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Casa Central - Iquique
En tanto, la Dirección de la carrera anunció apertura de postítulos a mediados del 2016

Egresados de Trabajo Social se empaparon de técnicas de Risoterapia para vencer el estrés y alegrar el entorno

En la Sala R2, cuando la mayor parte de los funcionarios abandonaban sus labores en el Edificio Rectoría, egresados de la carrera de Trabajo Social subieron al sexto piso para desestresar un decenio y un nuevo comienzo en la búsqueda de trabajo en un área social extensa en la Región de Tarapacá, y no menor en desafíos de vinculación y relaciones.

 

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Mariela Moreno Rojas, directora (s) de Trabajo Socia (abajo, a la izquierda, en la imagen), destacó que convocaron a los egresados y titulados para que tuvieran un pequeño espacio de autocuidado, a través de la técnica lúdica de Risoterapia: "Es una opción pocas veces ofrecida. Por lo general traemos charlas magistrales, especialistas, pero nos pareció una alternativa para que pudieran replicar una experiencia para superar la carga laboral y el estrés. La mayoría de los egresados es de la Provincia de Iquique y trabajan en ella".

 

 

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Asimismo, la académica Andrea Comelin (arriba, a la derecha en la foto), valoró la oportunidad del Encuentro de Egresados "Un alto en el camino", y proyectó que para julio de 2016 ya prevén la apertura de postítulos. "Hemos participado en conferencias nacionales con Humberto Maturana; tenemos un profesor doctorado y otros en formación; el resto de los profesores tiene postítulo. En 2015 disponemos de casi diez tesistas, más algunos rezagados", recapituló en torno a la intensa actividad de los involucrados en la formación y pronta titulación.

 

 

A REPARTIR ALEGRÍA

 

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Para Exequiel Reyes, popularmente conocido por Kelo, la Risoterapia nació hace diez años, de forma autodidacta. "Tuve la experiencia de un hermano que durante un tiempo se trató en el hospital, y también ví la película de Patch Adams".

"Comencé a leer sobre la temática, y entré a trabajar en comunidades de jóvenes con drogodependencia y familias en la Municipalidad de Alto Hospicio, y fui ayudándolos con lo que hacía Patch Adams. Hacemos alianzas con equipos y personas, nos vestimos de manera lúdica, y vamos a las calles a repartir alegría. También armé un voluntariado; el dispositivo de bajo umbral y centro de escucha itinerante de Keloterapia", relató sobre su experiencia, agregando que se visten de manera lúdica para gestionar procesos de intervención cuando hay necesidades especiales, a través de la estrategia lúdica y de entretención.

Exequiel aclaró también que "el humor trabaja con chistes y nosotros con vínculos, a través de la estrategia lúdica. Nos abocamos al amor, a activar redes sociales y de apoyo, promover la autonomía, y aparte, realizo talleres. Más que la risoterapia vemos el tema de la alegría para motivar emociones positivas, con dinámicas participativas. La gente no está acostumbrada a abrazarse, a decir te quiero, o chaquetean".

 

 

 

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En lo global, planteó que "la idea de los talleres es abocarse a amar haciendo, inyectando magia del equipo, y a entregar cariño a las personas para bajar los niveles de estrés. También integridad, vinculación, estrés, o desajustes en los equipos. Queremos que la gente pase un espacio agradable, y romper estructuras para que puedan conocer el ser luminoso que son, y eso tiene que ver con la alegría".

"A veces los equipos están muy cargados de negatividad y no participan. Restructuramos de acuerdo a los recursos que disponen las personas. Se hace un taller con herramientas, doy las directrices, pero ellos solos hacen el taller", afirmó.

 

 

EXPECTATIVAS

Con ganas de seguir creciendo en su carrera de Trabajo Social, tres tituladas de las UNAP plantearon también sus anhelos e inquietudes, y los aprendizajes y metas de trayectoria.

 

 

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Jenny Contreras Jofré, trabajadora social desde 2010 (en la imagen superior, a la derecha): "Mis expectativas eran mayores. Al salir al campo laboral la realidad es un poco compleja. En el sector público estamos abocados a proyectos que, por lo general, tienen una duración de un año, y el tipo de contrato es a honorarios. Es difícil la estabilidad laboral, cuesta el cupo a contrata o plazo fijo. Me he podido realizar profesionalmente, pero no deberían contratarnos a honorarios, porque estamos en desmedro de otros profesionales. La diferencia es grande, porque estudié por vocación, trabajaba, y estudiaba. Estoy contenta con la profesión. Quiero hacer un postítulo de Gerontología; trabajo en Conadi y en un proyecto de Larga Estadía supervisado por Senama. Me llamaron porque hice mi tesis en ese lugar y hago horas de lunes a domingo. También trabajo con personas indígenas en un proyecto solidario, y he ido aprendiendo trabajo administrativo".

 

Belén Ceballos (al centro, en la foto): "Es un campo nuevo; me titulé en 2015. En estos momentos estoy en busca de trabajo y llevo un mes y medio de titulada, pero siempre hay ofertas laborales, el contacto es muy bueno con otros colegas, y espero encontrar trabajo en el área de la mujer y la justicia. Me gusta el emprendimiento de la mujer en Prodemu. Las expectativas son altas para ejercer lo que siempre he querido y ser una buena trabajadora social".

 

Raquel Díaz (a la izquierda, en la foto): "Me titulé en 2015, y estuve trabajando en una consultora que está directamente relacionada con la minería. Pude ver las dos áreas del servicio público y social, lo cual me permitió ver a los adolescentes, en la UNAP, y a las familias, en la consultora. No ha sido tan difícil, pero hay ofertas, no por montones. En algunos casos piden muchos requisitos y experiencia, y no se condice con el sueldo que ofrecen. Hay que buscar y tener paciencia".