UNAP inició propagación de vides patrimoniales para que agricultores produzcan Vino del Desierto

Fredy Aliaga V.
24 de mayo 2023

Con un nuevo laboratorio, el emblemático proyecto enológico ahora podrá multiplicar 33 mil plantas de la primera cepa vinífera chilena registrada ante el SAG. Mediante el método de estacas uninodales la iniciativa busca otorgar a la Región de Tarapacá la capacidad física y humana para propagar vides patrimoniales e impulsar la vitivinicultura en la Provincia del Tamarugal.

 

 

 

Aumentar la capacidad vitivinícola y productiva de agricultores de la Región de Tarapacá, superando las condiciones extremas de salinidad y temperatura de la Pampa del Tamarugal, es uno de los principales objetivos de la “Unidad de Propagación de Vides Patrimoniales” que el proyecto Vino del Desierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP) ya inauguró en la Estación Experimental Canchones, en el km 29 de la Ruta 665, comuna de Pozo Almonte. 

 

La iniciativa permitirá además incrementar de 2,5 a 12,5 las hectáreas de esas vides de la cepa Tamarugal. Las plantas viníferas fueron rescatadas en 2003 por la UNAP, poseen una historia de casi 500 años en la región y lograron sobrevivir a la zona más árida del mundo.  

 

 

 

 

Esta unidad fue habilitada como un laboratorio modular donde se genera el enraizamiento y propagación de estacas uninodales: pequeños trozos de material vegetal extraídos durante la poda de invierno que —bajo control de temperatura y horas de luz para un adecuado crecimiento— generarán un sistema radicular o raíces que darán paso a nuevas vides. 

 

El lugar tiene una capacidad completa para propagar simultáneamente 12 mil plantas (de un total de 33 mil requeridas para 10 hectáreas), cuyas uvas servirán para la elaboración de este apetecido vino, que es producido en las adversas condiciones agrícolas de ese sector de clima desértico, con inviernos de altas temperaturas diurnas y bajas extremas durante la noche. La estructura se concretó mediante un proyecto de la Dirección de Innovación UNAP ("Innovación en sistema de propagación de vides patrimoniales, para transferencia territorial, en la Región de Tarapacá), que sumó aportes de la empresa minera TECK Quebrada Blanca, que apoya al Vino del Desierto desde 2020.

 

 

 

 

UNIVERSIDAD PÚBLICA

 

“Esta es una etapa sumamente importante donde al fin podremos hacer realidad este traspaso de la vid y tecnología a agricultores del Tamarugal (…) Nos llena de alegría este nuevo paso de la UNAP a través de su equipo del Vino del Desierto, para transferir el conocimiento a nuestra gente. Creo que como universidad pública regional tenemos absolutamente claro que nos debemos a nuestro territorio. Y este es un paso importante en el concepto que hemos acuñado, que es ser Conocimiento y Territorio”, dijo el rector de la UNAP, Alberto Martínez. 

 

El nuevo laboratorio otorgará a la región la capacidad física y humana para propagar las vides patrimoniales, que serán entregadas a las y los agricultures que ya han recibido capacitación para el cultivo de la vid en el desierto, y se capacitará a más en una siguiente etapa.

  

 

 

VITIVINICULTURA EXTREMA 

 

La Dra. Ingrid Poblete, académica y directora de este proyecto de propagación e investigadora del Vino del Desierto, señaló que esta unidad viene a resolver un problema importante, como es poder contar con la cantidad de plantas requeridas para los primeros agricultores y agricultoras. "Esto permitirá impulsar un polo de desarrollo, la vitivinicultura emplazada en el desierto más árido del mundo, con cepas de casi 500 años que constituyen un patrimonio genético, y que están adaptadas a las condiciones de desierto. Y cuya producción de vinos ha demostrado tener calidad, avalado con distintos reconocimientos, lo cual, constituye un producto con sello identitario para  la región", señaló.

 

 

  

 

SALTO CUALITATIVO

 

Marcelo Lanino Alar, director del Vino del Desierto, expresó que, con el nuevo laboratorio, ahora podrán reproducir la cantidad de plantas que las y los agricultores necesitan. “Con esto logramos dar un salto cualitativo importante (…) Tendremos las vides disponibles para que puedan implementar su viñedo y comenzar la producción de Vino del Desierto”, indicó el académico de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la UNAP. 

 

El profesor Lanino reflexionó sobre la labor del equipo del Vino del Desierto. “Lo que nosotros hemos realizado ha sido recuperar parte de la tradición vitivinícola que tiene la Región de Tarapacá, para ponerla a disposición de las y los agricultores. Y así poder entregar todo lo que es parte del lema de la Universidad Arturo Prat. Todo el conocimiento que se ha generado a través de este proceso de «investigación aplicada» para que pueda ser utilizada para producir el vino en el desierto”, dijo.  

 

  

 

VENCER LO IMPOSIBLE 

 

En tanto, Pablo Vásquez, jefe del área Comunidad de Teck Quebrada Blanca, valoró los resultados de este proyecto UNAP. “Vino del Desierto nos ha demostrado que dentro de lo difícil está lo maravilloso de lo imposible. Y lograr vencer lo imposible es un enorme desafío que se está logrando”, sostuvo. 

 

“Los ejecutivos de Vino del Desierto han llevado a cabo este tremendo proyecto que nos inspira a seguir colaborando y apoyando en la medida que podamos. Y que sea esta alianza una forma de poder demostrar que es posible hacer grandes cosas en nuestra región con el trabajo conjunto de todos”, agregó Vásquez. 

 

 

 

 

PRIMERA CEPA CHILENA 

 

Tamarugal, tras ser descubierta en Tarapacá, se constituyó en la primera cepa vinífera chilena registrada ante el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y sólo se cultiva en la Pampa del Tamarugal. Es una cepa blanca con la cual se producen dos tipos de vino: blanco seco y blanco abocado, con aromas frutales y marcadas notas minerales.

 

Fredy Aliaga V.