COMPETENCIAS Y CONOCIMIENTOS RELEVANTES DE UN PROFESOR UNIVERSITARIO DEL SIGLO XXI

 

Ensayo Académico

2021

Este ensayo se genera a partir de la experiencia como académico y Director del programa de estudios de la carrera de ingeniería en administración de empresas en el CVD, Santiago de Chile, de la Universidad Arturo Prat.

 

1.    INTRODUCCIÓN

La sociedad actual se caracteriza por un dinámico avance en el conocimiento, tecnología, globalización y cambios culturales. Las variables mencionadas son parte de una gran ecuación y consideradas los insumos básicos que todo ser humano debe internalizar para poder enfrentar un mundo postmoderno cambiante, caótico, disruptivo y de múltiples transformaciones a todo nivel.  Las personas de estos tiempos exigen más transparencia de aquellos que han elegido para que los representen en un gobierno determinado. También demandan reformas que apunten a evitar desigualdades e injusticias sociales y mejorar su calidad de vida en cuanto a impuestos, salud, pensiones, medio ambientales y educación digna para toda la vida.

Las Universidades son una de las instituciones llamadas a recoger gran parte de las demandas de la sociedad. A través de sus distintos programas las Casas de Estudios van moldeando, por medio de sus modelos educativos, las mentes de las personas, creando y aportando al avance del conocimiento y formación de seres humanos.

Las entidades universitarias acreditan en cuanto a investigación y vinculación con el medio. Sin embargo, en docencia, están al debe de lo que se considera una educación de calidad. El punto no pasa porque no se disponga de materiales didáctico o infraestructura adecuada, tampoco porque no existan programas estandarizados y reglamentos estrictos que cumplir. El asunto es que, gran parte de los profesores, no cuentan con las competencias y conocimientos relevantes en el área de la educación para dictar clases a determinados grupos de estudiantes a nivel superior. En un alto porcentaje, son profesionales con especialidad en su área y enseñan como aprendieron, pero desconocen como enfrentar un proceso educativo de calidad y para toda la vida.

La reflexión expuesta permite el planteamiento de la siguiente tesis:

Tesis: Los profesores universitarios deben contar con competencias y conocimientos relevantes del área de la educación para enfrentar un proceso educativo de calidad con sus estudiantes y su comunidad escolar.

El desarrollo del ensayo considera la siguiente estructura: Argumento 1: Gestión de proyectos educativos. Argumento 2: Profesionalización docente. Argumento 3: Evaluación. Argumento 4: Innovación docente. Argumento 5: Enseñanza afectiva.

 

2.   DESARROLLO O ARGUMENTACIÓN 

2.1   Gestión de proyectos educativos 

Los docentes de universidades deben contar con competencias y conocimientos en el área de la gestión de proyectos educativos para dejar de lado la enseñanza de conocimientos básicos comunes. Lo anterior, no sólo se logra de una manera teórica de plumón y pizarra, se requiere una mayor preparación orientada, por ejemplo, a proyectos llevados a cabo al interior del aula. Un académico con mayor preparación en esta área permite alcanzar muchos rendimientos pedagógicos en sus alumnos, crear, promover actitudes, distintas formas de pensar, actuar ante el mundo e interrelacionarse con otros. También, esta mirada, lleva al docente a adquirir mayores competencias investigativas en su especialidad, todo ello será un aporte a convertirse en un puente de conocimientos y experiencias entre el trabajo en aula y la realidad exterior de los alumnos (Hernández, Morel y Armas,2019).

 

2.2   Profesionalización docente 

La calidad en la educación se sustenta en docentes universitarios que posean conocimientos y competencias que les permitan abordar sus funciones y tomar decisiones orientadas a lograr aprendizajes significativos de calidad en sus estudiantes. En este sentido, Sarramona, Noguera y Vera, 1998, citados en Guzmán, 2004, plantean tres funciones pedagógicas mínimas como: docencia, apoyo al sistema educativo y de investigación. Por otro lado, estos mismos autores señalan que los profesores también posean conocimientos y técnicas de actuación. El escenario anterior lleva a pensar entonces que toda reforma educativa que aspire a mejorar la calidad de la misma considere la profesionalización de los docentes universitarios en cuanto a metodologías, currículum, didácticas, evaluación, etc. 

El profesionalismo no debe transformarse en una descualificación a través de la estandarización de competencias y habilidades de enseñanza, menos aún en una reducción del docente de procedimientos técnicos como señala Ortega, 1990, citado en Guzmán, 2004. 

