Mostrar los procesos de aprendizaje y los énfasis en los períodos de práctica profesional, así como los resultados de los espacios pedagógicos que los han acogido, fue el propósito de la Feria de Educación Parvularia que destacó -en la terraza del Edificio CRP de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat (UNAP)- la directora de Educación Parvularia, Verónica Apablaza.

La serie de módulos representativos de la experiencia lograda en cada una de las prácticas laborales de las estudiantes de Cuarto Año tuvo un espacio lúdico que compartieron con menores de la Escuela Ayni, el académico Jorge Salgado, y Karen Jacob, decana (s), junto a docentes y universitarios del área.

EXPERIENCIAS

La estudiante de Educación Parvularia, Astrid Rojas, presentó a sus compañeras Marly Hidalgo Vicencio, Camila Flores, y Daniza Cautín, quienes participaron en dos salas cunas del Hogar de Cristo, la sala cuna Verde Esperanza y la sala cuna Miradas de Colores, heterogéneas en la misma aula, con infantes de tres meses a dos años.

"Fue una práctica enriquecedora, porque de partida nos permitió aplicar el nuevo método Montesori, que trata del respeto y la libertad de los niños a vivir nuevas experiencias de aprendizajes. Es nuestra última práctica", explicó Rojas.

En el Centro de Referencia Quri Mayiri (Magia del Tesoro) participaron Sindy González, Camila Escobar, Giselle Hernández, Camila Neira, Marjorie González, y Jessenia Castillo.

Castillo agregó que "a través de los cuentos los niños aprenden. Además, el centro nos ha dado muchas oportunidades para desarrollarnos como profesional, y en el aprendizaje del apego a los niños y las familias. Nos fortalece como personas".

También, Marjorie González detalló que "en el nivel medio menor aprendí a desarrollarme más con las familias, el personal, con el clima de trabajo, y nos enfocamos mucho a lo que es literatura. En cuanto a los cuentos el jardín infantil se caracteriza por eso. A su vez desarrollamos el lenguaje y la comunicación entre los menores".

En el Centro de Referencia de la UNAP Purum Naira, en tanto, completaron su práctica profesional Romina Egaña, Bárbara Araya, Verónica Puebla, Lisette Bustillos, y Daniela Pérez.

"Tenemos los portafolios docentes donde presentamos las actividades que se realizaron en el año, las planificaciones, evaluaciones, y registro fotográfico del disfrute del día a día del aprendizaje en la práctica profesional. Lo hicimos como circo, porque todas nuestras propuestas estaban basadas en la innovación, en los juegos. Atendimos a pequeños de tres a meses a cuatro años. Todas tenemos varias experiencias que poco a poco se han ido aprendiendo y son enriquecedoras para nosotras", describió Egaña refiriéndose al montaje de su stand.

En la Escuela Libre Ayni, la estudiante Génesis Ortíz presentó a sus pares Marjorie González, Jocelyn Parra (técnico nivel superior de la UNAP); y Alejandra Portillo (profesora).

Precisó Ortíz respecto de su pasantía: "En nuestro caso teníamos familias que querían seguir la modalidad de la escuela libre o home school, pero no tenían tiempo de hacerlo en sus casas. Se agruparon y comenzaron a trabajar con una profesora, un asistente de aula, y las alumnas en práctica. Se necesita mucha perseverancia, confianza, constancia, y ganas de aprender".

Resumió de su etapa: "Si uno no se motiva en investigar, saber y aprender trabajando con niños de segundo y tercero básico, se queda ahí, es necesario ser multifacética y enseñar a aprender a diferentes niños con distintas edades, de seis años hasta once. La enseñanza es sacarnos el chip de que la educadora sólo trabaja en el jardín, y que las educadoras de párvulos trabajan en múltiples lugares".

"Nos habíamos olvidado cuando nosotras estábamos en aula, fue complejo, porque las materias en la básica son más duras de transmitir al niño, pero para nosotros es un juego conocerlos primero antes de atender el aprendizaje. Nos recibieron excelente la propuesta con la que llegamos, con mucho juego, y les encantó a las profesoras y a los chicos", destacó.