Los claros oscuros del Covid 19

Algo está sucediendo más allá de la pandemia, en las personas, en los vínculos que establecen, en la cultura, en la política, en todos los ámbitos del quehacer humano. Porque las crisis abren oportunidades para crecer y reinventarse, pero también posibilitan que caigamos en un abismo que para algunos es difícil de escalar, especialmente, si estamos divididos.

Es que esta pandemia ha tenido un enorme impacto en todos y todas, planteándonos enormes cuestionamientos acerca de nuestra relación con la vida, la  muerte, y  la sociedad, resaltando  los lados claros y oscuros de nuestra naturaleza.

Y mientras algunos se han reinventado, poniéndose a disposición de sus familias, de las organizaciones y de la sociedad, entregando  de manera solidaria y sin importar los costos materiales, personales y emocionales, sus saberes y  tiempo, como es el caso del personal de salud, funcionarios públicos, las universidades, los miles de héroes anónimos que siguen trabajando para que permanezca el resto protegidos en sus casas, o quienes están colaborando con hogares, comedores  y sus vecinos más afectados, entre otros.

Unos pocos, en tanto, han sacado a la luz lo más oscuro de sí, cometiendo delitos,  teniendo actitudes egoístas e irresponsables y otros tantos, promoviendo antivalores como la discriminación, injusticia, intolerancia, irresponsabilidad e indiferencia por el bienestar del resto, en beneficio de sí mismo.

Ejemplo claro es la situación que viven los ciudadanos bolivianos, quienes sumado a estar lejos de su patria y la enfermedad, han visto con tristeza como no son bien recibidos por algunos, no obstante somos muchos más las y los tarapaqueños, e instituciones como la UNAP que se ha reinventado para colaborar y que están solidarizando con su situación.