RIL editores: Santiago. 2012.

Actualmente el profesor González Miranda es académico titular de la U. Arturo Prat y se desempeña como Director ejecutivo del Instituto de Estudios Internacionales (INTE) de nuestra casa de estudios y se ha destacado como un exhaustivo investigador de la historia del salitre, así como también, de los estudios transfronterizos. En el trabajo que se presenta en esta ocasión, hay que hacer una mención especial al Fondo de Cultura Regional de Tarapacá con su 2% y a CORDUNAP, organismos que depositaron su confianza en este importante libro y que hoy hace su presentación oficial.

Es indispensable destacar que este libro forma parte de un proyecto FONDECYT del autor, y cuyo objetivo principal fue expresar en más de 130 páginas, un enorme esfuerzo realizado por pro-hombres regionalistas en la incesante búsqueda del desarrollo mutuo, ya sea para Tarapacá como para Oruro. Tanto la integración como el desarrollo se comenzaron a gestar desde 1864 con el primer proyecto (fracasado) de un FF.CC. desde Iquique hacia Oruro.

Dentro del trabajo de archivo del Dr. González Miranda hay que destacar el rescate de la memoria histórica entre las zonas investigadas, como también valorar el esfuerzo por incluir un apreciable material fotográfico, que no solo enriquece la obra, sino que además, fortalece la mirada histórico-social de ambos pueblos estudiados. Este invaluable material histórico será donado hoy al Archivo regional dependiente de la DIBAM y ubicado en la U. Arturo Prat.

Las caravanas de la amistad forman parte del recuerdo de Iquique de aquellas personas mayores de 60 años, siendo importante destacar, que con esta obra se ha logrado desentrañar de forma acuciosa y sistemática su importancia temporal y a la vez, estableciéndose en una prolongación de ese imborrable recuerdo regional. Dicha característica no solo se constituye en un valor para las generaciones pasadas, sino que también adquiere relevancia para las presentes y por qué no, para las venideras. Podemos sostener además, que las caravanas de la amistad de 1958 fueron –posiblemente- la mayor expresión del deseo de integración entre ambas regiones transfronterizas, situación desde donde las comunidades aludidas, quisieron, se atrevieron e impulsaron romper con el obstáculo interpuesto de forma natural por la Cordillera de los Andes y fundirse en un encuentro cargado de emotividad y solidaridad recíproca.

Fueron primero los bolivianos quienes se abstraen de procesos de conflictividad histórica e inician el tránsito hacia una simbólica convivencia, rompiendo con los cerca de 500 kms de separación natural existente, la cual fue plasmada un 21 de mayo en la ciudad de Iquique. Posteriormente los iquiqueños en pleno invierno, cruzaron la Cordillera de los Andes para estar un 6 de agosto en Oruro, en una no menos simbólica fecha para dicha zona. Unos y otros subieron la montaña, pero siempre pensando en un próspero porvenir para ambos pueblos y lidiando para terminar de una vez por todas, con la frustración de no poder concretar el anhelado encuentro, como si esto fuera una amarga condena a tan nobles aspiraciones.