Universidad Arturo Prat celebró el día del libro con un despliegue de actividades artísticas y culturales

Quinientos estudiantes de enseñanza media participaron en la celebración del día libro 2024. El segundo "Encuentro del Libro: Juventud y Territorio", actividad dirigida a estudiantes y profesores de establecimientos educacionales de la Región de Tarapacá.

Para conmemorar el Día del Libro, la Facultad de Ciencias Humanas, en colaboración con la Dirección General de Vinculación con el Medio y Relaciones Internacionales, a través de los proyectos Circuito Escolar, Circuito Cultural y Patrimonial, y del proyecto Vinculación Temprana (VITEM), llevaron a cabo diversas actividades enfocadas a fomentar la lectura, las artes, la cultura y el patrimonio.

La celebración de la literatura comenzó en el Aula Magna Elena Caffarena con el lanzamiento del libro "Cuéntame Sobre Tarapacá", una iniciativa gestada por el proyecto "Circuito Escolar". Este libro es una recopilación de cuentos, que invitó a jóvenes estudiantes de segundo ciclo de enseñanza media, de diferentes colegios de la región, quienes plasmaron su creatividad y motivación contando sobre su entorno y las experiencias vividas en Tarapacá. La primera edición reunió ciento veinte obras que fueron ilustradas por el talentoso equipo de la Fundación Barquito de Papel. Su trabajo gráfico representó cada historia a través de hermosos dibujos, añadiendo un toque especial a la presentación de las obras.

El Director General de Innovación y Desarrollo de la UNAP, Raúl Castillo, ofreció unas palabras de bienvenida a los asistentes, expresando su satisfacción al ver una gran cantidad de estudiantes y profesores participando en este espacio que celebró los libros y la magia de la lectura. "Esta actividad refleja el compromiso de nuestra Casa de Estudios Superiores con el crecimiento cultural de la juventud. Estos espacios no solo promueven el desarrollo del lenguaje y la comunicación, sino que también amplían la visión del mundo de las y los estudiantes. Somos responsables del conocimiento en el territorio y queremos fortalecer la cultura en Tarapacá".

Además, durante la actividad inaugural se llevó a cabo la premiación del concurso interno "Poemas y Cuentos: Tradiciones Nortinas y Religiosidad Popular de Tarapacá", organizado por la carrera de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación. En este concurso se reunieron quince textos escritos por funcionarios, académicos y estudiantes de la Universidad.

La decana de la Facultad de Ciencias Humanas, Dra. Marcela Quintana Lara, destacó que en la primera versión del encuentro del libro fue de gran experiencia, por eso disidieron y organizaron de manera colaborativa una segunda edición. “Elaboramos diversas actividad en conjunto con el proyecto circuito escolar, con las distintas carreras de pedagogía, la carrera de sociología y traducción, obviamente incluimos a los colegios. Nos promueve fortalecer todo lo que significa la lectura y la escritura, nosotros estamos trabajando en la formación de nuevos profesionales, estas instancias de acercamiento también dicen mucho de cómo nosotros queremos trabajar, formamos a los docentes que quizás van a ser en el futuro sus profesores”.

Las actividades finalizaron con la presentación de la obra de teatro "Una Noche en la Pampa del Tamarugal" de la compañía Formarte Espacio Creativo. La obra narrar el patrimonio identitario de la fiesta de la Tirana, describiendo los acontecimientos que rodean a una muñeca llegada de otro mundo, que cae en la noche del 15 de julio para celebrar la víspera de la Fiesta de la Tirana, interactuando con los personajes que habitan este universo, que se sitúa entre lo humano, lo divino y lo animal. A través de estos encuentros, la muñeca logra adentrarse en las tradiciones y costumbres propias del Norte Grande.

El Director General de Vinculación con el Medio y Relaciones Internacionales, Diego Olivares Zuleta, señaló que observó una gran motivación por parte de los profesores, profesoras y estudiantes convocados, quienes participaron en las distintas actividades organizadas, lo que reafirma el trabajo por incentivar las diversas expresiones artísticas. "Somos una universidad pública y regional, con un fuerte compromiso social. La educación es la piedra angular del presente y del futuro de una mejor sociedad. Somos una institución donde cada uno de sus integrantes reconoce la importancia de sumarse a los esfuerzos que se están realizando para fomentar el acercamiento a los libros y a la lectura. De esta manera estaremos ayudando a subsanar las consecuencias que dejó la pandemia y que actualmente sigue afectando al sistema educativo chileno", concluyó.

