(De izquierda a derecha) Mariela Moreno, Docente de la carrera de Trabajo Social de la UNAP; Gabriela Geraldo (3º Año), Isabella Aldunce (2º Año); Camila Opazo (2º Año); Yanette Vilches (3º Año), Constanza Morales (2º Año); y Priscilla Larrea, Presidenta del Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales de Iquique.

La Presidenta del Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales de Iquique, Priscilla Larrea Cortés, junto a estudiantes de Segundo y Tercer año de esa carrera de la Universidad Arturo Prat (UNAP) visitó a la Docente de la Cátedra de Ética Profesional de esta casa de estudios, Mariela Moreno Rojas, para hacerle entrega de ocho ejemplares del nuevo Código de Ética vigente para los y las profesionales del área.

"El Código de Ética anterior tenía 40 años de vigencia. Se actualizó al año 2014 con trabajadoras sociales colegiadas en Santiago, lideradas por Teresa López Vásquez y Morelia Martínez. Es importante entregar el Código renovado a la Escuela de Trabajo Social de la UNAP, que nos ha recibido muy bien, junto a estudiantes voceras de la carrera, y que son nuestro futuro como gremio", apreció Larrea.

Sobre su relevancia, señaló que "el Código de Ética dicta las normas al momento de intervenir con las personas. También tiene que ver con la praxis, en cómo debemos comprometernos con la institución y los propios colegas. También hay una continua reflexión en cuanto a lo que nos valida, y cómo relacionarnos para ejecutar un buen trabajo con las instituciones y las personas. Entregamos este trabajo en corcondancia con los organismos internacionales, como la Asociación Internacional de Trabajadores Sociales y la Organización de Escuelas de Trabajo Social".

OCHO EJEMPLARES

Larrea se explayó indicando que "el Código anterior obedecía a procesos históricos y contextos sociales diferentes a los de hoy. Se habla de cómo relacionarnos donde desempeñamos nuestra labor y el trabajo interdisciplinario, en cuanto a nuestros deberes, principios, y el compromiso con los Derechos Humanos. Tenemos dilemas éticos, varias son de control del trabajo social más que buscar alternativas y soluciones a las personas. A veces uno se desempeña bien, y la institución dice no, que esta persona es sujeto de atención y tiene que pasar esto con ella, y uno dice no, que es la autodeterminación; lo que él también tiene que decidir frente a su problema. El tema más interesante es el deber que tenemos con las instituciones. El debate ético es continuo. En un tiempo más habrá un nuevo Código y un nuevo contexto histórico".

En particular, la Presidenta del Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales precisó que "como Provincial somos los primeros en entregar el Código de Ética a la UNAP. Entregamos ocho ejemplares para la carrera de Trabajo Social y la Biblioteca".

-En el Colegio tenemos el Tribunal de Ética, y tenemos desde la amonestación verbal hasta la expulsión de los trabajadores sociales colegiados. Sentimos compromiso con la profesión y queremos que se vaya engrandeciendo. Siempre estamos expectantes, especialmente en casos en que personas que no sean trabajadores sociales estén elaborando informes. Eso lo vamos a denunciar. En 2014 no hemos tenido casos. En otros provinciales se han denunciado personas que ejercían, pero no tenían la profesión-, aseveró Larrea.

DOCENCIA

Desde la perspectiva académica, la Docente Mariela Moreno sostuvo que la asignatura de Ética Profesional la está desarrollando hace cuatro años en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNAP. "Revisamos la asignatura, y como dice Priscilla, el Código de Ética era muy antiguo. Sin embargo, los pilares del análisis siguen siendo los mismos. Tienen sus derechos y deberes con el Estado, la política pública, pero principalmente los usuarios", acotó.

-Era necesario que hubiera una reformulación. Hay cuestiones básicas, que no cambiarán, como el principio de la autodeterminación y la confidencialidad que se formuló en los años '50; son antiguos, pero tienen un diferente contexto. En el fondo es un manual de intervención que requiere siempre estar reflexionando y revisándolo. Hay una unidad relacionada con los problemas éticos, y damos una mirada al Código Ético. Implica un trabajo serio y sistemático de colegas que son especialistas en el tema, y aunque es el pariente pobre de las materias en las escuelas o incluso al interior del gremio, la idea es relevarlo, y darle la importancia que requiere-, explicó.

Aportó, en tal sentido: "Recibí el año pasado los borradores, y en base a eso fui modificando algunas cosas que era importante actualizar en la cátedra, pero ahora está el Código definitivo. El piso legal que tenían los colegios para denunciar ya no existe; no está la obligatoriedad legal. Lentamente se ha ido recuperando la valoración de los gremios, en los últimos diez años. A veces también hasta desidia de los profesionales para no colegiarse y ejercen sin fiscalización".

La Académica concluyó señalando que "el Código es una guía para proceder correctamente, y el hecho que los estudiantes lo conozcan y lo modernicen junto a sus pares profesionales, es un apoyo a la hora de resolver dilemas. Los colegiados tienen el deber de ir compartiendo lo que han aprendido en la propia práctica".