Jueves 14 de abril de 2022

Universidades Públicas

La historia de las universidades públicas y específicamente de la Universidad Arturo Prat, se remonta a la creación de la Casa de Bello en 1842, época en la que más que buscar una educación para todas y todos se pensaba en las elites.

Un hito importante y trascedente en la educación pública chilena se da en el año 1981, cuando se cercena la educación estatal, dividiendo universidades sólidamente constituidas, como lo eran la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado, transformándolas en nuevas universidades e institutos profesionales regionales, con exiguos recursos para dar vida y proyección a proyectos institucionales.

Las Universidades públicas, por ser del Estado, hemos surgido para satisfacer necesidades colectivas, buscando el bienestar integral, poniéndonos a disposición del proyecto del Estado, pero siempre conscientes de nuestro rol como actores claves en el desarrollo de Chile, pues solo así responderemos a los requerimientos de una sociedad en constante evolución.

Las 18 universidades públicas de nuestro país, estamos socialmente comprometidas con el desarrollo humano y sostenible en pos de la superación de las desigualdades, pues trabajamos por la transformación social, generando cambios para ser una sociedad igualitaria, inclusiva y justa, dejando atrás el competitivo escenario de la educación superior. A pesar de haber tenido que salir adelante durante décadas con un dueño (el Estado), que nos ha dejado para que subsistamos en un modelo de mercado. Hemos realizado la Tarea, formando miles de profesionales de calidad que hoy lideran instituciones públicas y privadas, así como generando conocimiento vinculado con los territorios que nos acogen.

El Estado tiene hoy en sus manos las herramientas para fortalecer la educación superior pública, una educación gratuita y de calidad, cimentada en valores que no se transen y que favorezcan el libre acceso a la educación, el respeto y aprecio la diversidad, al igual que a los derechos fundamentales.

No queremos depender de aranceles o váuchers, ni competir en un mercado educativo. Somos universidades que, mediante el conocimiento, la ciencia, tecnología, innovación y, nuestra permanente participación en el diálogo sociocultural, generamos movilidad social tan necesaria para nuestro país, además de estar presentes en cada uno de sus logros.

Somos públicas, somos de todas y todos.