Una serie de reuniones y visitas a los Fablabs de la región de Valparaíso, con la finalidad de conocer la fórmula de implementación y enfoque de trabajo, efectuó el programa Nueva Ingeniería 2030 de la Unap, representado por Francisca Palma, ingeniera perteneciente a dicho proyecto de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Arturo Prat.

En este sentido, un Fablab es un taller de fabricación digital de uso personal, esto es, un espacio de producción de objetos físicos a escala personal o local que agrupa máquinas controladas por ordenadores, cuya particularidad reside en su tamaño y en su fuerte vinculación con la sociedad más que con la industria.

Francisca Palma explicó que, dentro de la actividad de Ecosistema de Emprendimiento del Eje correspondiente, se encuentran las iniciativas de implementación de un Fablab y un Creative Lab, por lo que “realizar estas visitas es relevante para levantar información y ver referentes de infraestructura, máquinas y el concepto detrás de cada uno de estos espacios de innovación”.

Asimismo, señaló que  “visitamos los Fablab de la Universidad de Valparaíso y de la Universidad Adolfo Ibáñez y el Valparaíso Makerspace de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Es así como tanto el Fablab UV así como el Valparaíso Makerspace, pertenecen a la Facultades de Ingeniería de sus casas de estudio, mientras que el Fablab UAI pertenece a la Facultad de Diseño”.

Cabe señalar que los recorridos a los espacios, fueron encabezados por los coordinadores de cada Fablab respectivamente, donde cada uno relató la historia de estos, así como la forma en que han llevado a cabo estos proyectos a través del tiempo. Asimismo, se reconocieron los espacios de trabajo, así como máquinas y herramientas con las que cada Fablab cuenta.

“Cada uno contaba con áreas para la realización de diferentes actividades dependiendo de los objetivos, es decir, espacios Cowork flexibles y adaptables a las actividades que se requieren; espacios de impresión 3D, electrónica y programación, espacios para un coffee break, área de reuniones, áreas sucias para realizar trabajo manual utilizando máquinas como las Router CNC, cortadora laser, entre otras”, explicó Francisca Palma.

Asimismo, se generó un espacio de conocimiento respecto de las iniciativas en que se ha trabajado, cuáles han sido sus mayores retos y logros, y, por último, recepcionar algunas ideas de cómo manejar el Fablab. “Todos concluyen que depende mucho de la dinámica de la misma universidad y la comunidad para que los proyectos y emprendimientos tengan frutos, pero lo importante es siempre mantener la motivación y entregar las herramientas necesarias para poder levantar proyectos e impulsarlos a utilizar los espacios”, explicó la ingeniera de la UNAP.

Sobre la experiencia en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el coordinador general del Fablab de esa casa de estudios, Esteban Ruiz-Tagle indicó que “este espacio fue creado específicamente para trabajar con la comunidad de la UV, que comprende estudiantes de pre y post grado, investigadores y académicos de la universidad, pero también para vincularse con los estudiantes de último año de los colegios, de manera que sepan que en este lugar no solo van a poder participar de la universidad, sino que también pueden desarrollar sus ideas en productos”.