Ejemplo de Solidaridad
Es frecuente en estos días escuchar hablar de incertidumbre, desconfianza, desesperanza, las razones conocidas y diversas. Nos golpean a diario las noticias tremendas que abarcan los más diversos espectros desde el agua que inunda el desierto, el fuego que destruye milenarios bosques, hasta el desconcierto de ver a connotados actores del quehacer público y privado investigados, acusados y hasta encarcelados.
En este contexto es comprensible que nos invada una desazón colectiva, más debemos tener la capacidad de dar otra mirada y descubrir como en medio de la adversidad aparece lo mejor del ser humano y la evidencia de algo crucial, en medio de todo este ambiente poco grato la solidaridad, la generosidad siguen existiendo, es lo que con satisfacción hemos observado todos quienes tenemos el privilegio de estar cada día cerca de los jóvenes, tantas veces criticados, son ellos los primeros en organizarse y acudir en apoyo de quienes lo necesitan con urgencia, es esa movilización estudiantil la que nos hace recuperar la confianza en un mejor futuro y nos recuerda a la vez la enorme responsabilidad que tenemos quienes hemos asumido la responsabilidad de formar a las generaciones que pronto serán quienes estén a cargo del país, de la sociedad.
Los rectores de las universidades estatales hemos escuchado con atención las palabras que dijera el Rector de la Universidad de Chile, hace algunos días “las universidades estatales son la columna vertebral de la educación superior chilena”, por cierto durante más de un siglo han tenido la responsabilidad de aportar a lo largo del país formando profesionales, generando conocimiento a través de la investigación, estimulando el desarrollo del arte, de la cultura, ciertamente hemos sido eje de la educación superior. Hoy vivimos una época de profundos cambios, la educación superior ya no es exclusividad del Estado, pero su trayectoria, prestigio y sólido vínculo con la comunidad la hace tener un rol trascendental.
Los jóvenes en sus actos solidarios, en los que se unen para trabajar por un propósito común y lo hacen con absoluto desinterés y total generosidad, no solo están contribuyendo con los damnificados, nos están mostrando el camino a seguir, y nos están diciendo con hechos que ni el clima adverso, ni las miserias humanas deben ser motivo de inmovilidad, apatía, desesperanza. Es tiempo de desafíos, así lo hemos entendido las universidades estatales unidas en un propósito común: ser una columna sólida, confiable que siga contribuyendo al país y que al igual que nuestros jóvenes tenga la capacidad de aunar esfuerzos, trabajar unidos con todos quienes tengan el mismo norte de aportar a una mejor sociedad.
Mi saludo a los estudiantes, y a cada egresado que hoy que no han dudado en ponerse al servicio del bien común, ustedes son un ejemplo para todos.