En visita de coordinación laboral, María Adela Fernández, directora del Centro Docente y de Vinculación Arica de la Universidad Arturo Prat (UNAP), pasó algunos días en la Casa Central de esta casa de estudios superiores en Iquique, oportunidad en que se dio también espacio para compartir los lineamientos, puntos fuertes y desafíos con que su entidad -la más fronteriza que ha emergido en el crecimiento de la UNAP en sus 50 años de existencia-, comienza su misión docente durante 2016.

"Los énfasis", señaló, "estarán puestos en los temas de internacionalización del Centro Docente y de Vinculación Arica de la UNAP, y cumplir convenios completos con universidades del sur del Perú, para seguir trabajando con los nexos que la UNAP ya ha establecido con proyectos de investigación, como el Fondo de Innovación para la Competitividad".

TORTUMAR

Valoró, además, que "los proyectos que ha financiado el Gobierno Regional de Arica son de académicos de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la UNAP. El que ha tenido mayor impacto mediático ha sido, principalmente, la investigación de Walter Sielfeld, que tiene que ver con las tortugas, donde incluso el equipo de trabajo -que se denominó Tortumar (en el sitio http://www.tortumarchile.com/fase2/)- ha tenido varios acercamientos con jóvenes de los liceos de Arica. Les ponen nombre a las tortugas y microradares para conocer mejor su ubicación, sus recorridos, y su alimentación. La gente ya reconoce la Puntilla de Chinchorro como el lugar donde están las tortugas, y hay muchos ejemplares enormes".

Fernández destacó, sin embargo, que tal reconocimiento "es el resultado de un trabajo bien largo. Que la gente conozca lo que está haciendo el Centro Docente y de Vinculación Arica ha sido un trabajo de muchos años. Este proyecto de alto impacto sirvió para que la gente tomara conciencia de que la UNAP no sólo tiene carreras, y nos ha diferenciado de otras universidades que tienen presencia en Arica. La idea es tener un nexo con las universidades del sur del Perú y tener intercambios de experiencia en docencia, ser la UNAP la unidad que facilite el nexo para realizar trabajos conjuntos, ya sea con académicos, investigación o doble titulación".

COMUNIDAD

En otro aspecto, comentó que en Arica "tenemos dos segmentos marcados con el estudiantado, que son las carreras técnicas de nivel superior y las carreras de pregrado trabajador. Éstos últimos vienen sólo los días sábado, y en la semana salen corriendo de sus trabajos y se quedan desde las 16 horas a las 23 horas. Se han hecho intentos por generar instancias deportivas, pero la participación no ha sido muy buena. También se organizaron campeonatos con jóvenes de pregrado trabajador, pero se van a sus casas. Estamos viendo también de atraer a los egresados con cursos de especialización y diplomados".

Respecto de la vinculación con la comunidad, añadió Fernández, "en los cursos de verano hemos tenido hasta 800 personas inscritas en los distintos cursos; hay gente que se repite. Estamos trabajando para ver la posibilidad de dictar diplomados que tengan que ver con formulación de evaluación de proyectos, o temas de violencia de género, de gestión pública, entre otros. Es un desafío incorporar en la memoria colectiva que la UNAP Arica sea una alternativa en diplomados y magisters, ofreciendo una parrilla académica más robusta. Estamos trabajando en eso".

En su espíritu de vocación, la directiva indicó, finalmente, que "en Arica tenemos una Universidad chiquita, con poco más de mil alumnos, pero siempre haciendo el énfasis en el servicio al estudiante. Lo que planteo es que el joven entra con un problema al Centro Docente, y tiene que salir de ella con el problema resuelto, y que la orientación esté enfocada al servicio".