Adiós a la violencia universitaria

Cuando se habla de mechoneo surge inevitablemente en nuestro pensamiento, imágenes de  jóvenes con bolsas de basura por las calles, pidiendo dinero para recuperar alguna de sus prendas, además de "bienvenidas" donde se ataca la integridad física y moral. Así cada año miles ingresan a la enseñanza superior en busca de un sueño, no obstante la primera impresión de ser universitarios se transforma en una experiencia desagradable, por decir lo menos.

Esta tradición que se encuentra arraigada en las casas de estudios superiores del país, ha provocado accidentes y humillaciones que trasgreden el bienestar físico, psicológico y emocional a los nuevos estudiantes, atacando  tanto su dignidad  como el derecho a ser respetados como personas.

Así lo ha entendido la Universidad Arturo Prat y desde hace algunos años está realizando una intensa campaña en sus distintas facultades y carreras para remediar este problema y hacer de esta primera etapa un período realmente inolvidable.

Comprendiendo que esta recepción debe ser una bienvenida llena de significados y simbolismos, donde todos los involucrados sean empáticos y  capaces de valorar el respeto mutuo, la Dirección de Asuntos Estudiantiles junto la Federación de Estudiantes,  elaboró un programa de recepción que además de valorar la creatividad y la diversión, reconoce los derechos de todos y todas, poniendo en práctica los valores presentes en la formación de cualquier profesional.

No a la violencia en el mechoneo es la propuesta que ya fue lanzada dentro de la comunidad universitaria, haciendo un llamado a ver este proceso como una oportunidad de incorporar a los nuevos integrantes, recordando también que quienes sientan vulnerada su integridad física, mental o emocional pueden recurrir al reglamento y protocolo de acción, creado en casos de acoso, violencia o discriminación, que regula y sanciona prácticas en las que se transgreden los derechos de los jóvenes Unapinos.

Porque sabemos que las universidades deben estar libres de la barbarie en que se habían transformado las "bienvenidas", ¡No a la Violencia en el Mechoneo!.