Por último, la profesionalización no debe transformarse tampoco en una obligación por parte del docente en acreditar continuamente sus competencias profesionales en base a pruebas estándares. Lo anterior, no permite que el profesor tome sus propias decisiones, por el contrario, son otros los que terminan decidiendo por él y lo que se debe hacer (Zaccagini, 2004).

 

2.3   Evaluación 

La literatura actual invita a los profesores universitarios a mejorar sus prácticas en temas de evaluación académica. Actualmente existe un vacío enorme en cuanto a procesos evaluativos utilizados por los académicos para determinar el avance de aprendizajes preestablecidos. Lo anterior, no es de extrañarse, pues muchos de ellos continúan entendiendo la evaluación como un suceso más que un proceso, el cual tiene implicancias ideológicas, cognitivas y también actitudinales sobre los estudiantes. Erradicar estas formas de pensar no se solucionan con presentar nuevos discursos evaluativos. Al respecto Ahumada (1988) señala: Se requiere un trabajo de larga data en donde predominen análisis de principios constructivistas y esquemas metodológicos que podrían implementarse en la práctica con los alumnos. La falta de especialistas y documentos en esta área, ya sea para el profesor y el estudiante, llevará a que los cambios en términos de actitud se llevan a cabo en un reducido tiempo. No obstante, el profesorado a nivel universitario, muestra un estado de ansiedad en estos temas.  Requiere una rápida respuesta a sus demandas, ya que muchos de ellos son cuestionados en su quehacer, ya sea metodológico y evaluativo. Los nuevos avances y supuestos teóricos les exigen una aplicación renovada de conceptos que en gran medida son distintos y opuestos a lo que habitualmente han practicado por años en el aula. Ahumada (1988) señala: “El profesor se impacienta al no recibir de parte de quienes han liderado tal innovaciones, respuestas adecuadas que les ayuden a asumir este cambio radical e incorporarlos directamente a sus prácticas” (p.4).

 

2.4   Innovación docente 

La vocación del docente implica un equilibrio entre la cercanía con el estudiante y la capacidad para acogerlo, sin perder de vista que en todo momento se aplicarán reglas y límites orientados a alcanzar el mayor aprendizaje posible, autonomía y crecimiento de los alumnos. La pasión del docente por la  educación es intrínseca, lo mismo su capacidad de innovar. En todo momento, en cualquier toma de decisión, en una situación que no estaba considerada en una planificación, en cada liderazgo ejercido, el profesor es un ser innovador (Escudero, 1986).

La calidad, las competencias y conocimientos profesionales de un docente se mostrarán en una sala de clases a través de un esfuerzo creativo y divergente, dejando de lado los modelos enciclopédicos del siglo pasado. Lo anterior se manifiesta utilizando competencias digitales, sistematización de conocimientos, transformando aulas en comunidades de aprendizajes, fomentando el compromiso y liderando ambientes de enseñanza con aplicación a la realidad,  aceptando la diversidad e inclusión de los estudiantes (Soubirón, Rodríguez, Sanz y Conde,  2011).

 

2.5  Enseñanza afectiva

Muchos son los procesos que intervienen en el aprendizaje de un estudiante. La comprensión, el pensamiento, la metacognición y autorregulación son algunos de ellos. Sin embargo, el campo de la neurociencia ha considerado que los aspectos afectivos como las emociones y los sentimientos también tienen una implicancia en un educando. Bajo esta perspectiva, el desarrollo de actitudes de los alumnos, sus sentimientos, creencias y experiencias personales tendrán un impacto positivo sobre el crecimiento personal de los mismos. Bajo esta perspectiva, el docente universitario tiene un rol importante, toda vez que considera dichos elementos al momento de planificar sus clases. Al respecto, Shulman, 1992, citado en García, 2009  “Reconoce la necesidad de que el profesor adquiera habilidades para vincularse con la totalidad de los alumnos como personas, más que centrarse únicamente en los aspectos cognitivos de la enseñanza”. En este sentido, se destacan “La habilidad para percibir en sí mismo y en los demás, emociones y sentimientos y la habilidad para expresarlos de manera propositiva y autorregulada en la relación con los alumnos” (García, 2009, p.5).

