Futura Técnico en Administración y Marketing aplica filosofía del Jiu Jitsu para avanzar en su carrera

"Ser humilde y no dejarse vencer por la adversidad", esa es la filosofía de vida que aplica la estudiante de primer año de Técnico Nivel Superior en Administración, Marketing y Gestión Comercial, María José Silva Campos, quien comparte la práctica de Jiu Jitsu brasileño, arte marcial clásica japonesa con inspiración en el judo, con sus horas de estudios además del trabajo de promotora part time de marcas en supermercados.

A sus 24 años, esta joven alumna ariqueña, cinturón blanco tres grados, es una de las pocas mujeres que se ha atrevido a practicar esta disciplina en Arica.

"El Jiu Jitsu hace un año y medio llegó en un momento difícil de mi vida. Acepté la invitación de un primo a la Academia Hermanos Medina y ahora es una disciplina que me acompaña cada día en todo lo que hago. Fui becada por ser mujer para promover la práctica de este deporte y la idea es sumar a otras mujeres", sostiene.

María José señala que el año pasado tomó la decisión de ingresar el 2019 al Departamento de Formación Técnica de la Universidad Arturo Prat (DFT Unap), "porque me pareció atractiva la carrera y me he sentido muy cómoda con los profesores y nuestro jefe de carrera, Carlos Gómez. Hay aquí na muy buena forma de enseñarnos las distintas materias y aunque a veces algunas se tornan difíciles, aplico la filosofía del arte marcial que practico para no perder el control y conseguir los objetivos".

De adversidades la estudiante dice que sabe de sobra. Prueba de ello es la experiencia vivida en el primer campeonato de Jiu Jitsu donde participó en Antofagasta. Allí en una contienda, su oponente cayó sobre su brazo derecho, lo que le provocó una fractura en el húmero.

"La lesión era para estar ocho meses fuera, pero yo a los tres volví al tatami con el brazo atado y aún recuperándose. Ese fue un duro aprendizaje, que me enseñó a no olvidar la técnica y a no descuidarme", recordó.

Ese revés no fue obstáculo para seguir sobre el tatami y avanzar. Durante el año y medio de práctica de este arte marcial, Silva ha vuelto a competir en torneos en Iquique, Antofagasta y Tacna. Sus horas de entrenamiento las combina con trabajo de musculatura en un gimnasio y subir y bajar escaleras en la playa Chinchorro.

Hoy el ejercicio de esta disciplina es un elemento que la acerca mucho más a sus compañeros de carrera. "De a poco he ido derribando mitos que hay sobre las artes marciales respecto de la femineidad o el uso de la fuerza. Espero que algunos compañeros y compañeras de carrera se sumen a esta disciplina, porque ayuda bastante en cómo uno ve la vida. A ellos les llama la atención y me piden que los invite a entrenar", indicó.

Sus expectativas son terminar la carrera de técnico nivel superior y luego cursar la Ingeniería Ejecución en Administración de Empresas que ofrece la Unap en Arica. "Una vez que me titule quiero formar mi propia academia de Jiu Jitsu, ser profesora de este arte marcial, y postular a proyectos, viajar y avanzar en los distintos niveles que tiene esta disciplina", concluye.