Organizada por Fundación Barco y con la colaboración de la UNAP

Especialistas, mundo académico y estudiantes, además de público en general dieron vida a Conversatorio “Habitar en lo Rural”

Eugenia Guzmán Vera
12 de enero 2024
Casa Central - Iquique

Con un gran marco de publico se llevó a cabo en el Centro de Extensión Cultural Palacio Astoreca de la Universidad Arturo Prat (UNAP), en el contexto de lo que es la 1° Bienal de Arquitectura Rural, el conversatorio “Habitar en lo Rural “.

En la ocasión participaron como invitados Emanuele Coccia, filósofo italiano y profesor asociado EHESS París; Cecilia Puga, arquitecta UC y directora ejecutiva del Museo Chileno de Arte Precolombino; Malkit Shoshan, arquitecta e investigadora, fundadora de FAST y profesora en el GSD de la Universidad de Harvard, moderando la actividad Anton Zu Knyphausen, arquitecto, director de Barco Galería para la Arquitectura y director general y curador de BAR.

Esta mesa de conversación indagó en las formas de habitar el espacio rural, particularmente aquellas vinculadas a las ecologías del desierto, poniendo  en diálogo reflexiones desde distintas disciplinas y rincones del mundo.

Al comienzo de la actividad la directora de la carrera de Arquitectura, perteneciente a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, Carmen Valdivieso, manifestó “Estas son instancias colaborativas de la Universidad con distintos actores, en este caso la Fundación Barco que está llevando adelante el proyecto Bienal de Arquitectura en Zona Rural, que con esta primera actividad está realizando lo que son las Rutas Caravaneras y este conversatorio. Eso significa construir una experiencia con un grupo de estudiantes de arquitectura invitados de manera multidisciplinar, incluyendo también invitados externos, filósofos, arquitectos y otros que visitan y recorren lo que es el desierto y lo que es la región de Tarapacá. De esta manera, lo primero es acercar el ejercicio profesional a la realidad en el territorio, conocer cómo habitan estos territorios desérticos, como las comunidades tienen una historia,una trascendencia de habitar el desierto y eso es parte del aprendizaje también para los mismos profesionales.  Entonces ya no una mirada externa, sino una mirada desde lo que ocurre en la realidad de las formas habitables que históricamente están en el territorio del desierto”.

Por otra parte, Anton Zu Knyphausen, arquitecto, director de Barco Galería para la Arquitectura y director general y curador de BAR destacó que “La idea es desplazar el foco tradicional que ha tenido la arquitectura y también las bienales de las ciudades para por primera vez situarlas en una serie de localidades rurales, levantando los problemas específicos de esos lugares y realizando actividades culturales en colaboración con las comunidades “.

 

Puntualizó que las rutas caravaneras es el primero de 6 ciclos “Para nosotros desde el equipo curatorial son una manera de leer la forma de habitar el desierto, mediante estas redes de intercambio cultural y comercial que explican la arquitectura y las formas de habitar relacionadas a ésta como interdependencia que tienen los cuatro pisos ecológicos de la región. Es el punto de partida que tiene lugar en el formato de un viaje de investigación territorial, siguiendo la metodología de Rodolfo Andaur, curador iquiqueño de esta bienal, cruzada con la metodología de trabajo de Philip Ursprung, historiador de arte suizo que también basado en el viaje a distintos lugares del mundo, viajes de investigación con docentes y estudiantes de arquitectura, va abriendo y desplegando una serie de ejercicios que tienen que ver con el recorrido y el caravaneo”.

INVITADOS

Durante la actividad Emmanuele Coccia, filósofo italiano y profesor asociado EHESS París, manifestó que “Este conversatorio es un punto final de una semana en la cual hemos visto y visitado muchas zonas del desierto de Atacama, porque el desierto es un espacio para comprender el planeta es un poco el paradigma para comprender el futuro de nuestro planeta y es importante porque es en este lugar, específicamente, donde empezaron muchísimas historias. La historia del guano, la historia de Salitre, etcétera, entonces es como como en un sentido poner juntos el pasado y el presente”.

