Proyecto de CENIMA, ROC y Colegio Marista de Alto Hospicio: Un aporte al medio ambiente y a la formación de nuevos investigadores.

Dentro de algunos días, 20 estudiantes del Colegio Marista de Alto Hospicio iniciarán un programa de educación ambiental que les permitirá conocer algo más de una especie en peligro de extinción, como es la Golondrina de Mar Negra.

Se llaman golondrinas de mar negra (Oceanodroma markhami) o petrel de la tormenta, y si bien se sabe poco de ellas, lo que si conocemos es que son aves que viven gran parte de su vida en el mar abierto y sólo visitan tierra firme (volando de noche) en su periodo reproductivo. Algunos salares de la región de Tarapacá, como Caleta buena y Salar grande, les brindan el refugio perfecto para tener a sus crías.

Así, estas pequeñas maravillas de la naturaleza, son motivo hoy de un novedoso proyecto financiado por el Fondo de Protección Ambiental (FPA) y adjudicado por el Centro de Padres del Colegio Marista de Alto Hospicio, contando con el apoyo de varias organizaciones, entre ellas, el Centro de Investigación en Medio Ambiente de la Universidad Arturo Prat (CENIMA - UNAP), la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) y los municipios de Iquique y Alto Hospicio.

Según señala el presidente del Centro General de Padres, Mario Navarro, "El proyecto surge desde los profesores del área de ciencias del Colegio, quienes ya venían desarrollando un trabajo previo con el CENIMA - UNAP y la ROC en esta temática, es así como postulamos y ganamos. La verdad es que para nosotros ha sido muy grato trabajar con los profesionales de la Universidad y nos ha permitido un aprendizaje muy interesante a todos".

Destacó también que los 20 estudiantes que participarán  en esta iniciativa han sido seleccionados por sus profesores de  acuerdo al interés que tienen por este tema.  "De esta manera estamos facilitando en alumnos, profesores y apoderados una mayor concientización de nuestro entorno, propiciando los cambios de conducta necesarios que nuestra sociedad demanda y requiere. La idea es ayudar a proteger esta especie amenazada y posibilitar que nuestros estudiantes la conozcan más, estimulando en ellos su espíritu científico y de investigación".

Sostuvo que este es un primer paso y la idea es seguir trabajando con los estudiantes para despertar en ellos el interés por la ciencia. "Para nosotros es una gran oportunidad, ya que estamos así apoyando la formación de los niños y jóvenes de una gran comunidad como lo es la de nuestro establecimiento, compuesto por 1120 estudiantes de 715 familias de la Villa Santa Rosa o ex La Negra de Alto Hospicio".

PATRIMONIO AMBIENTAL

La iniciativa, de acuerdo a la bióloga y coordinadora de proyectos de CENIMA -UNAP, Marcela Gaete, busca potenciar en los estudiantes y su comunidad una familiarización con el patrimonio ambiental propio del territorio, destacando la importancia de conocer, valorar y proteger a la golondrina de mar negra, una especie sometida a grandes amenazas en la región.

"El proyecto tuvo que ser modificado y adaptado para realizarse durante la pandemia. Contra el tiempo, entre profesores y asesores, se generó un kit de material lúdico, que incluirá una golondrina armable de madera y un cómic ilustrado para acompañar las clases online, con el objetivo de hacer más entretenida y atractiva esta instancia".

Agregó, que durante los meses de noviembre y diciembre del 2020 se realizarán 6 módulos de talleres virtuales, donde tendrán la posibilidad de aprender aspectos como la biología, alimentación, reproducción y principales amenazas de esta especie en la región.

Finalmente, destacó que en el año 2021 y si las condiciones sanitarias nos acompañan, los mismos estudiantes que participaron de manera virtual, podrán retomar el espíritu original del proyecto, con la ejecución de 3 salidas pedagógicas al aire libre. La primera será a la futura Reserva Natural Municipal (RENAMU), donde se ubica la colonia reproductiva más cercana a la ciudad de Alto Hospicio, denominada "Caleta buena".  Otra salida será al sector de Playa Brava de Iquique, sitio urbano con la mayor incidencia de golondrinas afectadas por la contaminación lumínica. Y finalmente, una tercera salida a los laboratorios de la Universidad Arturo Prat en Iquique, donde podrán mirar bajo la lupa y microscopio los efectos de la contaminación por plástico en nuestras aves marinas.