UNAP creó “Espacio de la Memoria” y reconoció que hubo violaciones de los Derechos Humanos en la Universidad durante la dictadura

Fredy Aliaga V.
1 de diciembre 2023

La Institución dio cuenta de exoneraciones ocurridas al interior de la Casa de Estudios en tiempos del régimen militar. Se habilitó una sala multimedia en la Biblioteca Central, en Iquique, con libros, documentales y archivos sobre crímenes de lesa humanidad. “Varias y varios integrantes de nuestra Comunidad Universitaria —estudiantes y funcionarios— fueron víctimas de detenciones, apremios ilegítimos, expulsiones y ejecuciones”, señaló el rector Alberto Martínez, como parte de las reflexiones y actos de memoria histórica a 50 años del golpe de Estado de 1973.

  

En el contexto de las instancias de reflexión histórica por los 50 años del Golpe de Estado de 1973, que han sido organizadas por el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), la Universidad Arturo Prat (UNAP) habilitó el “Espacio de la Memoria”, situado al interior de la Biblioteca de la Casa Central, en Iquique. 

 

Consiste en una sala multimedia en el primer piso de ese edificio, con múltiples libros y documentales sobre los crímenes ocurridos durante el régimen militar. El lugar es de libre ingreso al público y constituye un acceso a la memoria histórica, para quienes deseen conocer detalles sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas en la Región de Tarapacá y en todo el país. 

 

 

El “Espacio de la Memoria” también contempla documentación y archivos para dar cuenta de las exoneraciones ocurridas al interior de la Universidad durante la dictadura. 

 

La sala fue inaugurada con el descubrimiento de la respectiva placa durante una ceremonia que fue encabezada por el rector Alberto Martínez Quezada, e integrada por su Equipo Directivo, alumnos, alumnas, funcionarios, funcionarias, y especialmente la presencia de quienes en esa época fueron víctimas de violaciones a los Derechos Humanos al interior de la Casa de Estudios. 

 

 

RECONSTRUYENDO 

 

En esa actividad, inédita en la UNAP, se recordó cuando un grupo de estudiantes, funcionarias y funcionarios fueron alejados de sus trabajos y de las carreras profesionales que estudiaban, sólo porque pensaban distinto y defendían la democracia con convicción. 

 

“Estamos reconstruyendo la historia. Y este es el inicio de dicha recopilación de antecedentes que quedarán resguardados en el Espacio de la Memoria, en la Biblioteca, donde tendremos la colección de publicaciones, registros gráficos, audios y videos, los que estarán a disposición permanente (…) Damos gracias a cada una y cada uno de ustedes que están ayudado recopilar todos los antecedentes de estos hechos duros de nuestra historia, para que las futuras generaciones, que hoy día aquí están presentes, se puedan informar de todo lo que sucedió en nuestro país, nuestra región y nuestra Universidad”, dijo el rector Martínez. 

  

 

NUNCA MÁS 

 

Además, como una manera de testimoniar y reconocer institucionalmente lo ocurrido y que afectó las vidas de cada víctima, la UNAP realizó otra emotiva ceremonia en la sala Óscar Hahn de la Casa Central, en Iquique. En la instancia, el rector entregó a cada afectado y afectada una medalla y un diploma de memoria histórica. 

 

“Sueños truncados de jóvenes que estudiaban para formarse un futuro mejor que les permitiese la movilidad social junto a sus familias. Con ellas y ellos nuestra Universidad tiene una deuda histórica y es por ello que nos encontramos en este acto simbólico, donde queremos reconocer y hacer públicos los tristes y violentos episodios que vivieron, para que así podamos decir nunca más a los apremios ilegítimos, nunca más la condena por pensar distinto, nunca más las violaciones a los derechos humanos”, expresó la autoridad universitaria. 

 

 

DISCULPAS 

 

Durante su discurso y a nombre de la Institución, el rector Alberto Martínez reconoció que al interior de la Institución hubo violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura. “Solemnemente ofrezco disculpas en nombre de nuestra Universidad, por todo lo que vivieron. Y también agradezco por la semilla que sembraron porque despertaron en jóvenes inmaduros, y que vivíamos quizás en diversas burbujas, que la lucha por la recuperación de la democracia y los derechos humanos era un desafío importante, relevante y urgente. Gracias, porque terminó venciendo la democracia, la libertad. Y porque fueron más quienes les escucharon que quienes les ignoraron y les atacaron. Como Universidad Arturo Prat reafirmamos nuestro compromiso con la democracia y el respeto irrestricto a los derechos humanos”, expresó emocionado el rector. 

 

 

28 ESTUDIANTES 

 

“En nuestra historia al poco andar desde la creación de la sede de la Universidad de Chile, vivimos el dolor cuando de la mano del golpe militar, varias y varios integrantes de nuestra Comunidad Universitaria —estudiantes y funcionarios— fueron víctimas de detenciones, apremios ilegítimos, expulsiones y ejecuciones. Posteriormente en la década de los ochenta, esto continuó con distintas expresiones de violencia. El más traumático fue el año ’85 cuando 28 estudiantes de nuestra Universidad fueron sancionados, exonerados, negándoles el sueño de la educación superior en todo el país, no solo acá. Estas víctimas fueron valientes en expresar su descontento con la dictadura. Personas que no transaron sus principios y que permitieron crear conciencia y dar valor a otras personas para luchar por la recuperación de la democracia. La historia de la UNAP ha sido compleja, ha sido difícil, pero se ha salido adelante a pesar de todo. Y esto ha sido posible gracias a todas y todos”, explicó Martínez. 

