El Rector Gustavo Soto le entregó a su par Vivaldi un ejemplar del Vino del Desierto, la primera cepa vinífera propia del país.

Enfatizando en el rol destacado que juegan las universidades estatales regionales en un contexto de descentralización administrativa y precisando en la convicción que la Educación Pública tiene un compromiso indivisible con el desarrollo social, a través de su discurso, el Rector Gustavo Soto Bringas, fue el encargado de abrir la ceremonia de Inauguración del Año Académico en la Universidad Arturo Prat.

La máxima autoridad académica, estableció durante el acto, realizado en el Aula Magna ante autoridades regionales, que los procesos de desarrollo para la UNAP, no han sido fáciles, principalmente por la escasa institucionalidad otorgada por el Estado, a través de sus políticas públicas a universidades como la nuestra.

Pese a esto indico que se ha podido establecer en los últimos 50 años, como un referente formador, permitiendo fomentar la movilidad social de jóvenes, que contaban con escasas alternativas de continuar con sus estudios, destacando que como Universidad fueron la primera institución del país, en eliminar el copago, homologando el arancel real con el referencial.

En lo investigativo, la UNAP cuenta con una clara línea de estudio, al dedicarse a desarrollar Ciencia con pertenencia regional, destacando casos como el del Instituto de Estudios Internacionales, Estudios de la Salud en Altura o el reciente hallazgo definido por nuestros agrónomos, que fueron capaces de impulsar, en el desierto más árido del mundo, la primera cepa vinífera que tiene el país.

Tras su discurso, la única soprano aymara del país, como es Sandra Caqueo Araya, interpretó el Ave María de Franz Schubert, teniendo como principal novedad su adaptación en esta lengua, luego de la traducción realizada por el académico de la carrera de Pedagogía Intercultural Bilingüe, Elías Ticona.

Luego de esta interpretación, el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi Véjar, quien fue el invitado principal de esta inauguración académica, entregó a los asistentes, la Clase Magistral, denominada como "Sistema de Universidades Estatales: Valores Académicos para el Desarrollo y la Identidad Regional".

Sandra Caqueo, interpretó la pieza clásica Ave María, adaptada en lengua aymara.

Quien además es presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech), inició su intervención, precisando que el modelo hoy impone a la juventud a adoptar decisiones permanentes a corta edad y que la unificación de ideas o "totalitarismo" se hace ver como un proceso normal en el sistema.

Afirmó que el paradigma educativo, impulsado por la dictadura y reforzado por la Concertación, establece una lógica de competencia, "donde es obvio que las universidades privadas les conviene que a las públicas les vaya mal, pero ese fenómeno que es obvio, parece algo fantástico, ya que nadie lo dice o asume".

Pese a esto, aseguró que existe un contexto de cambio, aseverando que pese a todo, según el Barómetro de la Educación Superior, las universidades estatales continúan siendo un paradigma de seguridad y certeza.

Consideró que los cambios deben realizarse, en un país donde más de mil 500 millones de dólares fueron destinados desde el Estado a las privadas y que estas mismas instituciones, el 2013 acumularon el 63% de las donaciones.

Comparó la realidad educacional con un stand up comedy, al establecer un repertorio que crece con chistes de mayor escala, recordando como ejemplo la exclusión de la gratuidad que buscaba perpetrar el Mineduc a universidades como la nuestra.

En un contexto mercantilista, el Rector Vivaldi indicó que vale cuestionarse si efectivamente los estudiantes pagan un precio razonable, si es de calidad lo entregado y si efectivamente se recibirá a futuro una ganancia que esté de acuerdo a lo que tuvieron que desembolsar.

Mientras que crítico a los mecanismos de control, precisando que no se mide la calidad como un valor universal y atingente a la realidad local, prevaleciendo sistemas estandarizados de regulación para las universidades estatales, los que no trascienden a las instituciones privadas, que gozan de mayores libertades para la ejecución de sus recursos.

Finalizó diciendo que en región la demanda de generación científica es más dramática y que el desarrollo regional necesita rearticular y hacer plenamente funcional un sistema de universidades, contrarrestando fenómenos como que jóvenes deban migrar hacia al centro para alcanzar más oportunidades.