Agregó que “El desierto es un espacio muy habitado con mucha presencia, pero una presencia muy particular porque el desierto es también la evidencia que nosotros no habitamos nunca el suelo. El desierto es un espacio donde puede no puedes quedarte en un lugar, entonces la relación con el espacio no pasa por el suelo, pero pasa por el cielo. El desierto es la evidencia que habitamos el cielo e indirectamente el suelo”.

En tanto, Malkit Shoshan, arquitecta e investigadora, fundadora de FAST y profesora en el GSD de la Universidad de Harvard destacó “Creo que es importante estar en estos ambientes los cuales son una combinación de la parte rural de Chile y su región desértica. Ver como los espacios han sido producidos durante el tiempo, la probable influencia de las comunidades aquí y la transformación del ecosistema. Creo que muchos de los problemas con los que lidian ahora son problemas globales como el cambio climático, desertificación, aumento de temperatura, escases de agua, todos estos son problemas que son relevantes para distintas regiones y creo que venir a estos espacios y tratar de crear conversaciones entre estas diferentes regiones es muy relevante también para el futuro habitar de la tierra. Porque muchas cosas se están transformando muy rápido por el cambio climático, hay olas de migración que ya están sucediendo la gente se está moviendo, hay distintos tipos de migración, migraciones transfronterizas, generalmente de zonas rurales a zonas urbanas, así que muchas de estas áreas están siendo cada vez menos habitadas y algunas ciudades, espacios como este su población está creciendo porque las  áreas rurales se están convirtiendo en áreas cada vez más secas, siendo no aptas para hábitat humano. Son muy calurosas así que la gente está acudiendo a segundas y terceras ciudades, y tenemos que estar preparados para estas transiciones, por lo que creo que tener la posibilidad de aprender de diferentes lugares y como diferentes comunidades y culturas están lidiando con estas grandes transiciones globales es fundamental así que es genial estar acá y aprender de este espacio”.

Finalmente, Cecilia Puga, arquitecta UC y directora ejecutiva del Museo Chileno de Arte Precolombino sostuvo que “Estar investigando por primera vez cómo es habitar es muy relevante no solo para la región de Tarapacá. Creo que es una cuestión relevante para Chile completo y este es el primer ejercicio exploratorio que busca aprender a leer el territorio a través de metodologías de experiencias directas y de lecturas en distintos niveles.  Creo que eso aporta mucho primero para esa comprensión y así luego empezar a producir un debate acerca de qué implican los territorios, que implica el trabajo en ellos, que implica la recuperación de todo el patrimonio que hay acá, que implica los temas ecológicos que involucra, y a mí me parece de máxima relevancia que esto esté sucediendo hoy día y, especialmente, en esta región donde tenemos uno de los desiertos más áridos y, por lo tanto, situaciones muy extremas con las cuales se debe aprender a operar”.

ESTUDIANTES Y LAS RUTAS CARAVANERAS

Dentro de lo que fue la jornada de la ruta caravanera, realizada al interior de la región por los cuatro pisos ecológicos, participaron dos estudiantes de la carrera de Arquitectura que fueron becados.

Yasna Orrego, alumna tesista quinto año de la carrera de arquitectura que está por comenzar su proceso de título añadió “Es muy importante que la universidad se haya puesto para algo que es valioso y enriquecedor, una experiencia sumamente nutritiva donde compartimos con personas que saben del tema, arquitectos y profesores que tienen una perspectiva muy distinta”.

Afirmó que la Universidad debe seguir apoyando estas prácticas, porque son necesarias para potenciar la carrera y ser mejores arquitectos.

En tanto Ricardo Rodríguez, estudiante de cuarto año, destacó “El foco de la carrera actualmente tiene que ver con estudiar el territorio, con vivir la experiencia de ir y conocer lo que habitamos, los pisos ecológicos. Fue una experiencia enriquecedora porque era compartir no solo desde tu punto de vista, sino que combinado con estudiantes de otras ciudades de Santiago de Chile y de Perú. Me pareció súper relevante compartir todos los puntos de vista, conocí mucho, aprendí unos de otros, y me pareció súper acertada la experiencia, y lo mejor de todo es que conocí a varias personas. La idea es seguir manteniendo el contacto porque compartimos algo en común, que es la arquitectura y nuestra visión desde el territorio”.


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