Sábado 25 de junio de 2022

UNAP promovió la interculturalidad y conmemoró Año Nuevo Aymara

La iniciativa se presentó en el escenario del Programa Circuito Cultural y Patrimonial, en el centro de Iquique. Incluyó una “phawa”, música, canto, danza y fue presenciado por público de todas las edades. Lo organizó la Facultad de Ciencias Humanas de la Casa de Estudios.

               

  

 

Como parte de su misión institucional de promover la interculturalidad y su compromiso con los pueblos originarios, la Universidad Arturo Prat (UNAP) conmemoró el Año Nuevo Indígena junto a representantes del Pueblo Aymara, agrupaciones artísticas, autoridades universitarias, docentes y público de todas las edades. Se realizó a un costado del Centro de Extensión Palacio Astoreca, en el Paseo Baquedano, centro de Iquique, Región de Tarapacá. Y fue transmitido en directo por Radio UNAP TV (https://radiounap.cl/tv/).   
    
La actividad fue llamada “Willka Kuti: El eterno retorno del Sol”, y se celebró en el escenario del Programa Circuito Cultural y Patrimonial, perteneciente a la Dirección General de Vinculación con el Medio y Relaciones Internacionales de la Casa de Estudios. El evento —que además permitió contribuir a mantener el patrimonio cultural y musical del país—, fue organizado por la Facultad de Ciencias Humanas a través de la carrera de Educación Parvularia Intercultural.
 
SIGNIFICADO
 
Quienes presenciaron la conmemoración de esta festividad, pudieron conocer detalles sobre el significado de la misma, en la cual el solsticio de invierno (entre 20 y 24 de junio en el hemisferio sur) constituye el comienzo de un nuevo ciclo de vida, según la cosmovisión indígena. Así, en el calendario Aymara (al igual que en más pueblos ancestrales), los movimientos del Sol y la Luna permiten fijar tiempos de siembra y cosecha. Lo que incluye las respectivas ceremonias espirituales para agradecer cada proceso productivo.
 
Además, en el contexto de esta conmemoración existe el Machaq Mara, aymara: Inti Raymi, quechua; Likan Antai, atacameño; We Tripantu, mapuche; y Aringa Ora o Koro, Rapa Nui, entre otros.
 
PHAWA
 
En el escenario se realizó una phawa, ceremonia Aymara ancestral de agradecimiento, con la participación del yatichiri Daniel Moscoso, quien fue asistido por Ayleen Castro, estudiante de Educación Parvularia Intercultural. También participó la decana de la Facultad de Ciencias Humanas, Dra. Marcela Quintana Lara, y el director general de Vinculación con el Medio y Relaciones Internacionales, Dr. Cristian Jamett Pizarro.
                       

                   

 

                     

CHILE INTERCULTURAL
 
“Justamente cuando en el nuevo borrador de la Constitución estamos hablando de un Chile Intercultural, estamos hablando de que todas las tradiciones puedan ser respetadas, consideradas, pero también aprender de ellas. Y eso es lo que ha hecho de alguna manera la carrera de Educación Parvularia Intercultural, con esta tremenda actividad apoyada por la Dirección de Vinculación, organizada también por la Facultad de Ciencias Humanas. Y esperamos que siga habiendo instancias de esta naturaleza abiertas a toda la comunidad”, explicó el Dr. Cristian Jamett.
 
En el escenario también estuvo el decano de la Facultad de Recursos Naturales Renovables, Dr. Álvaro Cárevic Rivera, junto a la académica de la Facultad de Ciencias Humanas, Dra. Celia González Estay, quienes —al igual que la Dra. Quintana Lara—, aportaron conocimientos sobre el origen ancestral de esta festividad que conmemora al sol. Y en esta ocasión se dio la bienvenida al año 5.530.

                       

                            

 

                            

ARTISTAS
 
Durante esta iniciativa de difusión del patrimonio cultural y musical de la Región de Tarapacá, se presentaron tres números artísticos, que fueron aplaudidos por el público: la agrupación musical Comparsa de Lakitas “Karpas de Jaiña”, integrada por el académico de la UNAP, Mario Cortés Castillo, junto a otros 20 instrumentistas con zampoñas de diversas tonalidades, bombos, tambores y platillos. El Ballet Universitario COFUNAP de la Universidad Arturo Prat, que con excelencia ofreció algunas de sus aclamadas coreografías de bailes folclóricos. Y la agrupación musical “Mamba Morena”, que con canciones de inspiración espiritual, danza Aymara, y su característico sonido que incluye batería, bajo e instrumentos de pueblos originarios, logró hacer bailar a la audiencia de todas las edades.
                     

                    

                  
            
El Mg. Carlos Olivares Calderón, gestor cultural y encargado del programa Circuito Cultural y Patrimonial de la UNAP, enfatizó la relevancia de esta actividad.  
 
“La celebración del Willka Kuti en la profunda transformación natural, cósmica, terrenal, por supuesto que nos ayuda a la comprensión de quienes somos. Nos invita a reflexionar y tomar una posición más cercana a nuestra cosmovisión andina, la experiencia de preparación, siembra, cosecha. Y nos traslada hacia aquellos espacios trascendentales. Este acto de conmemoración es relevante, porque nos ayuda a concentrar nuestras energías en un mega espacio conectado con cuestiones tan importantes como la preparación, la espera, el tiempo. Lo que nos compromete a intentar acercamos a una relación sujeto-objeto más espiritual, quizás muy necesarias actualmente. Volver a esa mirada trascendentales de nuestros pueblos, culturas ancestrales, prehispánicas, absolutamente americanas. Jallalla”, explicó Olivares Calderón.
                       

TODO SE RENUEVA
 
Para los pueblos ancestrales, el Año Nuevo es fundamental ya que cada ser humano y la naturaleza se conectan con armonía en torno a la vida.
 
En este sentido, el solsticio de invierno constituye un renacer, y es la parte del año cuando la naturaleza se renueva. Y así concluye la época de cosecha y el necesario descanso de la tierra. El planeta ya se apronta para un nuevo tiempo de fertilidad, porque se aproxima la siembra. Los ríos recibirán las lluvias, deshielos y cada animal cambiará su pelaje.
 
También se considera que el Sol “emprende su camino de regreso” a la Tierra, y por esa razón la vida vuelve con toda su luz y abundancia. Pero no solamente la naturaleza se renueva; también los seres humanos quienes son parte de ella.
 
Se trata de una cosmovisión de pueblos originarios que se evidencia en toda la extensión de su identidad religiosa, cultural y social, con una permanente unión con la naturaleza: el padre Sol, la madre Tierra, junto a los árboles y animales considerados sagrados, ya que se estima la vida como lo más preciado e invaluable en el universo.
 
Fredy Aliaga V.

 

("Fondo Ministerial ADAIN, aporte para el desarrollo de actividades orientadas a la extensión artística, comunicacional y patrimonial".)

 

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