Resignificando la importancia que tienen los flujos de mercancías y personas, para así explicar la escala transfronteriza del espacio salitrero, el Premio Nacional de Historia e investigador del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat, doctor Sergio González Miranda, presentó en el auditorio de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica (PUC), la edición número 60 de la "Revista de Geografía, Norte Grande".

La edición, que realiza el Instituto de Geografía de la PUC, permitió, a través de la visita del destacado investigador iquiqueño, conmemorar también los 41 años de existencia de este centro, rindiendo honores a aquellos que participaron tanto en su concepción, como en su desarrollo.

Esta instancia, fue presentada por el director del Instituto de Geografía, Federico Arenas, junto a Rodrigo Hidalgo editor de la revista científica, quienes destacaron como han podido preservar la calidad de esta publicación, durante estas últimas cuatro décadas, profundizando así sobre tanto la geografía física como humana que tiene el Norte Grande.

Sergio González Miranda consideró un honor el participar en el lanzamiento número 60 de esta edición, indicando que dicha revista fue influyente en una larga generación de intelectuales abocados a la historiografía o disciplinas afines. Explicó que por largo tiempo, "la Historia solo quedó viendo figuras, no abordando la fluida presencia de sujetos que llegan allende de los Andes".

Revisó así a través del enfoque de la microhistoria, el flujo de personas y mercancías en la transfrontera, estableciendo como objeto de análisis, el ingreso y uso de la hoja de coca, en especial entre los trabajadores que laboraban en este despoblado lugar, utilizando como marco, los estudios del espacio, aportados por el historiador de la Colonia y de la economía de la plata, Carlos Sempat Assadourian.

La importancia que tuvo este producto en las regiones de Antofagasta y Tarapacá, durante el periodo argentífero y posteriormente salitrero y que en Bolivia fue el segundo producto de exportación como producto farmacéutico, según el Premio Nacional de Historia, tuvo como significado el dolor del trabajo y desarraigo, de aquellos migrantes que laboraron en el desierto calichero.