 

3.   CONCLUSIÓN

Las entidades educacionales deben luchar diariamente para mantener actualizados a sus estudiantes y entregarles una educación de calidad para toda la vida, acorde a una sociedad postmoderna, dinámica y con múltiples cambios sociales (Guzmán, 2004). Sin embargo, todo ello será posible en la medida que las Casas de Estudios cuenten con un cuerpo académico competente y que comprendan esta nueva forma de enfrentar el mundo. No obstante, las competencias y conocimientos que un profesor universitario debe tener a su haber no deben ser sólo genéricas o venir del mundo de sus respectivas especialidades. Por el contrario, contar con las habilidades relevantes que se mencionan en este ensayo y responden a la tesis planteada, potencian el quehacer del docente y fortalecen aún más el proceso educativo en el aula (Sarramona, Noguera y Vera, 1988).

Que un docente cuente con competencias y conocimientos en innovación y enseñanza afectiva permite formar estudiantes con una perspectiva más social, más humana, más lejana al status quo (García, 2009). En rigor, a través de ellas, busca involucionar y evolucionar lo intangible de la persona y su relación con su mundo circundante (Escudero,1986).

En cambio, desarrollar competencias y conocimientos en proyectos educativos permitirá entregar a los alumnos metodologías para plantearse ideas y desde allí evaluar las mismas en términos de riqueza social (Cerda, 2003).

Por último, contar con un adecuado desarrollo profesional en el área de la educación permitirá al docente tener un acervo de conocimientos y competencias en metodologías, estrategias de enseñanza y aprendizaje, didáctica, currículum y evaluación, entre otras. Todas ellas, luego, permitirán un crecimiento en los educandos, no sólo en términos de un aprendizaje cognitivo, sino que social, cultural, antropológico, etc (Shulman, 1992).

 

Irving Cadamuro Inostroza
Ph.D in Business Administration
Magíster en Finanzas
Magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos

 

4.    REFERENCIAS  BIBLIOGRÁFICAS

Ahumada, P. (1988). Hacia una evaluación de los aprendizajes en una perspectiva constructivista. Revista Enfoques Educacionales, Vol.1(2). Departamento de Educación Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile, Chile.

Cerda G., Hugo. Pedagogía de proyectos: algo más que una estrategia. Revista magisterio, educación y pedagogía. Santa Fe de Bogotá, 2003. Vol 2.

Escudero Muñoz, J.M.(1986) “El pensamiento del profesor y la innovación”. Actas del I Congreso Internacional sobre pensamientos de los profesores y toma de decisiones. Huelva. Servicio de publicaciones de la Universidad de Sevilla.

García, B.(2009). Las dimensiones afectivas de la docencia. Revista Digital Universitaria. (10), 11. ISSN:1067-6079.

Guzmán, C. (2004).  Reformas educativas en América Latina: Un análisis crítico. Revista Iberoamericana de Educación.

Jurado V., Fabio. La educación por proyectos: una pedagogía para la conjetura. Revista magisterio, educación y pedagogía. Santa Fe de Bogotá, 2003. Vol 2.

Ortega, F. La indefinición de la profesión docente. Cuadernos de Pedagogía 186, 1990, 67-70.

Perilla, L. y Rodríguez, E. (Sin fecha) Proyectos de Aula: Una estrategia didáctica hacia el desarrollo de competencias investigativas. EPISTEMA, pp. 1-9. Bogotá, Colombia. Recuperado el 25/7/2017 de http://www.yorblisher.com/p/46281-REVISTA-EPISTEMA/

Riol Hernández, M., Morell Alonso, D. y Armas Crespo, M. (noviembre-febrero, 2019). La profesionalización docente del claustro universitario: retos culturales desde la gestión de proyectos socioculturales. Pedagogía y Sociedad, 22(54), 169-193. Disponible en http://revistas.uniss.edu.cu/index.php/pedagogia-y-sociedad/article/view/799

Sarramona, J. ,Noguera, J. y Vera, J. ¿ Qué es ser profesional docente ? Revista de Teoría de la Educación, 1988. Consultado en htpp:// www.segciencias.como.ar/profesional. htm. Mayo 2004.

Shulman, L. (1992, September-October). Ways of seeing, ways of Knowing, ways of  teaching, ways of learning about teaching. Journal of Curriculum Studies (01), 393-396.

Soubirón, E.; Rodríguez, D.; Sanz, V. y Conde, A. (2011). La Práctica Pedagógica en Entornos Innovadores de Aprendizaje. Montevideo, Uruguay. Equipo Coordinador Seminario Internacional. OEI.

Zaccagini, M. Reformas educativas: espejismos de innovación. Revista Iberoamericana de Educación ( s/a). Consultado en www.campues-oei.org/revista/deloslectores / 338 Zaccagini.pdf. Mago 2004.


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