 

“En nuestra joven universidad, desde que fuimos centro docente de la Universidad de Chile, se vivieron episodios de persecuciones, expulsiones y un suceso que lamentamos hasta el día de hoy: la ejecución del profesor Humberto Lizardi Flores, cuyo nombre ha sido perpetuado en el principal salón de reuniones de nuestra Institución”, señaló. 

 

 

MURAL 

 

La actividad incluyó una visita al mural que recuerda a las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos y que fue restaurado recientemente por la Federación de Estudiantes FEUNAP, a un costado del edificio de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, en la Casa Central.     

 

 

“Como Universidad Arturo Prat reafirmamos nuestro compromiso con la democracia, y el respeto irrestricto a los derechos humanos, nuestro pasado, la memora, justicia, la verdad, la reparación y la no repetición. Para así seguir construyendo y mejorando Chile, sin olvidar estos 50 años. Y seguir trabajando más unidas y más unidos por nuestro presente y futuro. Siempre resguardando la democracia y los derechos humanos, a través de nuestro quehacer como Universidad, así como formando a nuestras y nuestros estudiantes y profesionales, forjadores de un mañana mejor”, aseveró la máxima autoridad de la UNAP. 

 

LUGAR PERMANENTE 

 

Miguel Caqueo Venegas, expresidente de la Federación de Estudiantes FEUNAP entre 1985 y 1986, valoró el significado de la actividad de memoria histórica. 

 

“Me parece que es un acto importantísimo para la memoria histórica. Es lo que faltaba en la gestión del actual rector Alberto Martínez, y que viene a cerrar un espacio donde se refuerza la historia de esta Institución”, señaló Caqueo. 

 

 

También destacó la creación del Espacio de la Memoria. “Da cuenta de una historia que es parte de lo que ha sido la Universidad Arturo Prat, y que las nuevas generaciones deben conocer con un sentido de aprendizaje, para que estos hechos no se vuelvan a repetir (…) Este espacio de memoria va a ser un lugar permanente, para que tengamos la capacidad de aceptarnos pensando diferente. Y en este espacio, que es la Universidad donde cada estudiante crece intelectualmente, puedan tener sus válidas opiniones y que eso ayuda a que se fortalezca la historia de la Universidad”, señaló Miguel Caqueo. 

 

NUEVAS GENERACIONES 

 

Luis Cortez Jiménez, exalumno de Estadística en 1985 y exonerado por razones políticas con prohibición de cursar estudios en el país, agradeció el reconocimiento institucional sobre lo ocurrido durante la dictadura. 

 

“Es un acto muy importante, ya que me hicieron recordar lo vivido, lo que entregamos en esa época (…) Éramos jóvenes muy idealistas que queríamos un país mejor y una Universidad mejor. Y nos fueron truncadas nuestras vidas por pensar diferente al régimen militar. Yo lamento también que a los estudiantes que atestiguaron a favor nuestro, les quitaron el crédito fiscal. Algunos no pudieron seguir estudiando y otros a duras penas continuaron. Quiero agradecer a esos alumnos. A la vez, decir a las nuevas generaciones que no pierdan la esperanza. Las generaciones que vienen pueden construir un Chile mucho mejor”, dijo Cortez.  

  

 

RECORDAR  

 

Gabriel Capetillo Castillo, exestudiante de Auditoría en 1985, expresó emoción por el acto de memoria histórica. 

 

“Agradecer al rector, don Alberto Martínez y a su equipo, por esta iniciativa de la Universidad. Nos hizo recordar un pasado que fue muy doloroso (…) Han pasado casi 40 años y estoy aquí, donde empecé mi formación universitaria. Aunque me truncaron el futuro universitario en ese momento, después pude completar una carrera. La realicé fuera del país”, comentó. 

 

 

RESCATAR ANTECEDENTES 

 

Sergio Hormazábal Zúñiga, exprofesor de la Universidad de Chile entre 1969 y 1973, fue prisionero detenido en Pisagua, y liberado en 1975. “Quiero agradecer a la Rectoría de la Universidad Arturo Prat por este hecho conmemorativo de los 50 años del golpe militar. Gracias al rector y las autoridades de la UNAP por darnos la oportunidad de expresar nuestros sentimientos al respecto de aquellos acontecimientos”, dijo. “El espacio de la memoria es importante, porque nos permite tener la oportunidad de rescatar antecedentes de los acontecimientos que ocurrieron”, agregó Hormazábal. 

 

 

PRESERVAR LA MEMORIA 

 

El rector Alberto Martínez, realizó una positiva evaluación de los actos de memoria histórica. 

 

“Hemos querido reflexionar sobre estos funestos acontecimientos sucedidos hace 50 años en nuestro país, donde por medio del autoritarismo y la barbarie se instaló una dictadura cívico militar que tuvo funestas consecuencias en nuestro modelo republicano de sociedad. Como Universidad pública y regional, desde el primer día nos hicimos parte de este llamado a conmemorar y reflexionar, porque somos conscientes que preservar la memoria nos permitirá contribuir con nuestra misión esencial de formar ciudadanas y ciudadanos con pensamiento crítico. Y así promover el respeto irrestricto a la democracia y los derechos humanos, como valor cardinal en nuestras vidas”, aseguró Martínez Quezada.