Jueves 27 de diciembre de 2018

PSU, Una Segunda oportunidad

A dos días de conocerse los resultados de la Prueba de Selección Universitaria, PSU, donde 295.534 jóvenes en Chile se inscribieron para poder realizarla y  acceder a  la Educación Superior, el panorama para algunos de ellos está muy claro y ya han postulado o lo harán antes de este domingo 30 de diciembre.

No obstante, muchos más deben afrontar hoy un escenario incierto y a veces desolador, debido a la fuerte presión social, ya que el puntaje obtenido no les alcanza para postular o bien ingresar a la carrera de su elección. Este hecho, sin duda, debe  preocupar tanto a las familias como a la sociedad en general, ya que en el mejor de los casos estos jóvenes se verán frustrados y deberán esperar un año para rendir esta prueba nuevamente;  otros, en tanto, optarán por una nueva  carrera que no sea totalmente de su interés, y los menos afortunados,  tendrán que tomar la difícil decisión de postergar o abandonar definitivamente sus sueños y trabajar.

Con ello estamos perdiendo año a año miles de profesionales, científicos e intelectuales que con sus conocimientos podrían aportar al desarrollo de nuestra sociedad. Es en ese contexto, que mi propuesta como Rector de la Universidad Arturo Prat es que esta Prueba de Selección Universitaria se aplique dos veces al año, entregando así la posibilidad a aquellos estudiantes de enseñanza media que debido a situaciones que van más allá de sus capacidades como estrés, un excesivo nerviosismo, enfermedad  u otros problemas, y que no alcanzaron el puntaje deseado, puedan tener otra oportunidad de rendir esta evaluación.

Si bien esta es  una propuesta que debe ser analizada por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilena, junto a otros aspectos que deben velar por la equidad de la PSU hacia quienes se les aplica,  es esencial estar conscientes que en esta instancia que los futuros profesionales ven como definitiva, aunque se traten de manejar todas las variables es inevitable que surjan elementos externos a sus conocimientos y capacidades, como el aumento en los niveles de ansiedad, entre otros, que afectan el rendimiento y, por tanto, sus resultados.

Asimismo, es fundamental la presencia y acompañamiento en todo este proceso de la familia, quien junto a colegios y liceos entregan una orientación y apoyo, analizando  con los jóvenes qué es lo que quieren estudiar, considerando con ellos su realidad económica y, fundamentalmente, entregando mayor contención al  hacerles entender que esta es solamente una de las posibilidades que  tendrán en su vida y que la tan bullada palabra éxito, va más allá de los resultados de una prueba