Con la exhibición de la película Fados, de Carlos Saura (en la imagen), el 29 de abril, a las 11:30 horas, culminó -en el Salón Oscar Hahn- el ciclo de cine portugués organizado por la Embajada de Portugal, y el Camões Instituto de la Cooperación y de la Lengua de Portugal, en colaboración con la Universidad Arturo Prat (UNAP), el cual estuvo abierto a la comunidad durante toda la semana.

93 minutos de duración del filme, estrenado en el año 2007, resumieron más de dos años de investigación sobre el Fado, donde el director da en su documental un salto importante en su aproximación al musical. Si en los musicales anteriores, "Iberia", "Flamenco", "Tango" se apoyaba en la danza, en Fados reflejó el nacimiento de la música arrabalera, portuaria, que es en sí misma es una síntesis de todas las músicas nacidas a fines del XIX.

El Fado nació en Lisboa hace más de ciento cincuenta años como un lamento de los habitantes de los arrabales para contar historias de nostalgia y dolor. Poco a poco fue llegando a los ambientes cortesanos, y con el paso de los años se ha convertido en el mejor embajador que Portugal tiene a lo largo del mundo.

En la presentación de la película Fados, Saura retoma el estilo de la propia "Flamenco" o de "Sevillanas"; un género cercano al documental sin argumento ni protagonistas que con una gran belleza visual representa un musical en estado puro.

Carlos Saura es un reconocido amante de la música y de la danza, pero también de Portugal, una tierra que queda muy bien retratada en el documental. Para dar una visión global del fenómeno, el realizador contó con la colaboración del gran representante del Fado, Carlos do Carmo, que además fue el asesor musical del filme. También se sumaron al proyecto otros artistas como Mariza, Camané, Lila Downs, Caetano Veloso o Miguel Poveda, provenientes de países muy diferentes, seducidos por el género musical del Fado.