Portada Facultad de Ciencias Jurídicas Políticas Noticias de la facultad Notas sobre una de las propuestas realizadas en el escenario político local: Notas sobre una de las propuestas realizadas en el escenario político local: "No más migraciones ilegales. Ley de expulsión inmediata a los delincuentes"

Viernes 22 de septiembre de 2017
¿Inmigración ilegal? ¿Expulsión inmediata? ¿O una política de provocación del hambre?:

Notas sobre una de las propuestas realizadas en el escenario político local: "No más migraciones ilegales. Ley de expulsión inmediata a los delincuentes"

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Por:  Dr. Roberto Dufraix Tapia.

Director del Núcleo de Estudios criminológicos de la frontera.

 

Sin lugar a dudas, mucho puede pensarse sobre esta frase. Posiblemente, uno de los factores que bien puede llamar la atención sea el relativo a quién la expone: no sólo un descendiente de migrante, sino también un político declaradamente de izquierda. Sólo de esto ya se podría hablar bastante, pero desde luego no es lo más relevante. Precisamente, en la medida que aquella frase fue expuesta en el marco de un debate conducente a la "gran fiesta de la democracia", lo relevante debiera decidirse en función del nivel de "democratización" que dicha propuesta impulsa en clave de igualdad y derechos. Luego, si de lo que se trata es de revisar particularmente la cuestión asociada al control del delito, el salto hacia la "inmigración ilegal" aparece un tanto antojadiza, en la medida que no existen datos que permitan afirmar con suficiente nivel de certeza su incidencia en la criminalidad.

Al margen de aquello, no digamos que constituye un buen comienzo hablar de "migración ilegal": las personas, en general, no son ni pueden ser "legales" o "ilegales". De hecho, a nadie se le ocurriría tratar a quien se pasa un disco "pare" de "ilegal", aunque la infracción tenga jurídicamente la misma naturaleza que la realizada por quien traspasa una frontera de forma irregular. No obstante, los efectos que produce cada una de tales infracciones, tanto en el marco del riesgo generado como en la vida misma del infractor, distan de guardar un mínimo de proporcionalidad. En efecto, aunque la posibilidad de generar un daño sea más alta tratándose de una infracción asociada a las reglas del tránsito, las sanciones vinculadas al cruce irregular de una frontera implican cárcel y/o expulsión, muy en línea con la "solución" que se sugiere: la inmediata expulsión de los migrantes, en la medida que serían estos quienes producirían delincuencia en Chile -grave o no, de cara al panfleto da igual-

Desde luego, la propuesta no es nueva. De hecho, ni el contexto, ni el contenido, ni el diseño, ni las narrativas que subyacen tras ella tienen siquiera una pisca de originalidad. Sin ir muy lejos, hace algún tiempo atrás, el también candidato Sebastián Piñera dijo lo mismo, sólo que de un modo algo más compensado.

A partir de lo anterior, me gustaría precisar tan solo dos cosas; y me gustaría hacerlo sobre todo ahora, que el Sr. Candidato ha acusado el golpe "retuiteando" la certera columna publicada por la Dra. Liberona, en vez de disculparse con todo el país por sus dichos.

En primer lugar, quisiera precisar que la expulsión, como sanción aplicable a extranjeros, ya existe, y no sólo de una forma, sino de dos: una administrativa y otra penal. La primera se crea durante el régimen militar, bajo el DL 1094 de 1975, y la segunda durante el gobierno de Piñera, en el marco de la ley 20.603 del 2012. La primera se dispone como consecuencia de una infracción de carácter administrativo, en tanto que la segunda como "pena sustitutiva" por la comisión de un delito acreditado en juicio. Y finalmente, aunque la primera dispone que se aplicará una vez cumplida la condena impuesta, la segunda es autorizada sin que haga falta cumplir parte alguna de ella, llevándose a cabo -en la "realidad de Tarapacá", Sr. Candidato- una auténtica expulsión exprés.

Entonces, ¿qué es eso de "expulsión inmediata"?

Porque si una expulsión que se aplica apenas dictada una sentencia condenatoria no es "inmediata", lo que se está sugiriendo realmente es derechamente "otra cosa": una expulsión previa al pronunciamiento de la respectiva sentencia. Más allá de las matizaciones ofrecidas por el Sr. Candidato, que no hacen más que evidenciar el carácter des-nortado de su reflexión, lo que realmente se está proponiendo es que se imponga una sanción penal sin reglas, sin jueces, sin defensores, en suma, sin un justo y debido proceso. Está proponiendo -aunque cueste creer de un político de izquierda- que la decisión sobre la expulsión quede entregada simplemente a la sospecha de los agentes de control, sin pensar siquiera en la difícil situación en la que los coloca, tanto a las policías como a los extranjeros. Para graficarlo con un ejemplo. Se está proponiendo que cuando un extranjero sea sorprendido portando una cierta cantidad de algo que parece marihuana -el delito de microtráfico o tráfico es particularmente grave según la legislación chilena-, no hace falta escuchar al perito para determinar si efectivamente era marihuana, o al juez para determinar si dicho porte era una falta, un delito de microtráfico u otro de tráfico, o si podría entenderse como uno autorizado por realizarse en el marco de un tratamiento médico. No hay Derecho, Sr. Candidato, ni se observan derechos tras su panfleto.

En segundo lugar, -y ahora me dirijo directamente a Ud.- quisiera destacar la aporía "de laboratorio" que ostenta su propuesta. Los movimientos humanos no pueden frenarse, es imposible. Y su propuesta -en clave groseramente securitaria- no hace más que profundizar la supuesta problemática que pretende combatir: la inseguridad. En efecto, hasta donde he podido ver, en la medida que se estructuran "fortificaciones soberanas" como las que Ud. plantea, los márgenes de precarización aumentan y con ello la delincuencia, pero sobre todo de aquella que se organiza en función de la vulnerabilidad del migrante y a la vez de su estigmatización como sujeto particularmente peligroso ¿No le parece extraño que en la región que Ud. representa -y pretende representar- no se registre formalización alguna por el delito de trata de personas? ¿Y por qué no levantar un comunicado denunciando este hecho? Lamentablemente para Ud. no existe estudio mínimamente serio que permita concluir que la migración aumenta las tasas de criminalidad, y los datos disponibles al respecto, incluso los oficiales, fluyen exactamente en sentido contrario. Si quiere, puedo hacérselos llegar.

Dicho esto, entonces, cabría reflexionar en torno al porqué. Si aquello que se propone es constitucionalmente inviable, y si el objetivo pretendido es derechamente imposible de cumplir ¿por qué la "clase política" se engolosina tanto con este tipo de mensajes? Todo parece indicar que la ubicuidad de aquella narrativa, que de izquierda a derecha cruza el debate político actual, obedece a una dinámica autopoiética de poder que, designando "falsos enemigos", logra desviar la atención respecto de los reales problemas que se deberían combatir, como la profunda y rabiosa desigualdad.

¿Hasta cuándo seguirán alimentándose del hambre que provocan?