EL CAPITAL CULTURAL DEFINE LA INTENCIÓN EMPRENDEDORA ¿?

Reflexión académica

 

Resulta altamente prejuicioso, identificar que, a un mayor capital cultural, existirá una marcada tendencia a mirar el emprendimiento como una opción de vida, quizás incluso el mundo de los negocios está asociado personas con más recursos económicos y que han tenido mayores oportunidades y eso les permitiría emprender con mayor facilidad.

 

Desde esta perspectiva, resulta relevante estudiar, la intención emprendedora en etapas universitarias de la vida, en donde el conocimiento adquirido, va generando fundamentos de base para definir qué haremos en el futuro, estamos las universidades generando emprendedores o estamos generando profesionales calificados para ser asalariados ¿?.

 

Si consideramos carreras como Ingeniería comercial, o ingeniería industrial, o ingeniería en control de gestión y nos ahondamos en sus perfiles de egreso o revisamos sus programas curriculares, sin lugar a duda reconoceremos elementos y herramientas que todo emprendedor debería conocer o al menos ayudarlo en el proceso emprendedor. No sin antes reconocer que a medida que se avanza en el proceso, se van adquiriendo herramientas que evalúan el riesgo, y es precisamente en el riesgo en donde una decisión de emprender podría verse truncada.

 

La importancia del emprendimiento para las universidades es que cuanto más intensiva sea la enseñanza del emprendimiento en las instituciones de educación terciaria, más probabilidades habrá de que los estudiantes hagan el esfuerzo por empezar un nuevo negocio y, de esa forma, contribuir al desarrollo de la economía (Álvarez y Jung, 2004, citado en Cabana et al., 2013)

 

Pese a que el 42% de los emprendedores en etapas iniciales tiene niveles educativos más allá de la educación obligatoria. El proceso formativo en la educación sigue siendo unos de los aspectos mal evaluados, ya que algunos expertos coinciden en que no se estimula la creatividad, la autosuficiencia ni la iniciativa personal y que, sumado a esto, en las aulas no se le dedica suficiente atención al espíritu empresarial y a la creación de empresas (GEM, 2020).

 

A juicio de los expertos, la educación para el emprendimiento, sigue siendo deficiente, lo que deriva en que algunas personas puedan tener habilidades y conocimientos necesarios para crear y dirigir correctamente nuevos negocios (GEM, 2020).

 

Los esfuerzos en esta materia han sido ampliamente encaminados en la identificación y preparación de estudiantes universitarios para la creación de empresas, pues poseen mayores probabilidades de convertirse en potenciales emprendedores (Olsen, 2013). Lo anterior puede deberse a que, en la etapa de la vida universitaria, es donde el estudiantado define sus perspectivas futuras a corto y mediano plazo, planteándose diversas posibilidades al egresar, las cuales varían a partir de sus características personales, sociales y culturales (Hong, Hong, Cui y Luzhuang, 2012).

 

Estamos en una disyuntiva interesante si consideramos las variables que afectan la intención emprendedora, formación académica, características personales, sociales y culturales, estamos en el ámbito universitario, y tenemos antecedentes para considerar al momento de hacer las evaluaciones, por lo que la interrogante planteada al comienzo, sobre si el capital social incide en el resultado de la intención emprendedora?, tenemos algunos elementos para responder esta interrogante en base a un estudio realizado entre una universidad privada y una universidad estatal.

 

Consideraremos, la información levantada en la encuesta validada, aportado por S. Rueda, J. Moriano y F. Liñán, en el año 2015. Como insumo para los análisis y estos a su vez analizados bajo la herramienta SPSS.

 

La respuesta a la interrogante a partir de los datos de 23 estudiantes de cursos de cada institución, arrojo que no existen diferencias significativas en la intención emprendedora.

 

En virtud de este resultados, es relevante analizar los siguientes antecedentes:

 

Los resultados muestran que un 77% de los estudiantes de la Universidad Estatal, ha tenido algún proceso de emprendimiento o venta de algún producto, mientras que en la universidad privada este resultado es de 11%, lo que implica la generación de ingresos por alguna necesidad, más que por un espíritu emprendedor en particular.

 

Un 60% de los estudiantes de la Universidad privada indica que su padre es profesional universitario, mientras que en la Universidad estatal un 13% ha tenido formación superior. Mientras que un 70% indica que su madre tiene formación universitaria en la universidad privada, solo un 0,5% cumple este mismo requisito al consultar en la universidad estatal.

 

Un74% de los jóvenes de la Universidad privada indica que su situación socioeconómica es medio alto – alto, mientras q los jóvenes de la universidad estatal un 70% se reconoce clase media.

 

Este ejercicios entonces reúne dos realidades diametralmente opuestas, por un lado diferencias significativas en el entorno social, evidenciadas en los estudios de los padres, y su percepción de estratos sociales totalmente deferentes. Con un arancel promedio de U$9.000, versus una universidad estatal con arancel promedio de U$4.000.

 

En conclusión, tenemos elementos de juicio empíricos para determinar que estamos frente a dos grupos de estudiantes con una notable diferencia en su capital cultural, sin embargo a pesar de estas diferencias significativas, al aplicar el test de levantamiento de información estas muestras no arrojan diferencias significativas, lo que abre una nueva posibilidad de seguir investigando para determinar loe elementos que inciden en que los estudiantes se transformen en emprendedores o intra emprendedores.

 

Cuáles y como inciden loe elementos personales en el proceso emprendedor, abre la puerta para generar investigaciones cualitativas, que permitan profundizar en el proceso emprendedor para que las instituciones de educación superior pueden diseñar procesos formativos basados en hallazgos de investigación.

 

 

BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS 

 

Cabana, R., Cortes, I., Plaza, D., Castillo, M. y Álvarez, A. (2013). Análisis de las capacidades emprendedoras potenciales y efectivas en alumnos de centros de educación superior. Journal of technology management & innovation, 8(1), 65-75.

 

Espíritu, R. y Sastre, M. Á. (2009). Factores explicativos sobre la actitud emprendedora de los estudiantes universitarios de la comunidad de Madrid España. Santiago de Cali: Universidad Icesi & Universidad Federal de Santa Catarina Tomado de (http://hdl.handle.net/10906/1902).

 

GEM Consortium (Global Entrepreneurship Monitor Consortium). (2020). Global Entrepreneurship Monitor Reporte Nacional de Chile 2020. Disponible en http://www.gemconsortium.org/report/49162

 

 

Evadil Ayala Riquelme

Ingeniero Civil Industrial

Magister en Recursos Humanos

Miembro del Comité de emprendimiento e innovación de Laccei. El Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Instituciones de Ingeniería

Miembro de AFIDE Asociación para la Formación, Investigación y Desarrollo del Emprendimiento

Mentor de Bridges for Millions

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