Conocer experiencias internacionales, que permitan diversificar alternativas agrícolas en zonas con escasez hídrica, fueron parte de los objetivos que tuvo el proyecto sobre captura tecnológica para la innovación y asociación en el cultivo de la quinua, que desarrolló la Universidad Arturo Prat gracias al aporte del Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

La iniciativa, ejecutada por la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la UNAP, permitió que desde mayo, agricultores de Paredones y La Ligua junto a tres investigadores de esta casa de estudios, emprendieran una gira de captura tecnológica hasta Argentina, conociendo así la experiencia sobre el cultivo de la quinua en Jujuy.

El doctor José Delatorre, jefe del proyecto y académico de la UNAP, explicó que la instancia buscaba propiciar asociatividad a través de los conocimientos adquiridos que tienen las comunidades trasandinas, recorriendo cooperativas e instituciones dedicadas al fomento agrícola.

Precisó que además de esto, los integrantes de la comitiva participaron en el Quinto Congreso Mundial de la Quinua, visualizando experiencias académicas y prácticas de expositores de distintos puntos del orbe.

Indicó que en esta comitiva, se incorporó a representantes de Paredones (VI Región) y La Ligua (V), explicando que la quinua es una especie que requiere muy poca agua y que cuenta con un alto valor comercial, en especial para estas dos zonas agrícolas, ubicadas en el sector del secano, que desde hace varias décadas, viven procesos de sequía.

"Nosotros como universidad pública y que habitamos en una zona árida, buscamos a través de este proyecto, que estas comunidades se interiorizaran más sobre las técnicas de cultivo de la quinua, permitiendo además que a su producción se le otorgue un valor agregado, que transforme las unidades productivas de estas zonas".

El proyecto finalizó con una charla dirigida a agricultores en La Ligua y Paredones, permitiendo así difundir las potencialidades que tiene este seudocereal, definiendo así su proceso de producción y su alto valor comercial en todo el mundo.

José Miguel Riveros, presidente de Coproquinoa, quien participó en este proyecto, indicó que "estas instancias representan una tremenda oportunidad de conocer otra alternativa de producción, como es la quinua", mientras que Miriam Fernández, agricultora de Paredones y que también integró la gira y especialización, comentó que "fue una bonita experiencia visitar otro país y darse cuenta que no solo en el secano costero se produce esta especie, sino que en 90 países".