Jornada de actividades

La jornada incluyo actividades paralelas, con la presentación de diversas obras literarias, como los textos: "Pampa Madre Escritora" de Editorial Llokallas, escrito por la autora Roxana Areyuna; la presentación del libro "Mujeres Danzantes de la Tirana", escrito por el Dr. Bernardo Guerrero y Francisca Basaure; la presentación del libro "Del País que Llaman Vida" del escritor Guillermo Ross-Murray Lay-Kim; y la exposición del escritor Ismael Rivera con la obra literaria "Poesía e Historia Reciente: versos más allá del yo". En este evento, la magia de la escritura y de las palabras invito a las y los asistentes a soñar, imaginar y aprender sin límites.

Además, se incluyeron espacios dedicados a la literatura japonesa, vinculada al Manga (cómic japonés), al Haiku (forma de poesía japonesa) y al Anime (animación japonesa). Durante el evento, se presentaron la revista ATOTA MANGA #2, la exposición titulada "Descubre el Haiku: Taller de Poesía Japonesa de Los Simpson a Naruto y de Springfield a Konoha" de Oscar Saavedra, y se llevó a cabo un taller de encuadernación dirigido por Roxana Areyuna.

Tambien, se llevaron a cabo actividades de aprendizaje, como talleres de teatro liderados por la compañía Formarte Espacio Creativo, taller de escritura creativa "Sueños o Escribe tus Sueños", desarrollado por Oscar Saavedra, y la traducción de "Pursued: Llevando Historias de Superación a Otras Culturas" de Nicole Pérez Portilla y Michael J. Heil.

Ganadores y sus obras

"Poemas y Cuentos: Tradiciones Nortinas y

Religiosidad Popular de Tarapacá"

LALALALOCA

Autora: Giuliana Cortés Yáñez

Estudiante Tercer año Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación

Primer lugar categoría “Cuento”

Tía Lala antes de parar a la pampa me dijo “tápate el ombligo, mijita. Tápate el ombligo, que hay un lugar al que iremos y no nos oiremos. Tienes que protegerte porque danzaremos. Y mientras ellos respetan y contemplan los latidos de nuestra danza secreta, ellos no saben que se enfrentan dos poderosas fuerzas”. Poco le entendía, y tampoco intentaba comprenderla, ya todos sabían y me advertían que le faltaba una que otra pieza en el rompecabezas. Siendo su sobrina me pillaba la tristeza, ¿qué le habría pasado para que cada vez que hablara dijera incoherencias? Un día paré la oreja mientras jugaba bajo la mesa, y oí a tía Lala discutiendo con papá, ella quería bailar tinku y él reía sin parar llamándola Lala la loca, ¡Lalalaloca Lalalaloca! repetía sin cesar. Tía Lala lo ignoraba, pero mi padre la desafiaba, tanto que le dijo “si al Tamarugal quieres venerar, a mi hija de crianza atea debes llevar”. Y lo último que pude escuchar, fue a tía Lala respondiendo “que la patrona no te escuche, que se molesta. Ella siempre recibe al viajero, peregrino o no, lo recibe y protege de igual manera”. Después de esa conversación, tía Lala y yo, obediente a la orden de mi padre, esperamos julio.

Por la madrugada el frío quemaba hasta los huesos, pero la gran cantidad de personas que se reunían en la plaza ofrecían, sin decirlo, cobijo a cualquiera que se acercara. Ni hablar del chocolate caliente que repartían y del envolvente aroma a clavo de olor que subía de esos vasos que entregaban. Todo era cálido en la fría y desierta pampa nortina. Los bailes, que mencionaba Tía Lala, aparecerían mañana, incluyéndonos. Porque acompañar a tía Lala significaba danzar junto a ella. Estuvimos ensayando dos meses antes, aprendiendo cada giro, salto, y movimiento de brazos. Conocí al baile y el por qué usaban esos vivos colores, esas figuras, patrones y cada elemento que componía la vestimenta de su traje. Como el célebre cinturón que siempre menciona Tía Lala.

