Casa Central - Iquique

Centralismo

El aparente ingreso de funcionarios estatales del vecino país a nuestras tierras y la posterior escalada de entredichos gubernamentales, son el reflejo de un proceso de alta tensión diplomática, donde precisamente los más afectados no son las Cancillerías, sino más bien aquellas sociedades regionales que conviven armónicamente y que entienden que su desarrollo está dado por la reciprocidad.

Los discursos oficiales, de los cuales hemos sido testigos durante las últimas dos semanas, reflota nuevamente el sentido centralista y totalizador que tiene históricamente el Estado, desoyendo las demandas de la ciudadanía en este espacio transfronterizo, que requiere con urgencia una mayor integración que le permita establecer sus propios caminos para el desarrollo.

Por solo citar un dato duro, según el Boletín Estadístico de Zofri del 2016, el 57% de las ventas que realiza al extranjero; este centro de negocios, es destinado a Bolivia, siguiéndole muy por detrás Paraguay con el 22%.

En el ámbito biológico, existe una gran biodiversidad que invisibiliza el sentido de frontera política que buscan imprimir los dos Estados, teniendo tanto con el sur de Perú, como el Centro Oeste de Bolivia, una similitud de especies, tales como: el gaviotín chico, el gato andino, la taruca y vicuña o vegetación como el algarrobo y la queñua, por citar algunos ejemplos.

Con tan solo estas dos variables, pretendo exponer el grado de subjetividad que tiene la frontera, cuando las sociedades comparten elementos profundos de integración.

Tal como establece Ricard Zapata-Barrero (2012), la frontera siempre es resultado de un proceso y por lo tanto, es una realidad construida que sirve para conseguir un orden, pero que es modificable cuando los fundamentos de dicho orden se desvanecen.

Y es precisamente este desvanecimiento, el que buscamos impulsar como actores regionales, ejerciendo acciones de intercambio académico y estudiantil e investigaciones en conjunto, que permitan dotar de contenido y densidad a las relaciones entre dos pueblos, que cuentan con más semejanzas que diferencias.