Ya está trabajando en ello el comité correspondiente, y esperamos que, a más tardar en agosto, tengamos los resultados y podamos decidir el ingreso a la acreditación, al tiempo que podamos realizarlo en una manera relativamente exitosa, y con la mayor cantidad de años posibles".

-Tenemos una exigencia que se ha mantenido, y tiene que ver con un esfuerzo de la carrera por dar a los estudiantes las herramientas para que puedan enfrentar estas exigencias, como la semestralización, las asignaturas con sistemas de créditos transferibles, y la reforma del procedimiento de memoria, entre otros. Cuando acredita la carrera no es que acredite la administración o los profesores, sino la facultad, compuesta también por los estudiantes-, se explayó.

Aseguró Todorovic: "Necesitamos demostrar que todo esto que hemos hecho va en el camino correcto, que lo producen los estudiantes, como los índices de retención de estudiantes, de titulación oportuna...Son los que aprueban o reprueban. Nuestro compromiso es entregar las herramientas necesarias para que vayan en un avance curricular adecuado y un gran porcentaje apruebe su examen de grado, y vaya a la Corte Suprema a jurar como abogado".

PIONEROS EN EL
ÁMBITO JUDICIAL

En el dinámico flanco del ámbito judicial, y atendiendo el fundamento de la clase magistral, Todorovic resaltó que "dentro del perfil de egreso de la carrera de Derecho se encuentra la formación de profesionales que estén en condiciones de formarse como abogados. Los procedimientos actuales son orales. Ya están reformados los procedimientos penal, laboral, y el que falta es el civil. Es probable que en el curso de la carrera de nuestros estudiantes se vaya a producir el cambio, no es algo lejano; por tanto, los alumnos deben saber de qué se trata. La enseñanza clínica tiene que ver con estos derechos, los estudiantes participan en juicios orales".

Agregó que "en la Región de Tarapacá la Clínica Jurídica y Social de la UNAP es una clínica pionera, queremos seguir avanzando; tenemos la ventaja comparativa de que es jurídica y social, gracias a que trabajamos en conjunto con la carrera de Trabajo Social. En general nuestros profesores tienen competencia en materia procesal civil, y muchos tomamos cursos, a propósito de la Reforma Procesal Penal y ahora de la Civil".

Por último, Todorovic compartió también a los estudiantes el propósito de consolidar la Revista Corpus Iuris Regionis como un espacio de discusión, y la intención de indexar la revista en índices conocidos. Asimismo, entusiasmó a los estudiantes a participar del programa de postgrado que están levantando este año, partiendo por el de Argumentación y Litigación.