En defensa de la política
El investigador inglés Bernard Crick (1962) sostuvo que la política, al igual que Anteo en el mito griego, tiene el don de permanecer joven, fuerte y dinámica, siempre y cuando mantenga los pies bien plantados en el suelo de su madre, la Tierra.
Advierte en su libro "En defensa de la política" que esta, no puede ser una actividad puramente práctica e inmediata y que precisamente, la persona que desea que la dejen en paz y no tener que preocuparse de esta práctica, acaba siendo el aliado inconsciente de quienes consideran que "la política es un espinoso obstáculo para sus sacrosantas intenciones de no dejar nada en paz".
Parto con esta reflexión, precisamente para avizorar un escenario electoral que marcará un 2017, que tal como un oxímoron; observamos como convulsionadamente abúlico.
El escenario político hoy en Chile, no es muy auspicioso, luego del descrédito que experimentan sus representantes y de la serie de intereses particulares, que tienen obstaculizadas iniciativas claves, como es precisamente la Reforma Educacional.
La evidencia científica es clara, tal como afirman Dalton y Wattenberg (2000), los sistemas de partidos viven una fragmentación desde la década del 80 en el mundo, marcada principalmente por la volatilidad electoral, baja aceptación ciudadana de estas instituciones, como también el surgimiento de nuevas colectividades.
Esta cifra, por cierto, representa lo que ocurre en Chile, luego que como según establecen los investigadores nacionales; Luna y Altman, nuestro país, presenta el menor nivel de activismo partidario de toda la región, declarando solo el 3% de los encuestados, haber trabajado para algún candidato o partido, contra una media sudamericana del 10%.
Más allá de sumarse a las críticas frente al rol de los políticos y de las colectividades, debo destacar la función que ejerce la política en la sociedad y la importancia que tienen los partidos, que en un sistema pleno, fortalecen la calidad de la democracia y su gobernabilidad, siendo tarea de todos construir espacios que permitan a esta práctica mantener los pies en la tierra.