EN CASA CENTRAL, IQUIQUE:

UNAP nombró Aula Magna como “Elena Caffarena Morice” para destacar histórico legado de abogada en los derechos de mujeres

Durante la actividad se descubrió una estructura y placa en su memoria. Fue organizada por la Dirección de Equidad de Género y Diversidad, y uno de sus objetivos fue inspirar a nuevas generaciones en equidad, igualdad, justicia e inclusión.

 

 

La Universidad Arturo Prat (UNAP) nombró al Aula Magna de su Casa Central, en Iquique, como "Elena Caffarena Morice, para destacar el legado de la célebre abogada iquiqueña reconocida por su permanente defensa de los derechos de las mujeres y la justicia social. 

 

La iniciativa se concretó con una emotiva ceremonia presidida por el rector de la UNAP, Alberto Martínez, y fue integrada por autoridades académicas, docentes, funcionarias, funcionarios y estudiantes, en el contexto del Mes de la Mujer, y los 121 años desde el natalicio de Caffarena. 

 

La actividad —que consistió en el descubrimiento de una estructura y placa situada frente al edificio del Aula Magna— fue organizada por la Dirección de Equidad de Género y Diversidad. Tuvo entre sus objetivos inspirar a las actuales y nuevas generaciones, para que fomenten una mayor equidad, igualdad, justicia e inclusión en nuestro país. 

 

 

EJEMPLO DE VIDA 

 

“Como Universidad Arturo Prat, buscamos homenajear su memoria, su aporte al país, e inmortalizar su gran legado a través de este acto que, de manera solemne y simbólica, oficializa que nuestra principal aula universitaria tiene su nombre. Para que las actuales y próximas generaciones de estudiantes y profesionales estén conscientes del ejemplo que fue su vida y las lecciones que nos dejó”, expresó el rector Martínez.   

 

 

Elena Caffarena nació en Iquique el 23 de marzo de 1903. Se trasladó a Santiago donde fue licenciada en Derecho por la Universidad de Chile en 1926. Destacó como una de las 15 primeras abogadas tituladas en el país. Sus estudios le permitieron evidenciar en detalle las inequidades legales y la discriminación existente hacia las mujeres. Tuvo una brillante carrera jurídica e intelectual que quedó plasmada en las leyes del país, como por ejemplo, la obtención del voto electoral femenino, la igualdad salarial, el acceso a la educación y la salud para todas las mujeres. 

 

 

MISIÓN INSTITUCIONAL 

 

“Fueron muchos los intereses sociales y políticos que ocuparon su vida, y múltiples sus luchas y logros que con sabiduría nos dejó como grandes enseñanzas para construir un mejor Chile”, señaló. Y expresó que la obra de Caffarena muestra el camino que el país debe seguir. “Objetivos que reafirmamos como Universidad y que están plasmados en nuestra misión institucional de promover los valores democráticos como la libertad de expresión, la igualdad y el respeto a los derechos humanos”, dijo el rector Martínez. 

 

PROCESO DEMOCRÁTICO 

 

La directora de Equidad de Género y Diversidad de la UNAP, Karen Jacob, sostuvo que nombrar el aula magna de la Casa Central en honor a Elena Caffarena Morice, significa un homenaje a una mujer excepcional. Precisó que la elección del nombre de la histórica jurista, fue el resultado de un proceso democrático y participativo que involucró a toda la comunidad universitaria. 

 

 

“Al dedicar esta Aula Magna a Elena Caffarena Morice, nos comprometemos a mantener viva su memoria y a continuar su trabajo. Que este espacio sea un recordatorio constante de su valentía, su determinación y su inquebrantable compromiso con la justicia y la equidad de género”, sostuvo. 

 

“Su incansable labor como activista y defensora de los derechos de las mujeres dejó una marca indeleble en la historia”, agregó Jacob. 

 

 

AYUDAR Y PROTEGER 

 

En 1929, Elena Caffarena contrajo matrimonio con el abogado Jorge Jiles Pizarro, y fue madre de tres hijos. En 1935, junto a varias mujeres de todos los estratos socio-económicos, formó el "Movimiento pro emancipación de las mujeres de Chile" (MEMCH), del cual fue secretaria general por muchos años. 

 

Varias décadas después, fue una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU, y de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE. Ambas instituciones fueron creadas con la intención de ayudar y proteger a los más desvalidos durante la dictadura militar.

 

Falleció en Santiago el 19 de julio de 2003, a la edad de 100 años.

 

 

 

 

 


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