Siete estudiantes, cuatro bolivianos y tres chilenos, recibieron la bienvenida al I Programa Doctoral en Agricultura para ambientes áridos - desérticos de la Universidad Arturo Prat (UNAP), inauguración que se realizó el pasado 6 de enero de 2015, en la Sala R2 del Edificio Rectoría del Campus Playa Brava.

El evento estuvo encabezado por el rector Gustavo Soto Bringas, y la vicerrectora de Investigación, Innovación y Posgrado, Margarita Briceño; el decano de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la UNAP, Rosalino Fuenzalida; con el director del Programa, José Delatorre, como anfitrión. Este último referenció que se trata de un doctorado propio de la UNAP, "no hay en América Latina y en otros continentes líneas sobre investigación en la Agricultura del Desierto".

En efecto, Briceño precisó al auditorio que "la iniciativa doctoral es un programa nuevo que cumple con todos los requisitos de acreditación; junto con el de Química, éste es un proyecto estrella y significa un avance sustancioso como institución. El cuerpo académico marca la diferencia, tenemos profesores invitados, pero además de ello un equipo estable de académicos de la UNAP, y pocos, pero los mejores estudiantes. Bienvenidos al primer doctorado en zonas áridas".

BIENVENIDA

Asimismo, Fuenzalida (en la imagen izquierda, abajo) entregó una cálida acogida a los nuevos estudiantes, a quienes compartió que hay una tendencia de la desertificación hacia la zona centro del país, en el marco del cambio climático, con la consiguiente preocupación por la demanda de alimentos, fenómeno que también se presenta en el norte del Perú.

En contraparte, Ermindo Barrientos (en la foto derecha, arriba), ex decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Bolivia, y ex rector de la misma, expresó como nuevo estudiante al programa de doctorado la importancia de la instancia académica y puntualizó que el intercambio cultural ya lo venían realizando desde hace ocho años desde la UTO. Agradeció, además, el trabajo con el profesor Delatorre, con experiencias de Colchane y Cariquima en el contexto de la producción de la quínoa y los productores chilenos y bolivianos: "Nos comprometemos a apoyar el desarrollo regional del desierto de Chile, muy relacionado con Oruro".

CAMBIO CLIMÁTICO

Como introducción, Delatorre planteó la problemática del cambio climático desde la orientación investigativa que han seguido en la UNAP: "Un aspecto a abordar es la adaptación de las plantas al ambiente cambiante provocado por situaciones de estrés en los desiertos en las zonas áridas, y que se pueden extender a otras áreas por el cambio climático. De allí la relevancia del doctorado, porque además el planeta está entrando en esta etapa y algunas zonas se están desertificando; en algún momento se tendrá que llegar a realizar agricultura con muy poca agua, de baja calidad, y mantener la producción de alimentos para miles de habitantes del mundo, y eso ocurrirá en situaciones de estrés".

El académico y director del programa de doctorado detalló así que "en el primer ciclo partimos con el profesor y doctor Manuel Pinto, que viene de Santiago; el doctor Juan Antonio Castillo, que llega de Ecuador, y es boliviano; y Tirso Rivas Ortega, de Brasil; aparte del staff regular de los investigadores de la UNAP que han logrado alta expertise en la agricultura del desierto".

-Con ellos veremos contenidos como genética avanzada, fisiología vegetal, filosofía de las ciencias, y biometría en diseño experimental, que tienen que tomar todos los alumnos para nivelar. En paralelo comienza la formación en el proyecto de tesis. La modalidad es particular, porque es un doctorado que se proyecta en cuatro ciclos; el resto son actividades presenciales on line con salas virtuales a tiempo real. El doctorado dura tres años y como máximo cinco años. Cumpliendo el ciclo básico, podríamos estar en condiciones de realizar la tesis doctoral-, manifestó Delatorre.