Jueves 1 de abril de 2021

Resiliencia y Desarrollo

En una columna anterior, destacábamos la importancia de generar conocimiento sobre la biodiversidad que existe en nuestro territorio y sus posibles usos, puesto  que solamente conociendo lo que tenemos, podemos protegerlo para las generaciones actuales y las que vendrán.

Frente a este hecho, estamos conscientes de que los modelos de crecimiento extractivistas amenazan progresivamente nuestra forma de vida, comprometiendo los frágiles equilibrios medioambientales existentes. Así vivimos en una permanente  cultura del riesgo que nos  invita a cambiar nuestras mentalidades, por ejemplo, llevándonos a luchar contra el cambio climático, viviendo la catástrofe como un desafío para alcanzar el  mundo del mañana.  Este tipo de conducta, definido por los pensadores como resiliencia, es un fenómeno psicológico que posibilita a los individuos afectados por un trauma, tomar nota del evento traumático, vivir esta desgracia y reconstruirse.

De esta manera, nos resistimos sin resistirnos, aceptando que los seres humanos evolucionan en una sociedad de desastre, lo cual nos enaltece al hacernos más fuertes. Este es el modus operandi de la resiliencia, un fenómeno cuyo objetivo es prepararnos para lo peor, sin dilucidar sus causas. Así seguimos confiando en un tecnocapitalismo para luchar contra el cáncer, el cambio climático, el Covid-19 o el terrorismo, sin combatir contra el mundo que los hace emerger.

¿Cómo puede la desgracia de hoy llevarnos a la felicidad del mañana? Responder esta pregunta, obligadamente necesita de un trabajo colectivo y  no individual,  de un esfuerzo que junte saberes ancestrales, cultura popular y el conocimiento que genera la academia para ponerlo al servicio de las fuerzas sociales y económicas que construyen el futuro de los países.

En ese trabajo estamos en la Universidad Arturo Prat, siendo resilientes buscando desarrollar conocimiento que impulse y gestione procesos sostenibles e inclusivos para la valorización territorial, ya sea de nuestro patrimonio cultural, de los productos de origen o de  la biodiversidad, entre otros.