La noche de la presentación, la pampa se hallaba iluminada por colores vibrantes y luminosos, la música retumbaba dichosa y la oía incluso aquel que estaba en el extremo más lejano del pueblo. Y tía Lala repetía “tápate el ombligo mijita, tápatelo”, lo repetía tanto tal como disco rayado que en un arrebato de poca obediencia no le hice caso. Había dejado el cinturón del traje en el camping, lo había dejado y llegué a la presentación sin haberme tapado el ombligo. No la entendía, no entendía a mi tía. Pero tampoco le diría lo que había hecho. 

El ritmo folclórico empezó a sonar y junto al baile movía los pies en un constante ritmo, avanzando de adelante hacia atrás. Las personas se acercaban a observar y era notorio que disfrutaban de nuestro danzar. Mis brazos y movimientos de cabeza también se expresaban en la danza y justo cuando los saltos vigorosos y enérgicos del baile intentaban comenzar, todo se pausa. Se pausan quienes miraban, caminaban y hasta los que tocaban la música. Y, aun así, las melodías se escuchaban, los bailarines continuaban, y las luces que iluminaban tomaban forma de ángeles y diablos sueltos que deambulaban por el pueblo. Ya no podía bailar, mi cuerpo estaba tieso por lo que acababa de vivenciar. ¡Eran diablos y ángeles que caminaban! Se enfrentaban, luchaban. ¿Por qué nadie lo notaba?

Con pasos pesados intentaba llegar a tía Lala, pero mi cuerpo se encontraba tan cansado que la ida era lenta. Mis ojos se cerraban solos y mi cuerpo se encorvaba. Pero mi mente, aún trabajaba y pensaba en tía Lala, en cómo con mucha disposición quiso mostrarme sus creencias, en cómo me enseñó con paciencia los pasos del tinku, y como intentaba protegerme con sus palabras tan raras. Esto dio paso a que tomara fuerzas y caminara donde estaba ubicada ella, le tomé la mano y como si la hubiese despertado me miró asombrada fijando su mirada en un cinturón que no llevaba. Rápidamente me puso el suyo y este mundo paralizado con entidades opuestas se desvaneció y volvió a lo que fue. 

A la mañana siguiente, me desperté acobardada. Sabía que lo que había visto fue real y por eso debía preguntarle a mi tía. Cuando llegó el momento de desayunar, sin preguntar nada, tía Lala habla de la manera más clara nunca vista.

—Cuando cada bailarín danza, independiente del distinto baile al que pertenezca, toda su energía y fervor está puesta en esta expresión de devoción. Porque en ese movimiento encuentra un propósito, una luz de esperanza que ilumina su camino. El corazón y el espíritu de cada bailarín se conectan con algo más grande que ellos mismos, espiritual, divino o simplemente humano. Y para nosotros, que también nos unimos a las danzas de la patrona, protegemos nuestra alma, nos protegemos de energías externas tapándonos el ombliguito para que la emoción, la alegría y energía que emana de nuestro pechito se transmita sin cansarnos, mijita.

LA TRENZA CUYACA

Autor: Iván Scopinich Gatica

Estudiante Quinto año Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación

Primer lugar categoría “Poesía”.

Atraviesa la fiera carrera esta pampa. Quien gane verá el jazmínico brote del norte rondando esos pliegues — Pétalo en bronce y el oso que le baila enhorabuenas a la estrella mi hermana la aymara.

Qué tiempo eterno el que ha esperado la suya enjambredera de cuerpos bendita por lustre sin cáliz.

Bendita la torre que corona a las reinas de la fiesta. Ellas el musgo sensual de piel resbalosa, la seda brillante de humus en el desierto. ¡Exáltese, vara Montaña, tus dedos tan largos de hilo, gloria en lo alti del altiplano! ¡Y gloria la estrella hiladora! Qué tal, princesa tiranitay, si concedes al pueblo el anhelo de bañarse en la trenza polipartita que van haciendo tus flores.

Vive allí lo imposible de ser menos carne y más mito en presente, más color en el recuerdo grandioso de este sol dorado a las doce, de este arpa que suda la angustia de pie ante un Julio incesante, de estos sueños vitalicios.

 -Arcadia


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